Los ataques rusos en Ucrania hacen temer que el ejército esté al borde de la ruptura.
Los ataques con misiles de Rusia contra el sistema energético de Ucrania, el bombardeo de su segunda ciudad más grande y los avances a lo largo del frente están avivando la preocupación de que el esfuerzo militar de Kiev se esté acercando a un punto de ruptura.
La grave escasez de municiones y personal a lo largo de los 1.200 kilómetros de frente y las lagunas en la defensa aérea muestran que Ucrania se encuentra en su momento más frágil en más de dos años de guerra, según funcionarios occidentales con conocimiento de la situación.
El riesgo es un colapso de las defensas ucranianas, un evento que daría al Kremlin una apertura para hacer un avance importante por primera vez desde las etapas iniciales del conflicto, dijo al menos un funcionario.
Los próximos meses supondrán la prueba más dura para Ucrania, con una opinión pública cada vez más cansada de la guerra, especialmente en la ciudad de Kharkiv, en el este del país, que ha sido especialmente atacada.
Krystyna Malieieva, que huyó de la ciudad tras la invasión rusa y luego regresó, dijo que la imprevisibilidad de los ataques a infundido temor entre los residentes de la ciudad, aunque la mayoría no cree que el Kremlin pueda tomar una metrópolis cuya población antes de la guerra era de 1,5 millones de habitantes.
«Ahora hay un ambiente muy depresivo en Járkov», dijo en una entrevista Malieieva, propietaria de un centro familiar que regresó en 2023 tras pasar un año en Croacia y el Reino Unido. «La gente empezó a volver el año pasado, abrieron nuevos restaurantes… y ahora veo que la gente vuelve a huir».
Las fuerzas rusas se están beneficiando de una brecha cada vez mayor en el suministro de munición, ya que Moscú se asegurará 6 millones de proyectiles este año gracias al aumento de la producción y a los suministros de Corea del Norte e Irán, según un funcionario.
Por encima de todo esto está el paquete de ayuda estadounidense de 60.000 millones de dólares, víctima de las luchas internas de los republicanos de la Cámara de Representantes, que exigen al presidente Joe Biden concesiones en materia de inmigración.
En caso de que esos fondos no lleguen, no hay alternativa para Ucrania en su momento más oscuro, dijeron los funcionarios.
Lejos de poder recuperar el territorio ocupado, que era el objetivo del año pasado, las fuerzas de Kiev luchan por mantener la línea ante el avance ruso.
El presidente Volodymyr Zelenskyy declaró la semana pasada que Rusia podría movilizar hasta 300.000 nuevos soldados antes del 1 de junio.
El Congreso debe actuar para aprobar la ayuda militar, y no hay forma de evitarlo, dijo un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Estados Unidos no ve señales de un avance inminente de las fuerzas rusas, dijo un funcionario estadounidense, que habló bajo condición de anonimato.
Pero la moral de Ucrania es baja, y no se puede descartar la posibilidad de un colapso en su ejército, dijo otro funcionario.
La destrucción a primera hora del jueves de una central térmica a unos 45 kilómetros al sur de Kiev -la mayor productora de la región que rodea la capital- puso de manifiesto la vulnerabilidad del país ante los ataques con misiles.
Zelenskyy calificó la falta de defensa aérea del ejército como «el mayor desafío» en las horas posteriores al ataque.
El hundimiento del Trypilska formó parte de un bombardeo nacional con misiles y aviones no tripulados que alcanzó objetivos, incluidas plantas e instalaciones de almacenamiento de gas, en cinco regiones.
Los futuros del gas natural en Europa alcanzaron su nivel más alto en más de dos semanas, con una subida del 7,1%.
Las fuerzas rusas también han desplegado su potencia de fuego a lo largo de la línea del frente y han logrado avances marginales desde la captura de la ciudad oriental de Avdiivka en febrero.
Las tropas del Kremlin tratan de acercarse a puntos estratégicamente clave, como la ciudad de Chasiv Yar, al oeste de Bajmut, en la región ucraniana de Donetsk.
Tras meses de estancamiento, Zelenskyy y los legisladores ucranianos han agilizado una controvertida legislación para reforzar las filas de las fuerzas combatientes, aprobando una reducción de la edad de reclutamiento y endureciendo las normas del servicio militar obligatorio.
Una de las principales preocupaciones es Kharkiv, que las fuerzas rusas intentaron y no consiguieron tomar en la campaña inicial de la guerra.
La proximidad de la ciudad a la frontera rusa la hace vulnerable a los bombardeos rusos. Las fuerzas del Kremlin la han bombardeado con misiles balísticos S-300 y bombas planeadoras, arrasando franjas de zonas residenciales y destruyendo casi toda la capacidad local de generación de energía.
Por primera vez desde que comenzó la invasión, menos de la mitad de los ucranianos creen que el país puede recuperar todo el territorio arrebatado por Rusia, según una encuesta realizada en febrero por Rating Group, con sede en Kiev.
Y aunque la mayoría de los ucranianos siguen creyendo en la victoria, cada vez se cuestionan más lo que puede suponer.
De momento, no se ha producido un éxodo masivo de Kharkiv.
Oleksandr Savchuk, propietario de una editorial pequeña, dijo que los ataques diarios no le obligarán a marcharse hasta que Rusia no lleve la artillería hasta los límites de la ciudad.
«El hecho de que estemos aquí es también una forma de resistencia», afirmó.
Natalia Drozdiak
Si Ucrania termina agotada y arrinconada por falta de unos medios prometidos, me temo que la credibilidad internacional de la OTAN y la UE se hundirá hasta extremos peligrosos porque ya no seremos de fiar. Eso afectaría no solo a lo militar sino tambien a lo económico. Y en cualquier guerra, si la economía no funciona o languidece, esa guerra se puede dar por perdida. Es comprobable por el resultado de dos guerra mundiales. Nada nuevo.
No se puede poner ni una coma a lo dicho,así es ,siempre tarde,siempre lloramos por políticos profesionales lo que se pudo evitar
Esto ya lo deciamos desde el principio. La ayuda militar de occidente es necesaria y bienvenida, pero una vez se da ese paso hay que hacerlo con el compromiso de mantenerlo hasta el final. Si no se hace así la pérdida de confianza es obvia y se llegará al punto que se degrade tanto que el peso internacional se resentirán.
Por parte de los EE.UU. quedó patente que dejaron a Iraq y Afganistán en la estacada y con el trabajo sin hacer ¿Cómo encajarían sumar Ucrania a la lista de abandonados? ¿Cómo lo veremos el resto de países? Tal vez hasta sea útil para que en Europa no nos confiemos y nos empuje a espabilar, sobre todo si Trump sale elegido.
Me temo que estamos en el principio del fin. Estamos ya en otro mundo y lo que venga no creo que sea bueno
¿Esos ataques donde Rusia pierde el 80% de los vehículos y casi toda la infantería y que rara vez logran un mínimo avance?
Es cómo la gota chiná… poco a poco. Pierden hombres y equipo, que con el tiempo reponen, pero el territorio perdido…
El desgaste es un arma que se planifica, no es una mera estratagema.
Lo que todos sabemos hace meses, que Ucrania ha perdido y Zelensky se cargo el futuro del pais, ya no hay jovenes, ni hijos…
Es Putin el que se cargó el futuro de Ucrania. Eso no lo olvides.
Pero así es occidente, prefieren muerto hasta el último ucraniano antes que verlos unidos a Rusia. El pueblo Ucraniano nunca les ha interesado. Solo sus mezquinos intereses.
Tienes razon,esos intereses se llaman: LIBETAD
Y que está haciendo Europa al respecto ?