El costoso proyectil estadounidense Excalibur falla ante la interferencia rusa.

Un alto funcionario ucraniano ha cuestionado públicamente la efectividad de un proyectil de artillería estadounidense de alta tecnología, el M982 Excalibur, citando su vulnerabilidad a las tácticas de guerra electrónica rusas.

El vicepresidente del Comité de Seguridad de la Verjovna Rada, Yegor Chernev, ha declarado recientemente que la munición guiada por GPS, que cuesta decenas de miles de dólares por proyectil, ha tenido dificultades para mantener su precisión frente a los sofisticados sistemas de interferencia.

Esta crítica, que surge del conflicto actual en Ucrania, plantea preguntas más amplias sobre la confiabilidad del armamento avanzado en los campos de batalla modernos, donde las contramedidas electrónicas son cada vez más frecuentes.

Si bien en el pasado el Excalibur fue elogiado por su precisión milimétrica, sus deficiencias reportadas resaltan una carrera armamentista tecnológica que podría cambiar el modo en que los ejércitos de todo el mundo diseñan y despliegan municiones guiadas con precisión.

El M982 Excalibur es un proyectil de artillería guiada de alcance extendido de 155 mm, desarrollado en colaboración entre Raytheon Missiles & Defense y BAE Systems Bofors. Introducido en el Ejército de los EE. UU. en 2007, fue diseñado para ofrecer una precisión devastadora en entornos de combate complejos.

El proyectil utiliza una combinación de GPS y sistemas de navegación inercial para impactar objetivos con un error circular probable inferior a cuatro metros, lo que significa que puede impactar a unos 4 metros de su objetivo. Esta precisión le permite atacar posiciones, búnkeres o vehículos enemigos, minimizando los daños colaterales, una característica crucial para operaciones cerca de zonas civiles o fuerzas amigas.

Con un alcance de aproximadamente 25 millas (40,2 km) cuando se dispara desde obuses estándar como el M777, y hasta 43 millas (69,2 km) en pruebas con sistemas avanzados, el Excalibur ofrece a los comandantes la capacidad de alcanzar objetivos distantes sin depender del apoyo aéreo.

Sus aletas de planeo plegables extienden su alcance, y su ojiva, con un peso aproximado de 22 kilogramos, puede configurarse para detonación puntual, retardada o con una altura de explosión que se adapte a diversos objetivos. El precio del proyectil, que suele oscilar entre 70.000 y 100.000 dólares por munición, refleja su sofisticada ingeniería, pero también subraya lo que está en juego cuando su rendimiento falla.

Cuando Ucrania empezó a recibir proyectiles Excalibur de Estados Unidos en 2022, se celebraron como un hito revolucionario. Vídeos compartidos por las fuerzas ucranianas mostraban cómo los proyectiles destruían equipo ruso con precisión quirúrgica, desde tanques hasta piezas de artillería.

El general Valeriy Zaluzhny, entonces comandante en jefe de Ucrania, elogió la precisión de sus ataques a lo largo del río Dniéper, donde desbarataron las posiciones rusas que bombardeaban la ciudad de Mykolaiv.

Los primeros informes indicaban que los proyectiles impactaban en sus objetivos con una tasa de éxito cercana al 70%, una mejora notable con respecto a la artillería no guiada, que puede dispersar proyectiles a cientos de metros de su punto objetivo.

La capacidad del Excalibur de impactar con un solo disparo, en lugar de requerir múltiples rondas para cercar un objetivo, permitió a los artilleros ucranianos ahorrar munición y reducir su exposición al fuego de contrabatería. Para un ejército que se enfrentaba a un oponente numéricamente superior, esta eficiencia era invaluable.

Sin embargo, a medida que avanzaba el conflicto, la eficacia del Excalibur comenzó a disminuir. Las fuerzas rusas, adaptándose a la amenaza, desplegaron sistemas avanzados de guerra electrónica diseñados para interrumpir las señales GPS.

Estos sistemas, como el Krasukha-4 y el Zhitel, emiten potentes ondas de radio que interfieren con la navegación satelital, provocando que las municiones guiadas por GPS pierdan la precisión de sus coordenadas. Sin una guía precisa, la trayectoria del Excalibur se vuelve inestable y puede fallar en su objetivo por decenas de metros o no detonar con precisión.

A mediados de 2023, las evaluaciones ucranianas detectaron una marcada disminución en la tasa de éxito del proyectil, y algunas estimaciones sugieren que llegó al 6 %. Esta drástica caída impulsó a Kiev a reducir el uso de la munición, y Estados Unidos finalmente suspendió las entregas, alegando la alta tasa de fallos.

Un informe del Washington Post de mayo de 2024 confirmó que Ucrania había informado a Washington sobre estos problemas, destacando cómo la interferencia rusa había erosionado la utilidad del proyectil en el campo de batalla.

El desafío técnico radica en la dependencia del Excalibur del GPS, un sistema que, si bien es revolucionario, no es invulnerable. Las señales GPS son relativamente débiles y viajan miles de kilómetros desde los satélites hasta los receptores en la Tierra. Los dispositivos de interferencia aprovechan esta situación emitiendo ruido en las mismas frecuencias, saturando la señal y confundiendo el sistema de guía de la munición.

