Del rumor a la realidad: Irán amplía su Fuerza Aérea con la compra del Sukhoi Su-35.
Según han confirmado las agencias de noticias Reuters y TASS, el general Ali Shadmani, del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), confirmó el citado acuerdo de compra. Shadmani destacó la intención de Irán de reforzar sus capacidades militares en todos los ámbitos, incluidas las fuerzas aéreas, terrestres y navales, y señaló que la producción nacional de equipo militar también estaba aumentando.
Aunque el general Shadmani no reveló detalles específicos (como la cantidad de aviones comprados o el coste total), lanzó una advertencia directa contra los adversarios de Irán.
Según varias fuentes, los funcionarios iraníes habrían concretado el acuerdo por el Su-35 en noviembre de 2023, apenas unos días después de que Irán y Rusia firmaran un Tratado de Asociación Estratégica Integral destinado a impulsar la cooperación en varios ámbitos, incluida la defensa. El acuerdo no solo señala el giro estratégico de Irán hacia la modernización de su envejecida flota aérea, sino que también consolida la creciente alineación en materia de defensa entre Teherán y Moscú.
El Sukhoi Su-35, que entró en servicio en 2014, es un avión monoplaza, bimotor y supermaniobrable de gran capacidad, diseñado principalmente para misiones de superioridad aérea, con capacidades secundarias aire-tierra. Es conocido por su aviónica avanzada, sus potentes motores (con toberas de empuje vectorial que le otorgan una agilidad excepcional) y su impresionante carga útil de armas.
Estas características podrían ofrecer un salto significativo en la capacidad de la Fuerza Aérea iraní, que ha luchado durante décadas contra las sanciones internacionales y un suministro limitado de aeronaves modernas.
En la actualidad, Irán opera una flota mixta de aviones rusos antiguos, incluidos el Su-24MK y el MiG-29A, así como viejos aviones de combate fabricados en Estados Unidos, como el F-4 Phantom y el F-5E Tiger II, remanentes de antes de la revolución iraní de 1979. Los problemas de mantenimiento y de repuestos han obstaculizado durante mucho tiempo la preparación operativa de estos aviones más antiguos, por lo que la llegada de los Su-35 es un avance especialmente notable.
Los expertos en defensa advierten que la incorporación de los Su-35 al ejército iraní no transformará de la noche a la mañana la capacidad de proyección de poder de Teherán, en particular debido a los largos ciclos de entrenamiento que requieren los pilotos y las tripulaciones de tierra iraníes para dominar plataformas tan avanzadas. Sin embargo, no hay duda de que los aviones podrían plantear nuevas complejidades para los adversarios que intenten atacar las instalaciones nucleares o militares de Irán.
“Si los aviones se suman a la flota de la República Islámica, podrían plantear una capa adicional de desafíos para quienes buscan asestar un golpe indiscutible contra la infraestructura nuclear o militar del régimen”, señaló un analista de defensa. Esta preocupación se debe a los sofisticados sistemas de guerra electrónica y de radar del Su-35, que, junto con las municiones modernas, refuerzan la defensa territorial y la postura de disuasión de Irán.
Behnam Ben Taleblu, miembro de la Fundación para la Defensa de las Democracias, se hizo eco de cierta cautela sobre el acuerdo, observando que ha habido numerosos “comienzos en falso, informes tempranos, rumores e incluso desinformación” en torno a la búsqueda de aviones de combate avanzados por parte de Irán. “Ver el avión en Irán será la indicación más verdadera de que el acuerdo se ha llevado a cabo”, dijo.
No obstante, si se concreta plenamente, un acuerdo de este tipo “mejoraría significativamente la defensa territorial iraní” en un momento en que el régimen también se está centrando en las capacidades de ataque de largo alcance mediante drones y misiles.
El acuerdo por el Su-35 llega en medio de un acercamiento más amplio entre Irán y Rusia. Teherán y Moscú han encontrado puntos en común en cuestiones como el conflicto sirio, donde ambas naciones apoyaron al gobierno del presidente sirio Bashar al-Assad.
En los últimos años, Washington ha acusado a Irán de proporcionar drones militares a Rusia, presumiblemente utilizados en zonas de conflicto, incluida Ucrania, lo que demuestra una vez más cómo cada parte ha tratado de aprovechar la experiencia o el hardware del otro.
El tratado integral firmado por Irán y Rusia a principios de año –en el que se comprometen a cooperar en sectores como la energía, el comercio, la tecnología y la defensa– pone de relieve cómo la presión y las sanciones occidentales han acercado en ocasiones a las dos naciones.
Si la compra del Su-35 forma parte de un patrón más amplio de colaboración militar, los observadores dicen que bien podría reconfigurar el cálculo de seguridad regional en Oriente Medio, lo que suscitaría preocupación entre los estados árabes del Golfo, Israel y Estados Unidos.
