Estados Unidos propone F-16 usados para sustituir a los cazas Kfir de Colombia.
Se intensifican las negociaciones entre Colombia y varias naciones para decidir el reemplazo de los aviones de combate Kfir de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC). Entre las ofertas que se están analizando, ha llamado especialmente la atención la propuesta de Estados Unidos. Incluye la compra de ocho aviones F-16 Fighting Falcon usados, modernizados a mitad de su vida útil, actualmente disponibles en un tercer país.
La oferta integral estadounidense, reportada por Blu Radio y aún en proceso de finalización, representa una inversión estimada en 600 millones de dólares, equivalentes a cerca de 2,5 billones de pesos colombianos. Esta cifra incluye no sólo la aeronave, sino también un conjunto completo de servicios: modernización de aeronaves, entrenamiento de pilotos, mantenimiento, repuestos, simuladores de vuelo, equipos de precisión y sistemas de apoyo en tierra. Los aviones, fabricados por Lockheed Martin, costarían aproximadamente 45 millones de dólares cada uno.
Además, la propuesta estadounidense incluye la creación de un centro de logística, mantenimiento y entrenamiento para los F-16 en la base militar de Palanquero, lo que aumentaría la capacidad local de Colombia para gestionar y operar las aeronaves con eficacia.
Un elemento esencial de esta propuesta es el posible compromiso del gobierno estadounidense de donar otros 24 aviones F-16 en los próximos cinco a diez años. Con esta oferta se pretende incrementar significativamente las capacidades operativas de la Fuerza Aérea Colombiana, al tiempo que se fortalecen las relaciones estratégicas bilaterales.
Además, la administración del presidente Gustavo Petro busca maximizar los beneficios de Colombia a partir de esta negociación, principalmente a través de compensaciones industriales y sociales. Entre las prioridades se encuentran las inversiones en la mejora de las infraestructuras sanitarias, con recursos destinados a la modernización de hospitales en varias regiones de Colombia. Este enfoque pone de manifiesto una doble orientación hacia el desarrollo nacional junto con la modernización militar.
Esta propuesta estadounidense, junto con las infraestructuras de apoyo y una ambiciosa estrategia de compensación, representa un paso crucial para Colombia en sus esfuerzos por modernizar su fuerza aérea sustituyendo los cazas Kfir de fabricación israelí. La iniciativa también refleja los esfuerzos más amplios de ambas naciones para consolidar su asociación estratégica y fortalecer la cooperación militar e industrial de manera mutuamente beneficiosa.
Los cazas Kfir, que significa «cachorro de león» en hebreo, se introdujeron en la Fuerza Aérea Colombiana a principios de la década de 1990, adquiridos inicialmente de los excedentes de las Fuerzas de Defensa de Israel. Desde entonces, han sido objeto de varias actualizaciones para responder a las exigencias modernas del campo de batalla, principalmente para misiones de contrainsurgencia y ataque a tierra.
La adquisición de F-16 reforzaría significativamente las capacidades de defensa aérea de Colombia. Estos aviones multifuncionales, reconocidos por su agilidad y versatilidad, permitirían a la Fuerza Aérea Colombiana llevar a cabo una amplia gama de misiones, desde la superioridad aérea hasta los ataques de precisión. Además, la integración de tecnología avanzada aumentaría la interoperabilidad con las fuerzas aliadas, en particular con Estados Unidos, facilitando las operaciones conjuntas y el intercambio de información estratégica.
Durante décadas, Colombia ha sido considerada un socio clave de Estados Unidos en América Latina. Ambos países comparten intereses comunes en seguridad regional, operaciones antinarcóticos y promoción de la democracia. La adquisición de los F-16 se alinea con esta dinámica, reforzando los lazos militares y estratégicos al tiempo que contribuye a la modernización de las fuerzas armadas colombianas.
Fernando Valduga
seguramente via FMS como sucedió con argentina.
Gustavo Petro se encuentra “un poco” desubicado, ninguna empresa militar, fabrica equipo sanitario ni médico. Quizás quiera dinero, el cual, como casi siempre, desaparece en manos de políticos corruptos y sus testaferros.
El gobierno de Petro puede estar menos inclinado que otros a sentirse atraído a las influencias estadounidenses, pero Colombia es considerado por EEUU un aliado regional importante, en especial para oponerse a Venezuela, así como a las guerrillas que aún tienen relativa importancia. Por ello, hay muchos adeptos a favorecer a EEUU en la FAC, así como en los otros servicios de las FFAA del país. No olvidemos que la FAC ha participado en varios ejercicios Red Flag con la USAF, con lo que ha ganado cierta experiencia de interacción, y el ejército colombiano comparte información ISR con EEUU respecto de las guerrillas. La propuesta del gobierno estadounidense por los F-16 podría ser atractiva, ya que la entrega de un lote inicial de 8 aviones remozados en 2025 permitiría a la FAC no perder operatividad frente a la necesidad imperiosa de dar de baja a sus cazas Kfir. Pero un análisis semántico del artículo lo convierte en muy poco conveniente para Colombia. El lote inicial sería por F-16 MLU «disponibles en un tercer país», sin aclarar cuál, pero evidentemente serían aviones block 10-30. Luego propone la «donación» de otros 24 F-16 más en el término de 5-10 años, pero tampoco aclara el modelo. Si éstos últimos fuesen F-16V block 70/72 nuevos de fábrica podría ser una propuesta interesante. Pero la palabra «donación» podría interpretarse como «a precio de regalo» o poco más, lo que da a entender más MLU; quizá F-16 de lotes más modernos, como block 42/50/52 llevados a un nivel block 70/72, pero no nuevos. Es decir, Colombia reemplazaría aviones viejos, por otros de su misma condición, pero remozados recientemente. Insistimos que sería más adecuado adquirir LIFT de transición (FA-50/M-346/L-159, etc.) para recuperar las capacidades perdidas con la baja de los A-37B, y tomarse más tiempo para adquirir un verdadero avión de combate que pueda proyectar un ciclo de vida no menor a 30 años. A nuestro criterio el mejor avión de combate que podría adquirir Colombia es el Saab Gripen, por los motivos expresados en otros post. Se podría negociar la adquisición de JAS-39 E/F nuevos a largo plazo y una cierta cantidad de C/D remozados en leasing en un plazo de entrega menor (si esto fuese posible).
Parece una copia de lo que se ofreció a Chile. Un puñado de F-16 nuevos junto a otros de segunda mano. Chile creo que desaconsejó en su momento a Colombia hacer esto. Por eso los colombianos se fueron por aviones nuevos y sondearon RAFALE y ahora GRIPEN. Si los Gripen aseguran el apoyo de Brasil frente a las bravuconadas de Maduro ya habrán valido su precio. Entiendo que esa misma garantía ofrecía el RAFALE pero a mayor precio.