El Excalibur cuenta con un sistema de navegación inercial de respaldo, que utiliza sensores internos para estimar su posición basándose en la aceleración y la dirección, pero es menos preciso, especialmente en largas distancias. Las fuerzas rusas han perfeccionado sus capacidades de guerra electrónica durante la última década, integrando sistemas como el Pole-21, que puede interferir con el GPS en áreas extensas.

Estos avances no sólo han afectado al Excalibur sino también a otras municiones suministradas por Occidente, como las bombas JDAM-ER y los cohetes HIMARS, que dependen de una tecnología de navegación similar.

Esta no es la primera vez que un arma de vanguardia ha sido neutralizada mediante contramedidas. Durante la campaña de la OTAN en Kosovo en 1999, las fuerzas yugoslavas emplearon técnicas rudimentarias de interferencia para interrumpir los misiles de crucero estadounidenses, obligando a los pilotos a ajustar sus tácticas.

A principios de la década de 2000, los insurgentes en Irak y Afganistán emplearon inhibidores de radio básicos para desactivar explosivos a control remoto, lo que impulsó a Estados Unidos a desarrollar sistemas de salto de frecuencia. Más recientemente, Hezbolá ha utilizado inhibidores suministrados por Irán para interferir con los drones israelíes, limitando así su capacidad de vigilancia.

Estos ejemplos ilustran un ciclo constante en la guerra: una nueva tecnología domina hasta que un adversario encuentra la manera de contrarrestarla, lo que desencadena una nueva ronda de innovación. Los problemas del Excalibur en Ucrania se ajustan a este patrón, recordándonos que ninguna arma es inmune a la adaptación.

Para las dotaciones de artillería ucranianas, la cada vez menor fiabilidad del Excalibur ha sido motivo de frustración. Los artilleros, entrenados para esperar impactos casi perfectos, han tenido que recurrir a métodos más antiguos y menos precisos, disparando ráfagas de proyectiles no guiados para asegurar los impactos.

Este cambio aumenta el consumo de munición y expone a las tripulaciones a un mayor riesgo, ya que deben permanecer en posición durante más tiempo para ajustar el fuego. Algunas unidades se han adaptado combinando artillería con drones, utilizando reconocimiento en tiempo real para confirmar los objetivos antes de disparar, pero esta solución temporal depende de la disponibilidad de drones y de unas líneas de comunicación despejadas.

El impacto psicológico también es significativo. Los soldados que antes confiaban en la precisión de la Excalibur ahora se enfrentan a la incertidumbre, sabiendo que una bala costosa podría fallar, dejando un objetivo intacto y su posición vulnerable.

B. Nikolov

5 thoughts on “El costoso proyectil estadounidense Excalibur falla ante la interferencia rusa.

  • el 14 abril, 2025 a las 13:49
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    este proyectil ahora queda demostrado que tiene eficacia sólo con fuerzas como hamás, talibanes y otros adversarios con pocos recursos o tecnología ahora a devanarse el cerebro para evitar tales interferencias o lo que sea y ahorrar miles de dólares

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  • el 14 abril, 2025 a las 23:00
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    Por eso el sello de probado en combate es tan importante. No es la primera arma de EEUU que la experiencia en combate en Ucrania demuestra que hay que mejorar. Lo que no se dice es si el problema es común a otras municiones de precisión.

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  • el 15 abril, 2025 a las 12:33
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    Hoy conocemos los siguientes proyectiles de artillería guiados por satélite:

    M982 Excalibur: Un proyectil de 155 mm guiado por GPS e inercial, desarrollado por Raytheon y BAE Systems Bofors. Tiene un alcance extendido de entre 40 y 55 kilómetros y un margen de error de aproximadamente cinco metros.

    XM1156 Precision Guidance Kit (PGK): Un kit de guiado que convierte proyectiles convencionales de 155 mm en municiones guiadas por GPS, mejorando su precisión producida por las empresas Northrop Grumman Innovation Systems y Interstate Electronics Corporation.

    Vulcano 155: Un proyectil de artillería de 155 mm desarrollado por Leonardo, con capacidad de guiado por GPS e inercial para mejorar la precisión a largas distancias.

    XM395: Munición de mortero 120 mm guiada de precisión (PGMM) estadounidense desarrollada por Alliant Techsystems.

    Krasnopol-M2: Un proyectil ruso de 152 mm que combina guiado por láser y GPS para alcanzar objetivos con gran precisión desarrollados y producidos, por las empresas Ischmasch y KBP.

    Para las variantes occidentales, se está desarrollando la búsqueda de objetivos por láser, como también el guiado inercial y láser para el kit de precisión PGK.

    Lo que hace falta, son kits para municiones, drones o mini misiles merodeadores guiados con buscadores de sistemas de contramedidas electrónicas anti GPS.

    Desarrollar drones con rastreadores térmicos, localizadores de sistemas de contramedidas electrónicas y anti GPS, como también con marcadores láser, para localizar los sistemas de contramedidas electrónicas y marcarlos para un ataque con artillería, bombas, misiles o drones, también serían una buena opción.

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  • el 15 abril, 2025 a las 18:04
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    El proyectil Excalibur (M982) está diseñado para combatir ejércitos de países tercermundistas, no contra ejércitos de países desarrollados.

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    • el 22 abril, 2025 a las 08:50
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      Fidel Lora . Tercermundistas, carecen de municiones de artillería guiadas. Momento, Rusia también acaba de desarrollar uno guiado que solo funciona donde haya cobertura de su Sistema de navegación por satélite, no puse global, puesto que tiene problemas hasta en Siria.

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