Un caza F-16V taiwanés pone en la mira a un dron militar chino mientras aumentan las tensiones regionales.

Un caza F-16V taiwanés, suministrado por Estados Unidos, apuntó a un dron militar chino sobre las aguas en disputa que rodean la isla autónoma de Taiwán. Este incidente se produjo en medio de una escalada de tensiones a medida que China aumentaba sus actividades militares en torno a la isla, reafirmando sus reivindicaciones territoriales.

China considera Taiwán parte integrante de su territorio, a pesar de no haber ejercido nunca el control sobre la isla. El gobierno chino nunca ha descartado el uso de la fuerza para lograr la reunificación y aplica continuas presiones militares, sobre todo mediante frecuentes incursiones aéreas y navales en la zona de identificación de defensa aérea (ADIZ) de Taiwán.

Estas demostraciones de fuerza se han intensificado en los últimos años, con maniobras militares a gran escala alrededor de la isla que reflejan una estrategia de coacción destinada a disuadir cualquier movimiento independentista y a poner a prueba la capacidad de respuesta de las fuerzas armadas taiwanesas.

Durante los recientes simulacros en los que 59 aviones chinos rodearon Taiwán, un dron Wing Loong-2 y otro Wing Loong-10 fueron identificados y fotografiados explícitamente por primera vez por los militares taiwaneses. La Fuerza Aérea de la República de China (RoCAF) difundió imágenes de estos drones chinos, captadas mediante sistemas electroópticos a bordo de sus cazas F-16V Viper y aviones de vigilancia marítima P-3C Orion.

La interceptación tuvo lugar mientras China realizaba amplios ejercicios navales y aéreos alrededor de la isla, y el Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán rastreó 59 aviones del Ejército Popular de Liberación (PLA) y nueve buques del PLAN entre el 17 y el 18 de marzo.

En incursiones anteriores, los informes taiwaneses habían identificado drones de reconocimiento-ataque BZK-005 ISR y TB-001 entrando en la ADIZ de Taiwán, pero ésta era la primera vez que se informaba de la presencia de los Wing Loong-2 y Wing Loong-10 (también conocidos como Wuzhen-10 o WZ-10) en tales operaciones. El Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán rara vez especifica los tipos de aeronaves militares chinas que rastrea o intercepta, y suele referirse a ellas genéricamente como «aviones» y «drones». Aunque es posible que estos drones se hayan utilizado en operaciones anteriores, ésta es la primera ocasión en que se han identificado y fotografiado explícitamente.

Una imagen del Wing Loong-10, captada por el sistema electro-óptico del P-3C Orion, lo muestra desde un ángulo lateral-posterior, con sus dos escapes visibles. Estos escapes, ocultos dentro del fuselaje entre los estabilizadores verticales inclinados, identifican al dron como la variante «Wind Shadow», equipada con dos motores turbofan. En cambio, la variante «Cloud Shadow» tiene un solo motor con una tobera de escape más sencilla. El Wing Loong-10 ya había sido avistado sobre el Pacífico occidental, y los datos de seguimiento de aeronaves de código abierto registraron su presencia al norte de la línea mediana del estrecho de Taiwán en febrero y marzo.

El UCAV Wing Loong-2 fue fotografiado por el dispositivo de puntería Sniper ATP de un F-16V taiwanés. La Agencia de Noticias Militares de Taiwán se refirió a este dron como «UAV de ataque de tipo 2» y al Wing Loong-10 como «UAV Wuzhen-10».

El Wing Loong-2 es un dron de combate de altitud media y larga resistencia (MALE) desarrollado por Chengdu Aircraft Industry Group. Puede realizar misiones de reconocimiento, vigilancia y ataque y transportar una carga útil de hasta 480 kg, incluidos misiles aire-tierra y bombas guiadas. Tiene una autonomía de aproximadamente 32 horas y una velocidad máxima de unos 370 km/h. Su diseño se asemeja al del MQ-9 Reaper estadounidense, con una configuración de ala alta y un motor de hélice montado en la parte trasera.

El Wing Loong-10, por su parte, es un dron furtivo de gran altitud y larga resistencia (HALE) propulsado por motores a reacción. Puede volar a altitudes superiores a 12.000 metros y alcanzar velocidades de unos 620 km/h. Diseñado principalmente para misiones de inteligencia electrónica (ELINT) y guerra electrónica (EW), también puede equiparse con armamento de ataque de precisión. Su avanzado diseño aerodinámico, que incluye estabilizadores inclinados y un fuselaje optimizado para una baja observabilidad, mejora su capacidad de supervivencia frente a los sistemas de defensa antiaérea.

Además, la incertidumbre política en Estados Unidos, especialmente con la reelección de Donald Trump, añade otra capa de imprevisibilidad al equilibrio de poder regional. Mientras que la administración Biden ha mantenido un apoyo militar constante a Taiwán, el enfoque más transaccional e impredecible de Trump hacia las relaciones internacionales podría cuestionar la estabilidad de los compromisos estadounidenses.

Un posible cambio estratégico en la política de Washington podría tener implicaciones directas en la postura de Pekín, lo que posiblemente llevaría a un aumento de las acciones militares chinas contra la isla. En este entorno incierto, cada incursión del PLA y cada respuesta taiwanesa contribuyen a aumentar el riesgo de un conflicto regional con ramificaciones globales.

Ryan Chan