Los vecinos de Irán han seguido de cerca la evolución de sus programas militares convencionales y no convencionales. Israel, en particular, considera que el creciente arsenal iraní de drones, misiles balísticos y, ahora potencialmente, aviones de combate avanzados constituye una amenaza creciente. Sus funcionarios suelen subrayar que Israel se reserva el derecho de actuar preventivamente si considera que su seguridad está en peligro por la actividad militar iraní.
Los gobiernos occidentales, ya alarmados por el progreso nuclear y el programa de misiles balísticos de Irán, pueden considerar la adquisición de los Su-35 como otro factor desestabilizador. En el pasado, los regímenes de sanciones y las negociaciones diplomáticas han intentado limitar el acceso de Irán a armamento militar moderno. Esta compra, de confirmarse, sugiere que esas limitaciones han demostrado ser poco efectivas.
Si bien la llegada del Su-35 indudablemente ofrecería nuevas capacidades para la Fuerza Aérea de Irán, aún persisten desafíos:
- Mantenimiento y logística: operar un avión de combate de cuarta generación requiere entrenamiento especializado, acceso regular a repuestos e infraestructura de mantenimiento avanzada. Las instalaciones de logística y reparación existentes en Irán no están necesariamente preparadas para una afluencia de aeronaves sofisticadas, aunque los ingenieros y técnicos iraníes tienen una larga historia de improvisación e innovación debido a las sanciones.
- Entrenamiento de pilotos: Los pilotos iraníes necesitarán una instrucción exhaustiva para utilizar de manera eficaz todo el conjunto de capacidades del Su-35, desde los modos de radar avanzados hasta la guerra electrónica de alta tecnología. Este podría ser un proceso continuo, especialmente si se requiere un gran número de nuevos pilotos.
- Integración con sistemas más antiguos: la integración del Su-35 en una estructura de fuerza que aún incluye F-4 y F-5 con décadas de antigüedad, presenta desafíos de interoperabilidad. Los aviones modernos y sus sistemas de apoyo en tierra a menudo requieren enlaces de datos, sistemas de comunicación y redes de comando y control actualizados.
- Incertidumbre política: Las relaciones internacionales, en particular con Rusia, pueden cambiar en función de las prioridades geopolíticas. Cualquier deterioro en las relaciones entre Teherán y Moscú podría afectar el suministro de repuestos y mejoras necesarias para mantener los Su-35 en óptimas condiciones operativas.
Para Teherán, la adquisición de aviones de combate rusos marca un hito importante. Estos aviones no sólo constituyen un elemento disuasorio potencial contra cualquier ataque a la infraestructura nuclear o militar iraní, sino que también son una señal para los actores regionales (y para el público local) de que, a pesar de años de sanciones, Irán sigue comprometido con la modernización de su ejército.
Sin embargo, quedan algunas preguntas importantes: ¿cuántos Su-35 se entregarán y en qué plazo? ¿Seguirá Rusia suministrando la logística y el apoyo que requieren estas plataformas avanzadas? ¿Y cómo responderán Israel, Estados Unidos y los Estados árabes del Golfo, especialmente si se considera que este avance altera el equilibrio de poder regional?
Mientras los observadores esperan pruebas concretas de la llegada de los aviones a las pistas iraníes, muchos analistas dicen que este acuerdo es más que una simple venta de armas: simboliza una asociación estratégica cada vez más profunda entre dos naciones cada vez más enfrentadas con las potencias occidentales.
Si los aviones finalmente aterrizan en el inventario de Irán, se convertirán en una señal tangible de la evolución de las capacidades de defensa de Teherán y en una nueva consideración para los planificadores militares de todo Oriente Medio.
Michal Fencl
El menor problema de Irán ahora es tener dos escuadrones de Su-35. El enfrentamiento directo con Israel ha demostrado que Israel puede atacar a aIran si quiere pero a la inversa no está tan claro. Además Irán ha perdido todos los aliados con que podría amenazar a Israel. Una vez vista la debilidad militar de Irán Israel o Arabia Saudita saben que estos Su-35 solo serían una pequeña molestia. Y si se añaden los problemas internos de Israel con crisis económica descontento social y mucha gente discutiendo al régimen es más probable que los Su-35 se usen para amedrentar a la población civil que para hacer frente a un enemigo externo
Finalmente Iran cuenta con aviones que la Fuerza Aérea Israeli va a derribar……
…. asumiendo que los ayatolás los dejen salir de las cuevas/túneles donde los tendrán escondidos
Primero que entren en Irán. Que todo el mundo se cree que es «entrafácil» y luego no entran ni con F35s
Irán debe acabar con el genocidio Palestino. Sólo ellos conseguirán salvar al pueblo palestino del exterminio 2.0.