Una linterna extraviada aspirada por el motor de un F-35 causa daños por valor de 4 millones de dólares.
Una linterna portátil dejada dentro de la admisión del motor de un caza F-35 de la USAF fue aspirada por el motor durante una operación de mantenimiento en la Base Luke de la Fuerza Aérea, Arizona, en marzo de 2023, causando daños por valor de casi 4 millones de dólares, según un nuevo informe de investigación de accidentes.
La investigación, publicada el 19 de enero, culpa al encargado del mantenimiento por no seguir las directrices conjuntas y de la Fuerza Aérea de Estados Unidos como causa principal del accidente, que dañó el motor de 14 millones de dólares lo suficiente como para que no pudiera repararse localmente.
Sin embargo, los investigadores también citaron problemas con el Sistema Autónomo de Información Logística (ALIS) del F-35 como un factor sustancial. El ALIS está pensado para integrar operaciones, mantenimiento, pronóstico, cadena de suministro, servicios de atención al cliente, formación y datos técnicos, pero el sistema ha tenido problemas con la falta de conectividad en tiempo real, interfaces anticuadas y más.
Como consecuencia, dice el informe, “el considerable número de listas de comprobación y la dificultad para acceder a las correcciones provocan complacencia cuando los usuarios consultan los procedimientos de mantenimiento necesarios”.
El accidente en cuestión se produjo el 15 de marzo, cuando un equipo de mantenimiento de tres personas estaba completando una Directiva de Cumplimiento de Tiempos Técnicos en el F-35 para “instalar un tapón dosificador en la línea de combustible del motor y realizar una comprobación de fugas en el nuevo tapón dosificador mientras el motor estaba en marcha”, según el informe.
Una vez instalado el tapón, un técnico realizó una verificación del inventario de herramientas, antes de que otro técnico llevara a cabo una inspección del motor. Para ello, el técnico utilizó una linterna para inspeccionar la entrada del motor y la dejó olvidada en el borde de la entrada.
El técnico que realizó la inspección del motor lo puso en marcha durante cinco minutos para comprobar si había fugas de combustible. Durante este tiempo, la cabina no mostró ningún indicio de daños causados por objetos extraños en el motor, pero cuando se apagó el motor, el equipo informó que se oían ruidos anormales. El técnico que dirigió la operación del motor realizó otra inspección e identificó los daños, mientras que el técnico que realizó la primera comprobación del inventario de herramientas realizó otra y observó que faltaba una linterna.
Finalmente, el motor sufrió daños en el rotor de la segunda etapa, el rotor de la tercera etapa, el rotor de la quinta etapa, el rotor de la sexta etapa, la tobera de combustible, el conducto de derivación, el compresor de alta presión (HPC), la turbina de alta presión (HPT) y el álabe variable de entrada del ventilador, valorados en 3.933.106 dólares.
Los investigadores descubrieron que el aviador que realizó la inspección antes de que el motor se pusiera en marcha no siguió las advertencias de los Datos Técnicos Conjuntos de retirar todos los objetos sueltos antes de entrar en la toma del avión y de asegurarse de que todas las tomas y escapes del motor estuvieran libres de objetos extraños y sueltos. El aviador tampoco siguió las instrucciones del Departamento de las Fuerzas Aéreas de “realizar un inventario visual” del kit de herramientas después de completar cada tarea.
Por último, el informe también concluía que la práctica local de la 62ª Unidad de Mantenimiento de Aeronaves no seguía plenamente las instrucciones del DAF, que exigen que la persona que firma la salida del juego de herramientas realice comprobaciones visuales del inventario. En su lugar, la práctica de la unidad consistía en que la persona que realizaba la puesta en marcha del motor llevara a cabo la comprobación del inventario. Como resultado, los dos aviadores implicados en el accidente pensaron que se había encontrado la linterna.
El factor ALIS en el accidente supone otro problema más para el problemático programa de mantenimiento del F-35. El programa ha estado plagado de elevados costes y problemas técnicos, y los legisladores ya han expresado su frustración con ALIS en otras ocasiones. La Oficina Conjunta de Programas está en proceso de pasar a una nueva “Red Integrada de Datos Operacionales”, pero los responsables la describen como un esfuerzo gradual: lleva cuatro años en marcha.
Fernando Valduga
La Marina Británica también perdió una unidad del F-35 porque despegando aspiró un chaleco mal ajustado de un operario que estaba en la cubierta del barco…acabó en el fondo del mar (el chaleco y el avión).
Espero que cuando la Armada Española adquiera este avión se acuerde de todas estas cosas…vamos a comprar muy pocas unidades (el Ministerio de Defensa tiene previsto invertir 6.250 millones de € en el sustituto del AV-8 y F18 -ya te puedes imaginar qué avión será…-) y no es plan de perder aviones por tonterías.
Eso le pasa a cualquier avion occidental. Dejas algo para que lo aspire y se mete en problemas.
Muchos aviones rusos vienen con una reja o filtro que impediria que algun objeto entre al motor. No se porque no los imitan.
segun dices tu, tendran rejas/filtro , pero no vuelan por falta de repuestos y/o mantenimiento y son de prestaciones menores
Cualquier cosa en estado sólido que aspiren los motores a reacción, tiene todas las papeletas para dañarlos, ya sea f36, f16, etc…
Las mejores fotografías que he visto de este avión y una gran lección de procedimientos a seguir en cualquier tipo de mantenimiento industrial.
La verdad es que la imagen es poderosa no debe extrañar que los pilotos estén entusiasmados con el tiempo y madurando será un referente en cazas de ataque