La marina china dice que está probando el arma helicoidal más poderosa del planeta.

Según se informa, la marina china está probando el cañón helicoidal más poderoso del planeta, un tipo de arma accionada electromagnéticamente capaz de lanzar proyectiles con muy alta velocidad y precisión.

En una prueba de disparo revelada al público por primera vez, el lanzador electromagnético aceleró un proyectil de 124 kg a una velocidad de 700 km/h en menos de 0,05 segundos, según los científicos involucrados en el proyecto.

Se trata del proyectil más pesado conocido utilizado en un experimento con un cañón de bobina. Si bien las dimensiones exactas y el alcance máximo del arma siguen estando clasificados, un proyectil que se mueva a tales velocidades podría alcanzar un objetivo a varios kilómetros de distancia.

Los cañones de bobina también se conocen como pistolas Gauss o aceleradores magnéticos. El arma consta de una serie de bobinas dispuestas a lo largo del cañón del arma, constituyendo cada una de ellas una “etapa”. Cada bobina se activa una tras otra para crear un campo magnético que puede levitar e impulsar un proyectil hacia adelante.

El proyectil suele permanecer suspendido en el centro de la bobina durante el lanzamiento, lo que ayuda a mantenerlo en línea recta e impide que toque la pared del cañón. Puede dispararse repetida y rápidamente sin desgastar los componentes.

Los cañones de bobina podrían revolucionar la forma en que se libran las guerras, permitiendo ataques más rápidos, precisos y devastadores contra objetivos enemigos. También podrían lanzar misiles o enviar satélites al espacio.

La tecnología existe desde hace décadas, pero los retos de la ciencia de los materiales y la electrónica han dificultado la construcción de modelos grandes y potentes.

Uno de los competidores más cercanos al cañón de bobina chino, un dispositivo de prueba de mortero electromagnético de bobina de 120 mm de calibre de los Laboratorios Nacionales Sandia de Estados Unidos, puede disparar un proyectil de 18 kg de peso. Es uno de los mayores dispositivos de este tipo jamás construidos.

Según un estudio publicado en enero por científicos israelíes en la revista Scientific Reports, otros sistemas del mundo suelen disparar proyectiles de unos pocos gramos de peso y unos milímetros de diámetro.

Cuanto mayor sea un cañón de bobina, mayor será su capacidad para disparar proyectiles similares a los que dispara la artillería tradicional. Un proyectil estándar de artillería de 155 mm utilizado por el ejército estadounidense pesa unos 43 kg, mientras que el misil de defensa antiaérea Indigo de Italia pesa 120 kg.

Según el equipo chino dirigido por el profesor Guan Xiaocun, de la Universidad Naval de Ingeniería, el cañón de bobina presenta una serie de ventajas sobre la artillería tradicional, como una mayor velocidad de lanzamiento, menores costes de lanzamiento y un tiempo de preparación más corto.

«Tiene potencial para lograr avances revolucionarios en cuanto a velocidad, alcance, potencia, precisión, seguridad, flexibilidad y fiabilidad», escriben Guan y sus colegas en un artículo publicado este mes en la revista Transactions of China Electrotechnical Society.

«Es ampliamente aplicable en ámbitos como los sistemas de armamento, los satélites cercanos a la Tierra y los lanzamientos de misiles de alta velocidad», añaden.

El cañón de bobina de 30 etapas aún está en fase de pruebas y no está claro cuándo se desplegará sobre el terreno. Sin embargo, el ejército chino ha invertido mucho en esta tecnología en los últimos años.

«La Universidad Naval de Ingeniería ha superado una serie de dificultades» en la construcción de un gran cañón de bobina, afirmó Ma Weiming, científico jefe del programa de lanzamiento electromagnético del ejército chino, en un artículo publicado en junio.

Ma explicó que entre los retos se encontraban el diseño y la fabricación de bobinas de gran calibre y alta densidad magnética y la tecnología de potencia pulsada compacta.

Añadió que China está desarrollando actualmente un cañón de bobina aún más potente, capaz de lanzar un proyectil a una velocidad de 3.600 km/h, lo que podría elevar el alcance mortal del arma a más de 100 km.

El rápido desarrollo de los cañones de bobina en China se debió en parte a un gran avance en la tecnología de sensores, según el equipo de Guan.

Los cañones de bobina generan un fuerte campo magnético al dispararse, que puede interferir con dispositivos electrónicos y sensores, por lo que la investigación sobre lanzadores electromagnéticos suele requerir medir el comportamiento de vuelo del proyectil por medios externos.

Sin embargo, el equipo de Guan ideó un nuevo proyectil inteligente equipado con sensores que están protegidos de las interferencias electromagnéticas gracias a materiales especiales, lo que les permite recopilar datos de alta calidad sobre el comportamiento de vuelo del proyectil. Estos datos precisos de los sensores internos pueden ayudar a los científicos a mejorar la eficacia y estabilidad de los cañones de bobina.

Mantener la suspensión del proyectil en el centro de la bobina durante el lanzamiento puede ser un reto, ya que cualquier desviación del centro puede hacer que el proyectil toque la pared del cañón y afecte a su trayectoria.

Los sensores de a bordo ayudaron a los científicos chinos a detectar problemas que el modelo informático no había detectado.

Según el equipo, al inicio del lanzamiento, el proyectil de prueba se encontraba en la parte inferior de la bobina motriz debido a la gravedad. Cuando se encendió la corriente pulsada, el proyectil de prueba fue empujado hacia arriba por la fuerza electromagnética.

Como la fuerza electromagnética era mayor en la cola del proyectil, hizo que éste se inclinara y chocara con la pared interior de la bobina de accionamiento, lo que hizo que los datos de aceleración fluctuaran, dijeron. Cuando el proyectil de prueba pasó por las etapas posteriores, empezó a tambalearse porque la corriente de impulso se disparó en el momento equivocado.

Descubrimientos como éste pueden ayudar a los científicos a mejorar el rendimiento de los cañones de bobina. Por ejemplo, el bamboleo puede reducirse ajustando el tiempo de disparo de la corriente de impulso que pasa por las bobinas.

Stephen Chen