Los portaaviones británicos podrán disparar misiles de largo alcance desde sus cubiertas de vuelo.
El hecho de que la última Revisión Estratégica de la Defensa [SDR] del Reino Unido recomiende que la Royal Navy opere grupos aéreos «híbridos», es decir, compuestos por cazabombarderos F-35B y vehículos aéreos no tripulados, desde sus dos portaaviones Queen Elizabeth no es ninguna sorpresa: ya se han puesto en marcha proyectos en este sentido en el marco del proyecto “Vixen”, que forma parte del plan estratégico «Future Maritime Aviation Force».
En 2023, por ejemplo, el portaaviones HMS Prince of Wales lanzó y recuperó por primera vez un avión no tripulado Mojave MALE [Medium Altitude Long Endurance] suministrado por el fabricante estadounidense General Atomics.
Y la Marina británica está estudiando la posibilidad de adquirir un avión de este tipo para disponer de una nueva capacidad de vigilancia aérea que sustituya a sus helicópteros Merlin, equipados actualmente con un radar Crowsnest para realizar esta función.
Dicho esto, uno de los límites a la integración de los UAV en un grupo aéreo embarcado [SAG] es la ausencia de catapultas y puntales de detención a bordo de los dos portaaviones británicos. De ahí el interés manifestado por la Royal Navy por este tipo de sistemas.
Según el SDR, la combinación del F-35B [despegue corto y aterrizaje vertical] con «plataformas autónomas de colaboración y municiones operadas a distancia o drones kamikaze, proporcionaría a la Marina británica una capacidad a la vez «más potente y más rentable».
Pero este documento prevé ir aún más lejos. Aunque los dos portaaviones de la clase Queen Elizabeth sólo disponen de un armamento muy ligero de autodefensa -que se basa esencialmente en tres Phalanx CIWS [sistema de armamento de proximidad] y no en misiles tierra-aire como sus homólogos francés y estadounidense-, se habla de equiparlos con «misiles de precisión de largo alcance» que puedan «dispararse desde su cubierta de vuelo».
Este anuncio es una sorpresa, ya que la capacidad de disparar misiles convencionales de largo alcance está normalmente reservada a los submarinos nucleares de ataque (NAS) y a las fragatas. De hecho, las fragatas Tipo 26 que espera la Royal Navy irán equipadas con misiles Tomahawk y/o FMAN/FMC [misil antibuque / futuro misil de crucero], desarrollados en cooperación con Francia.
Dicho esto, tal concepto no es nuevo: inmovilizado desde 2017, el portaaviones ruso «Almirante Kuznetsov» tiene [o tenía] capacidad para disparar misiles P-700 “Granit” y 3K95 «Kinzhal», así como cohetes antisubmarinos RBU-12000.
George Allison
Lo primero que necesitan los británicos que asegurar la fiabilidad de esos portaaviones que no van muy sobrados.
Portaaviones obsoletos desde su botadura. Lo primero que hubieran debido instalar a bordo es un motor nuclear y después instalaciones suficientes para operar con aviones convencionales no sólo de despegue y aterrizaje vertical. El Charles de Gaulle Frances a pesar de sus años es superior a estos dos elefantes. En fin han querido ahorrar donde no debían
Si se preocupasen que los portaviones funcionasen bien como tal, y dejasen las labores de los escoltas para los escoltas…