Aviones filipinos y estadounidenses sobrevuelan un banco de arena en disputa en un ‘mensaje’ a Pekín.

Dos aviones de combate filipinos y dos bombarderos estadounidenses realizaron el martes ejercicios conjuntos de patrulla aérea –los primeros bajo la administración del presidente estadounidense Donald Trump– que los llevaron cerca de Scarborough Shoal, un punto clave en el Mar de China Meridional.

Los analistas dijeron que el ejercicio subrayó los esfuerzos de Manila para hacer valer sus reivindicaciones marítimas y al mismo tiempo puso a prueba el compromiso de Washington con la seguridad regional en el marco de la renovada alianza entre Estados Unidos y Filipinas.

Durante una conferencia de prensa el mismo día, el jefe de asuntos públicos de las Fuerzas Armadas de Filipinas, coronel Xerxes Trinidad, dijo que era “el primer ejercicio bajo la administración [de Trump]”.

Cuando se le preguntó sobre las implicaciones para las relaciones entre Estados Unidos y Filipinas, Trinidad dijo que los lazos bilaterales “se habían establecido durante un largo período de tiempo” y se mantenían fuertes tanto a nivel militar como entre los pueblos. “Esperamos que sigan siendo así”, agregó.

El banco de arena Scarborough ha sido un punto clave en el Mar de China Meridional, donde Pekín hace valer amplias reivindicaciones en el marco de su “línea de nueve puntos”, una postura que el Tribunal Internacional de La Haya rechazó en 2016. El fallo también reconoció al atolón, que se encuentra dentro de la zona económica exclusiva (ZEE) de Filipinas, como un caladero tradicional para las naciones del sudeste asiático. Sin embargo, China sigue restringiendo el acceso a esta formación marítima.

Las tensiones en la zona se exacerbaron en diciembre pasado cuando China presentó a las Naciones Unidas cartas náuticas y coordenadas geográficas reclamando oficialmente el banco, al que llamó isla Huangyan, como parte de su territorio marítimo.

La portavoz de la Fuerza Aérea de Filipinas, coronel María Consuelo Castillo, aclaró que los dos aviones de combate FA-50 y los dos bombarderos pesados ​​supersónicos Rockwell B-1 Lancer de la Fuerza Aérea del Pacífico de Estados Unidos no “sobrevolaron” Scarborough Shoal, pero podrían haber rozado “partes” del atolón durante sus vuelos.

Parte de las maniobras incluyeron que dos FA-50 simularan una “interceptación aérea” de los dos bombarderos estadounidenses B-1 Lancer que ingresaban a territorio filipino, dijo Castillo.

Un tercer FA-50 también estuvo presente para documentar el ejercicio de intercepción aérea a través de videos y fotografías, dijo más tarde la oficina de asuntos públicos de la fuerza aérea.

Según Castillo, Scarborough Shoal se encuentra dentro de la “zona de entrenamiento militar intensivo” del ejercicio, que cubre “una gran parte” de la ZEE de Filipinas.

Los ejercicios aéreos anteriores también se habían realizado cerca de Scarborough Shoal y formaban parte de los ejercicios regulares planificados por la Junta de Defensa Mutua y la Junta de Compromiso de Seguridad conjuntas de Estados Unidos y Filipinas, que operan bajo el Tratado de Defensa Mutua de 1951 entre ambos países, dijo Castillo.

El ejercicio del martes tenía como objetivo mejorar la interoperabilidad, mejorar el conocimiento del dominio aéreo y fortalecer el empleo ágil en el combate, dijo Castillo, y señaló que los pilotos involucrados estaban preparados para «todas las contingencias», incluido cualquier posible uso de láseres por parte de aviones chinos.

En agosto, Manila dijo que dos aviones de guerra chinos lanzaron bengalas y ejecutaron maniobras peligrosas en la trayectoria de vuelo de un avión de transporte ligero NC-212i de la Fuerza Aérea de Filipinas cerca de Scarborough Shoal.

El Comando del Teatro Sur del Ejército Popular de Liberación de China emitió un comunicado justificando el uso de las bengalas, diciendo que el avión había invadido «ilegalmente» el espacio aéreo sobre Huangyan.

Los observadores elogiaron el ejercicio del martes como «un mensaje a China» de que tanto Filipinas como Estados Unidos no reconocían el reclamo de Pekín sobre Scarborough Shoal.

“Este es un mensaje a China de que estamos defendiendo nuestra soberanía legal y que tenemos aliados como Estados Unidos que reconocen nuestro derecho legal a defender lo que nos pertenece por derecho”, dijo Roland Simbulan, presidente del Centro para el Empoderamiento Popular en la Gobernanza.

Raymond Powell, director de SeaLight, un proyecto del Centro Gordian Knot para la Innovación en Seguridad Nacional de la Universidad de Stanford, dijo que era importante para Filipinas demostrar que conservaba su derecho sobre Scarborough Shoal a pesar de haber perdido el control del área marítima que lo rodea.

“En este sentido, el entrenamiento de intercepción aérea envía un mensaje importante de que Filipinas sigue lista para defender sus intereses marítimos y que Estados Unidos apoya a su aliado del tratado”, dijo el comandante retirado de la Fuerza Aérea estadounidense.

Es probable que China vigile de cerca las operaciones aéreas ya que “el estatus legal de Scarborough Shoal puede definirse como una ‘disputa territorial’ entre los dos países”, señaló Powell.

“Si decide ir más allá y hostigar activamente la operación probablemente dependerá de lo que se acerque el avión al banco de arena, así como quizás de si China quiere poner a prueba a la nueva administración Trump durante este tiempo de transición”, dijo.

El periodista ganador del premio Pulitzer Manuel Mogato, que ha cubierto temas de defensa y seguridad durante décadas, dijo que el ejercicio de patrulla aérea estaba permitido por el derecho internacional y reforzó el fallo arbitral de 2016.

«China no tiene derecho a condenar el ejercicio aéreo porque no tiene derechos soberanos ni soberanía sobre el Bajo de Masinloc [BDM]», dijo Mogato, utilizando el antiguo nombre de Filipinas para el Scarborough Shoal.

El ejercicio del martes “muestra el continuo apoyo de Washington a la libertad de sobrevuelo de Manila en el Mar de Filipinas Occidental”, “El mensaje es garantizar un Indo-Pacífico libre y abierto y demostrar que Estados Unidos tiene un liderazgo fuerte en la región”.

Raissa Robles