Por primera vez, Finlandia autoriza a un avión espía sueco a realizar una misión cerca de Rusia.

En los últimos meses, se han sucedido maniobras militares en el norte de Europa. El 28 de julio, por ejemplo, la Luftwaffe alemana puso en marcha el ejercicio «Rapid Viking» para probar su capacidad de desplegar seis cazas Eurofighter EF-2000 en la base aérea de Keflavik [Islandia] lo más rápidamente posible… y con una huella logística mínima [es decir, con sólo 25 toneladas de material, transportadas por un A400M “Atlas”].

Este ejercicio no es en absoluto insignificante dada la importancia estratégica de Islandia. La isla es esencial para garantizar la seguridad de los suministros entre Norteamérica y Europa, a través del llamado paso GIUK [Groenlandia – Islandia – Reino Unido].

En mayo y junio, ya miembro de la OTAN, Finlandia, que comparte 1.340 km de frontera con Rusia, organizó cuatro maniobras militares combinadas: ACE (Arctic Challenge Exercise), Nothern Forrest, Arrow y Lightning Strike. Algunas de ellas tuvieron lugar en el Círculo Polar Ártico.

Rusia no se queda atrás. El 2 de agosto, el Ministerio de Defensa ruso anunció el inicio de las maniobras navales «Ocean Shield 2023» en el mar Báltico, con la participación de una treintena de buques y otros tantos aviones. «Se diseñarán medidas para proteger las rutas marítimas, transportar tropas y carga militar y defender la costa», declaró. Añadió que, al término de estos ejercicios, «los buques se redesplegarán interflota a puntos de base permanentes, y la fuerza aérea regresará a sus aeródromos».

A primera vista, estas maniobras pretenden preparar a la marina rusa para contrarrestar las capacidades de interdicción y denegación de acceso que podrían desplegarse para bloquear las rutas marítimas [y aéreas] que conducen al enclave de Kaliningrado. Y esto en un momento en que prácticamente todos los demás países ribereños del Báltico son miembros de la OTAN… De hecho, Suecia todavía tiene que esperar para unirse a la Alianza, ya que su solicitud sigue bloqueada por Hungría y Turquía. Pero mientras tanto, se comporta como si ya fuera miembro.

En cualquier caso, aunque no es inusual que las Fuerzas Aéreas suecas lleven a cabo misiones de inteligencia electrónica en la región del Báltico utilizando los dos aviones Gulfstream S102B «Korpen» de su 74º Escuadrón de Aviación Especial, la misión llevada a cabo el 2 de agosto no tenía precedentes, según Per Erik Solli, del Instituto Noruego de Asuntos Internacionales.

Por primera vez, un S102B ‘Korpen’ fue a recoger información de inteligencia de señales [ROEM] cerca de la península de Kola, sede de la Flota del Norte rusa y de la base aérea de Oleynia utilizada por los bombarderos rusos para atacar Ucrania. Para ello, el avión sueco tuvo obviamente que sobrevolar Finlandia. Esto nunca había ocurrido antes.

El S102B ‘Korpen’ «voló de un lado a otro sobre el lago Inari durante unas dos horas […] antes de girar hacia el sur y continuar a lo largo de la frontera oriental de Finlandia», explica The Barents Observer, que considera esta misión sueca a Finlandia como una «señal fuerte» para Moscú sobre la contribución de la defensa nórdica a las operaciones de la OTAN.

Dicho esto, durante la Guerra Fría, las fuerzas británicas y estadounidenses multiplicaron sus misiones de inteligencia sobre el mar de Barents y alrededor de la península de Kola. Y aunque Noruega es miembro de la OTAN, nunca ha autorizado tales vuelos desde su territorio… A diferencia de Finlandia que, incluso antes de ser admitida oficialmente en la Alianza, abrió su espacio aéreo a un RC-135 Rivet Joint de la Fuerza Aérea estadounidense.

«Vuelos similares en el espacio aéreo finlandés también se llevarán a cabo en el futuro, con diferentes tipos de aeronaves, tanto tripuladas como no tripuladas. Estos vuelos se llevan a cabo bajo dirección y supervisión nacionales, de conformidad con las leyes y reglamentos finlandeses», explicó también Helsinki tras esta primera misión estadounidense.

Laurent Lagneau