El Cuerpo de Marines de EE.UU. comprará más F-35C y menos F-35B.

El Cuerpo de Marines de Estados Unidos publicó el pasado lunes 3 de febrero, su plan de aviación para 2025, introduciendo ajustes en su programa de adquisición de cazas F-35. Uno de los cambios más notables se refiere a la distribución entre las variantes B y C del F-35 Lightning II.

El número de F-35C, diseñados para operaciones desde portaaviones de la Armada estadounidense, se incrementará a 140 unidades, en comparación con las 67 previstas anteriormente. Mientras tanto, el objetivo de adquisición para el F-35B, una variante de despegue corto y aterrizaje vertical (STOVL) adecuada para operaciones de expedición, se reducirá de 353 a 280 aeronaves. Esta decisión se basa en requisitos estratégicos y operativos destinados a alinear las capacidades del Cuerpo de Marines con las de la Armada estadounidense, al tiempo que se consideran las limitaciones presupuestarias y logísticas asociadas con la operación de ambas variantes.

Esto significa que los Marines desplegarán 12 escuadrones de F-35B y ocho escuadrones de F-35C. Cabe destacar que el plan también amplía el tamaño de los escuadrones de F-35 de 10 a 12 cazas.

El F-35B y el F-35C comparten una base tecnológica común, pero están optimizados para diferentes misiones y entornos. El F-35B, diseñado principalmente para el Cuerpo de Marines y determinadas fuerzas aliadas, se distingue por su capacidad para operar desde buques de asalto anfibio, pistas cortas y bases austeras, lo que lo hace especialmente adecuado para misiones de expedición. Su LiftFan, combinado con una tobera vectorizadora, permite un despegue corto y un aterrizaje vertical, lo que proporciona una flexibilidad operativa sin precedentes para las fuerzas desplegadas en áreas remotas.

El F-35C, por otro lado, está optimizado para operaciones desde portaaviones de la Armada. Cuenta con alas más grandes, lo que mejora la sustentación y extiende el alcance, lo que permite misiones más largas sin reabastecimiento de combustible. Su tren de aterrizaje reforzado y su gancho de detención lo hacen compatible con las catapultas de los portaaviones y los cables de detención. Con mayor resistencia y capacidad de carga útil, el F-35C es ideal para misiones de superioridad aérea y ataques profundos, lo que garantiza una interoperabilidad perfecta con la aviación basada en portaaviones de la Armada de EE. UU.

Ambas variantes cuentan con un compartimiento de armas interno diseñado para armamento aire-aire y aire-tierra, lo que garantiza una alta versatilidad. Sin embargo, el F-35C tiene una mayor capacidad de carga útil, alcanzando las 18.000 libras de munición en comparación con las 15.000 libras del F-35B. Ambos están equipados con sistemas avanzados como el radar AESA AN/APG-81, el conjunto de guerra electrónica Barracuda AN/ASQ-239 y el sistema de apertura distribuida (DAS) AN/AAQ-37, que proporciona conocimiento de la situación de 360 ​​grados y detección de amenazas.

El Cuerpo de Marines también planea integrar progresivamente las actualizaciones del Bloque 4, lo que representa un esfuerzo de modernización significativo para el programa F-35. Las mejoras esperadas incluyen la integración del radar APG-85, la adición de un sistema de búsqueda y seguimiento infrarrojo pasivo (IRST) para la detección avanzada de amenazas aéreas, así como actualizaciones de contramedidas electrónicas y el sistema de visión distribuida de próxima generación (NG-DAS).

Estas mejoras son fundamentales para garantizar que el F-35B y el F-35C sigan siendo eficaces en entornos disputados y puedan contrarrestar las amenazas emergentes de las fuerzas adversarias.

Como parte de la modernización de su flota, el Cuerpo de Marines pretende equipar sus F-35B y F-35C con nuevas municiones guiadas de precisión. Un avance importante es la integración de la bomba de diámetro pequeño II (SDB-II) GBU-53/B, que entrará en servicio a principios del año fiscal 2025. Esta munición guiada, diseñada para operar en condiciones climáticas adversas, permitirá a los pilotos atacar múltiples objetivos simultáneamente con gran precisión.

Entre los armamentos adicionales en el proceso de integración se incluyen el misil antirradiación AGM-88G AARGM-ER, el AGM-158 JASSM-ER y LRASM, y el AIM-9X Block II+, que mejoran aún más las capacidades de ataque de largo alcance y de combate aire-aire de la aeronave.

Otro cambio clave se refiere al sistema Sidekick, diseñado para aumentar la capacidad de transporte interno de misiles AIM-120 AMRAAM en el F-35C. Este sistema permite al avión llevar seis misiles en lugar de cuatro, mejorando sus capacidades de combate aéreo. Inicialmente planeado para los aviones del Lote 15, el sistema parece estar en proceso de integración o ya operativo, aunque posibles retrasos podrían afectar a su despliegue completo.

El éxito de estas actualizaciones depende de la integración del paquete de hardware TR-3, un componente crucial para implementar el paquete completo del Bloque 4. Sin embargo, Lockheed Martin ha encontrado dificultades para certificar este paquete de software dentro del plazo previsto, lo que podría provocar más retrasos en el despliegue de las nuevas capacidades del F-35. Si estos desafíos persisten, podrían limitar temporalmente la integración de armamento y sistemas avanzados, retrasando el potencial operativo completo del avión.

Esta revisión del Plan de Transición TACAIR del Cuerpo de Marines refleja un cambio estratégico hacia una mayor interoperabilidad con la Armada, priorizando una flota más grande de F-35C a expensas del F-35B, que requiere un mantenimiento más intensivo. Si bien el F-35B sigue siendo esencial para las operaciones de expedición y los despliegues de buques anfibios, sus requisitos de mantenimiento más complejos y su alcance más corto han llevado a una reducción en las cantidades de adquisiciones planificadas.

La mayor adopción del F-35C se alinea con la estrategia de grupos de ataque de portaaviones lo que facilita una integración más estrecha entre las fuerzas de aviación embarcadas y mejora las capacidades de proyección de poder conjunto. A medida que las mejoras del Bloque 4 se ponen en funcionamiento gradualmente, el Cuerpo de Marines tiene como objetivo modernizar su flota para enfrentar las amenazas emergentes y, al mismo tiempo, garantizar una eficacia operativa sostenida y capacidades de ataque mejoradas.

Sin embargo, a pesar de estos avances tecnológicos y estratégicos, persisten incertidumbres sobre el cronograma de implementación de nuevos sistemas y armas, principalmente debido a los desafíos técnicos asociados con la certificación de las capacidades avanzadas del F-35. El éxito de esta transición dependerá de la capacidad del programa para superar estos obstáculos y entregar un avión completamente operativo y optimizado para futuros conflictos.

Rudis04

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