Europa intenta llevar munición a Ucrania ante el avance de Rusia.

Cientos de checos y un puñado de ucranianos trabajan sin descanso en el este de la República Checa para transformar un conjunto de edificios de la Segunda Guerra Mundial en un centro de suministro de armas y municiones a Ucrania.

La iniciativa forma parte de los esfuerzos europeos por proporcionar armas a Kiev para repeler a las fuerzas rusas tras el estancamiento de la ayuda militar estadounidense, que ha sido la columna vertebral del apoyo internacional.

De visita en las instalaciones de Sternberk, propiedad del fabricante privado checo de armas Excalibur Army, el general Onno Eichelsheim, jefe de los militares holandeses, describió la urgencia de la situación a medida que aumentan las pérdidas de Kiev en el este y el sur de Ucrania.

“Tenemos que acelerarlo. Tenemos que entregar más y tenemos que hacerlo más rápido”, declaró a Reuters durante el reciente viaje para inspeccionar cañones obús autopropulsados y un tanque ruso reacondicionado que se enviará a la batalla.

La necesidad más acuciante para Ucrania dos años después de la invasión a gran escala de Rusia es la munición de artillería, que se está agotando a medida que los bandos utilizan fuego de cañón pesado para mantener posiciones atrincheradas y en gran medida estáticas a lo largo de la línea del frente de 1.000 km (620 millas).

La Unión Europea, que junto con otros aliados occidentales quiere contener los avances rusos y repeler a un rival cada vez más asertivo, lanzó una iniciativa en marzo de 2023 para entregar 1 millón de proyectiles de artillería a Ucrania en un plazo de 12 meses.

Un año después, había entregado poco más de la mitad de esa cifra, según sus responsables, debido a la insuficiente capacidad de producción y a la falta de pedidos a largo plazo.

“CENTRO DE INTERCAMBIO DE INFORMACIÓN”

El Gobierno checo ha desempeñado un papel fundamental en la búsqueda de financiación entre sus socios y en la negociación de acuerdos con la industria checa de defensa.

Los Países Bajos también han estado “bastante ocupados durante unos meses en varios países” tratando de compensar la escasez de cartuchos de artillería, dijo el coronel Simon Wouda, jefe de la Fuerza Operativa de los Países Bajos en Ucrania.

“El primer lote debería estar listo en cuatro meses, y se trata de un cálculo muy conservador. La segunda parte podrá entregarse sin duda en el segundo semestre de este año”, declaró Wouda, detallando por primera vez el calendario de suministros.

Añadió que se estaba tratando de conseguir contratos adicionales con Excalibur Army, que forma parte del grupo privado Czechoslovak Group (CSG), para adquirir cartuchos de 155 mm, que se adaptan a los cañones de artillería que suministran los holandeses.

El Grupo Checoslovaco actúa como fabricante y centro de intercambio de municiones, fabricando sistemas de defensa aérea y vehículos, y abasteciéndose de tanques, artillería y proyectiles de todo el mundo y modernizándolos para Ucrania.

Los países de Europa Occidental y otros aliados pagan gran parte del material. Ucrania también compra material militar y munición directamente a sus socios.

Los Países Bajos han estado trabajando con la República Checa para encontrar el mayor número posible de cartuchos de artillería de 155 mm para Ucrania.

Wouda quiere garantizar un suministro constante de munición como parte de un acuerdo de seguridad detallado por el Primer Ministro holandés, Mark Rutte, y el Presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy. Los Países Bajos y otros países financiarán unos 800.000 proyectiles de artillería que se suministrarán a través de la República Checa.

AUMENTO DE LOS PRECIOS DE LA MUNICIÓN

Entre los miembros de la coalición que financian las compras a corto plazo se encuentran Gran Bretaña, Canadá, Dinamarca, la República Checa y Estados Unidos, entre otros, declaró Wouda a Reuters.

“Colectivamente, hemos encontrado oportunidades en todo el mundo para encontrar munición en otros lugares, fuera de Europa”, dijo, declinando identificar esos lugares.

En los dos años transcurridos desde la invasión a gran escala de Rusia, gran parte de la munición ucraniana procedente del extranjero se ha abastecido de existencias estadounidenses.

Los productores occidentales han aumentado la producción para satisfacer el inesperado aumento de la demanda y la Comisión Europea, el ejecutivo de la UE, espera que la producción anual de proyectiles en toda la UE alcance los 1,4 millones a finales de 2024. Hace un año era de unos 500.000.

Por cada proyectil que Ucrania dispara a lo largo del frente, Rusia dispara entre cinco y seis, afirman funcionarios y analistas de defensa. Este desequilibrio limita la capacidad de Ucrania para reprimir los ataques rusos y proporcionar cobertura a sus propios movimientos de tropas.

