Rusia promete tomar represalias si el Reino Unido permite a Kiev atacar su territorio con misiles Storm Shadow.

Moscú ha lanzado hoy una advertencia al nuevo primer ministro, Keir Starmer, cuando el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha afirmado que habrá una respuesta si el Reino Unido permite que Ucrania ataque a Rusia con armas británicas.

Los comentarios se produjeron después de que Keir dijera ayer a los periodistas de camino a Washington para asistir a la cumbre del 75 aniversario de la OTAN que las decisiones sobre el uso de los misiles Storm Shadow de largo alcance suministrados por el Reino Unido correspondían a las fuerzas armadas ucranianas.

Los misiles Storm Shadow, con una precisión de más de 240 kilómetros, ya han sido utilizados por Ucrania para alcanzar objetivos en territorio ocupado por Rusia con gran éxito.

Pero Keir dijo ayer que la ayuda militar británica era “con fines defensivos, pero corresponde a Ucrania decidir cómo desplegarla con esos fines defensivos”, indicando que Kiev podría utilizar ahora los misiles para atacar objetivos en suelo ruso ante los continuos ataques.

Peskov dijo que tal movimiento sería un “paso absolutamente irresponsable hacia una escalada de las tensiones”, añadiendo que el Kremlin “registraría cuidadosamente todo esto y, por supuesto, tomaría las medidas apropiadas”.

La amenaza apenas velada del portavoz de Vladimir Putin se produjo mientras el ministro de las Fuerzas Armadas británicas afirmaba que el Gobierno intentará completar su revisión estratégica de defensa en menos de un año, en medio de las advertencias de antiguos jefes militares de que Gran Bretaña no está preparada para la amenaza de guerra.

Luke Pollard afirmó que las fuerzas armadas británicas se han enfrentado a 14 años de “vaciamiento y falta de financiación” bajo el régimen conservador, lo que ha conducido a una “reducción de las capacidades”.

Pollard insistió en que la nueva administración laborista trabajaría “a marchas forzadas” para concluir la importante evaluación que, según Keir, debe llevarse a cabo antes de que se tomen decisiones sobre el aumento del gasto en defensa hasta el 2,5% del PIB, un objetivo con el que el Primer Ministro se ha comprometido “firmemente”.

En su comparecencia en la ronda matinal del miércoles, Pollard dijo que el manifiesto laborista establecía un plazo de un año y que el Gobierno quiere llevar a cabo la revisión “más rápido que eso debido a la urgencia de las situaciones a las que nos enfrentamos”.

El Primer Ministro ha sido muy claro: quiere que esta revisión se lleve a cabo a buen ritmo”, declaró a Times Radio.

Al hablar con los oficiales militares, afirmó que le habían “tranquilizado” en el sentido de que “tenemos la capacidad de defender a Gran Bretaña”, pero declaró al programa Today de Radio 4 de la BBC: “Lo que queremos es asegurarnos de que estamos cubriendo las lagunas para disuadir cualquier agresión futura y derrotarla si es necesario”.

La revisión dará “prioridad a la OTAN” y se centrará en “nuestro compromiso inquebrantable con el Atlántico Norte, con la zona de Europa, para asegurarnos de que no sólo mantenemos a salvo al Reino Unido, sino también a nuestros aliados”.

El ministro negó las acusaciones de que los laboristas no hubieran hecho “los deberes” para determinar qué áreas necesitaban más financiación antes de llegar al poder.

Cuando se le dijo que el partido “no había estudiado en qué había que gastar” durante una aparición en Sky News, afirmó: “Eso no es cierto… Saben que en la oposición no se tiene acceso a los informes clasificados, a la información que se necesitaría para determinar la forma y el tamaño que deberían tener nuestras fuerzas armadas”.

Keir se enfrenta a la presión de los críticos de la oposición y de antiguos jefes militares sobre el calendario de la toma de decisiones sobre la financiación, con algunos argumentando que no puede esperar dada la gravedad de las amenazas a las que se enfrenta Gran Bretaña.

El almirante Lord West, antiguo jefe de la Armada y ministro de Seguridad durante el anterior gobierno laborista, afirmó que la nueva administración estaba “retrasando el gasto de dinero” al no establecer un plan, lo que significaba que “no hay dinero” para el Ministerio de Defensa.

Los conservadores, que afirmaron que aumentarían el gasto en defensa hasta el 2,5% del PIB en 2030 antes de perder las elecciones, dijeron que el planteamiento era “perjudicial para las fuerzas armadas”.

Al inaugurar ayer la cumbre del 75 aniversario de la OTAN, de tres días de duración, el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció un nuevo sistema de defensa antiaérea para Kiev e instó a la unidad contra Vladimir Putin, que lanzó la invasión de Ucrania en 2022.

Biden prometió enviar a Kiev un sistema Patriot adicional, además de dos nuevos sistemas cedidos por Alemania y Rumanía y uno que Holanda ha dicho que está ensamblando con piezas de otros aliados.

Para subrayar la desesperada necesidad de Ucrania de estos sistemas, Rusia disparó una andanada de misiles en vísperas de la cumbre que mató a decenas de personas en todo el país, incluso en Kiev, donde un hospital infantil quedó reducido a escombros.

No se equivoquen. Ucrania puede detener -y detendrá- a Putin”, afirmó Biden entre aplausos.

Pero el propio presidente estadounidense se enfrenta a un duro desafío electoral por parte de Donald Trump, que ha cuestionado en voz alta la utilidad de la OTAN y anteriormente dijo que sería capaz de “acabar con la guerra en 24 horas” si estuviera al mando.

Estos comentarios hicieron temer que Washington retirara rápidamente su apoyo militar a Ucrania y tratara de obligar al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, a aceptar un acuerdo de paz que supondría la cesión de grandes extensiones de territorio a Moscú.

A principios de este año, los aliados republicanos de Trump en el Congreso estadounidense también forzaron un retraso de meses en la aprobación de nuevas armas para Ucrania.

La idea no pasa desapercibida para los líderes de la OTAN, y el secretario general saliente, Jens Stoltenberg, reconoce los interrogantes sobre el apoyo continuado de Estados Unidos.

Ucrania ha demostrado un valor extraordinario y los aliados de la OTAN le han prestado un apoyo sin precedentes. Pero seamos sinceros: ni siquiera nuestro apoyo a Ucrania ha sido un hecho”, declaró Stoltenberg.

Recuerden: el mayor coste y el mayor riesgo será que Rusia gane en Ucrania. No podemos permitirlo”.

David Averre