El Pentágono estudia como alargar la vida de las plataformas nucleares mientras los nuevos programas sufren retrasos.

Es posible que el Pentágono tenga que tomar medidas para prolongar la vida útil de sus submarinos de misiles balísticos y misiles balísticos intercontinentales debido a los retrasos en el despliegue de sus sustitutos, según ha declarado el máximo responsable de política espacial del Departamento de Defensa.

El Departamento de Defensa se ha comprometido a modernizar su tríada nuclear, dijo John Plumb, Subsecretario de Defensa para Política Espacial. Pero con la construcción del primer submarino de clase Columbia al menos con un año de retraso y el primer vuelo de los ICBM Sentinel retrasado dos años, el departamento está deliberando sobre cómo mantener sus viejos submarinos de clase Ohio y los ICBM Minuteman III listos para responder a un conflicto durante más tiempo del previsto.

“En realidad, la cuestión es cómo gestionar lo que podríamos llamar la transición de los sistemas heredados a los sistemas modernos”, declaró a los periodistas durante una mesa redonda del Defense Writers Group. “También estamos empezando a estudiar qué otros cambios en la estructura de las fuerzas podríamos hacer que no supongan un gasto excesivo ni una carga excesiva para nuestro complejo nuclear, y que también podrían ayudarnos a abordar esta cuestión”.

Plumb no quiso hablar de las opciones concretas que se están considerando. Sin embargo, la prolongación de la vida útil del programa Minuteman III, que las Fuerzas Aéreas de EE.UU. estudiaron antes de comprometerse a comprar un sustituto de nueva generación, no está sobre la mesa, dijo Plumb, que dejará el cargo de responsable de política espacial a principios de mayo.

El Departamento de Defensa está llevando a cabo actualmente una evaluación del programa Sentinel de las Fuerzas Aéreas después de que los costes del programa aumentaran un 37%, lo que desencadenó una infracción Nunn McCurdy que obligará al secretario de Defensa, Lloyd Austin, a certificar si el programa puede seguir adelante. Northrop Grumman ganó el contrato Sentinel en 2020 y ha defendido su trabajo, citando estimaciones de costes iniciales demasiado optimistas por parte del gobierno y el descubrimiento de complicaciones en el plan Sentinel a medida que avanzaba.

Mientras tanto, los problemas sistémicos de la base industrial han perseguido los esfuerzos de construcción naval de la Armada, dejando incluso su mayor prioridad – la clase Columbia construida conjuntamente por General Dynamics Electric Boat y Huntington Ingalls Industries – entre 12 y 16 meses de retraso, según una revisión de la Armada revelada a principios de este mes.

Esto deja al bombardero B-21, también fabricado por Northrop, como el único programa de modernización nuclear que se ha ceñido en gran medida a su calendario, aunque la inflación ha provocado una pérdida financiera de 1.000 millones de dólares en la producción inicial, que Northrop debe pagar debido a las condiciones de precio fijo de su contrato con las Fuerzas Aéreas.

En un informe de octubre de 2023, una comisión del Congreso sobre la postura nuclear de Estados Unidos advertía de que la estrategia de modernización nuclear del Pentágono se basa en un calendario “justo a tiempo” en el que los sistemas heredados se retiran al mismo tiempo que las nuevas plataformas entran en funcionamiento.

La comisión hizo varias recomendaciones para mitigar los déficits de capacidad que podrían causar los retrasos en la modernización, como la financiación de mejoras en los submarinos de la clase Ohio para garantizar que puedan operar más allá del calendario actual de jubilación o – a medida que parte de la estructura de la fuerza Minuteman III envejece – la difusión de las ojivas nucleares existentes a las plataformas nucleares que siguen siendo operativas. Sin embargo, según la comisión, ninguna de estas soluciones es perfecta.

“Algunos requieren inversiones adicionales significativas y/o decisiones a corto plazo para protegerse del problema”, decía. “Otros pueden requerir posibles decisiones a corto plazo para poder utilizar diferentes cargas de ojivas. Por ejemplo, el mantenimiento de la fuerza heredada hasta que llegue su reemplazo modernizado requerirá una inversión adicional para evitar una pérdida de capacidad y mantener la disuasión nuclear vital de Estados Unidos”.

Valerie Insinna