Rusia ha aumentado la producción de armas y puede mantener una cadencia de fuego mucho mayor que Ucrania, pero los expertos occidentales afirman que Moscú también se enfrenta a algunas limitaciones y ha recurrido a Corea del Norte para reforzar sus suministros de municiones.

El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, declaró la semana pasada a los ministros de Asuntos Exteriores de la UE que Ucrania necesitaba 2,5 millones de proyectiles de artillería este año, según el Financial Times -lo que sugiere una necesidad diaria de 7.000-, pero la UE sólo había enviado 400.000.

Los suministros de munición a Ucrania se han visto interrumpidos por la política, con el Congreso de Estados Unidos retrasando un paquete de ayuda militar de 60.000 millones de dólares y las potencias europeas divididas sobre el uso de fondos de la UE para comprar munición fuera del bloque.

Hay unos 2 millones de cartuchos de gran calibre disponibles en el mercado mundial, según un alto funcionario checo.

La demanda derivada de la guerra de Ucrania ha hecho subir los precios hasta los 2.800-3.200 dólares por cartucho, frente a los 700-1.200 dólares anteriores, según dos fuentes familiarizadas con el mercado.

RETOS

Los analistas Franz-Stefan Gady y Michael Kofman escribieron en febrero, en un documento de investigación para el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, que los suministros de municiones a Kiev deben aumentar si se quiere tener la oportunidad de cambiar el curso de la guerra.

“Para los países de apoyo, el reto consiste en aumentar significativamente la producción de munición de artillería y de interceptores de defensa aérea”.

“Kiev necesita entre 75.000 y 90.000 proyectiles de artillería al mes para mantener la guerra a la defensiva, y más del doble, entre 200.000 y 250.000, para una gran ofensiva”.

En la UE se debate de dónde sacar la munición.

Holanda ha destinado 250 millones de euros (271 millones de dólares) a la compra de munición para Kiev, incluidas existencias no europeas a través de la industria checa de defensa, y ha pedido a los aliados que contribuyan al plan que se está llevando a cabo con el gobierno checo.

El alto funcionario checo dijo que los países donantes pueden elegir entre una lista de ofertas de diversos tipos de productos y origen, y que varias empresas checas operan como “cámara de compensación”.

Con la munición europea agotada desde hace dos años, el funcionario se preguntó por qué habría dudas en ir más allá de los mercados locales.

Francia y Alemania estudian sumarse a la iniciativa. El presidente francés, Emmanuel Macron, respaldó el plan durante una visita a Praga el martes y abrió la puerta a utilizar fondos europeos para ello, pero no dijo con qué contribuiría París.

Francia también ha invitado a los ministros de Exteriores y Defensa de los principales aliados de Ucrania y al secretario general de la OTAN a participar el jueves en una videollamada destinada a mostrar un “frente unido” y presentar propuestas concretas para impulsar el apoyo a Kiev.

Según la invitación, en la reunión se estudiarían formas de acelerar el suministro y la producción de munición de artillería.

NO SÓLO MUNICIÓN

Las necesidades de Ucrania van más allá de la munición de artillería. Quiere reforzar sus defensas aéreas y necesita más material en las líneas del frente para hacer frente a los superiores recursos de Rusia. Corea del Sur y Turquía son algunos de los países que suministran material a Ucrania.

A finales de este año, se espera que Dinamarca y los Países Bajos entreguen a Ucrania cazas F-16 estadounidenses. Los holandeses también forman parte de un grupo que suministra drones avanzados capaces de atacar más profundamente en territorio controlado por Rusia.

Holanda ya ha recibido 100 cañones antiaéreos montados y 45 tanques T-72 reacondicionados para Ucrania de Excalibur Army, entre 105 financiados con Estados Unidos y Dinamarca.

También ha encargado nueve modernos sistemas de cañones obús. Otro proveedor checo, la empresa de tecnología de radares ERA, está entregando cuatro sistemas de vigilancia de largo alcance, también donados por los holandeses.

Pavel Doško, director de desarrollo de negocio de Defence Land Systems de CSG, declaró que se habían contratado cientos de trabajadores para aumentar la producción en la planta de Sternberk.

“Junto con nuestros socios holandeses y otros socios de la OTAN, podemos suministrar a Ucrania una gran cantidad de material que necesita desesperadamente para su defensa”, declaró en una entrevista.

De pie junto a una obra en la que recientemente se han vertido suelos de cemento y se ha construido un armazón de vigas de acero, afirmó: “Estamos haciendo lo que podemos para suministrar todo lo posible, lo mejor posible y lo más rápido posible”.

Anthony Deutsch and Jan Lopatka