Filipinas realizará patrullas marítimas conjuntas con EE.UU. y Japón.
Filipinas está a punto de iniciar patrullas navales conjuntas en el Mar de China Meridional con Japón y Estados Unidos, en un intento de contrarrestar el comportamiento cada vez más asertivo de China en las aguas en disputa.
La noticia fue publicada el viernes por el medio estadounidense Politico, que citó a «un funcionario estadounidense y un diplomático extranjero familiarizado con la planificación». Según estas fuentes, las patrullas navales trilaterales figuran entre las iniciativas que el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., el presidente estadounidense, Joe Biden, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, anunciarán en una cumbre trilateral el mes próximo.
La reunión, que se celebrará en Washington el 11 de abril, es la primera cumbre trilateral de la historia entre las tres naciones. Según la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, Biden, Kishida y Marcos «discutirán la cooperación trilateral para promover el crecimiento económico inclusivo y las tecnologías emergentes, avanzar en las cadenas de suministro de energía limpia y la cooperación climática, y fomentar la paz y la seguridad en el Indo-Pacífico y en todo el mundo». Los medios de comunicación japoneses han confirmado desde entonces la participación de la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón en patrullas conjuntas.
Según algunos medios de comunicación, en la cumbre las tres naciones profundizarán en su cooperación en materia de seguridad por escrito, elevándola al nivel de la de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, que celebraron una cumbre trilateral propia en Camp David el pasado agosto. Los tres países se declararon «decididos a alinear nuestros esfuerzos colectivos» para hacer avanzar «la seguridad y la prosperidad de todos nuestros pueblos, de la región y del mundo».
La creciente cooperación en materia de seguridad, de la que las patrullas marítimas conjuntas serán tal vez el aspecto más visible, es una respuesta obvia a la creciente tensión en el Mar de China Meridional, donde Pekín ha aumentado tanto la frecuencia como la intensidad de sus incursiones en zonas disputadas en los últimos 18 meses, en particular las reclamadas por Filipinas. Estas incursiones han dado lugar a una serie de peligrosos encuentros en alta mar, como la embestida de la Guardia Costera China (CCG) contra un buque de la Guardia Costera filipina que intentaba reabastecer a las fuerzas estacionadas en Second Thomas Shoal, en las islas Spratly. En el incidente, los guardacostas chinos dispararon cañones de agua contra uno de los buques de reabastecimiento, rompieron su parabrisas e hirieron a cuatro miembros de la marina.
De hecho, Second Thomas Shoal ha sido un objetivo particular de las operaciones chinas en la «zona gris», con el CCG acosando ahora de forma rutinaria las misiones regulares de reabastecimiento de Filipinas al banco, donde sus tropas están estacionadas en un buque de guerra varado.
La llegada del gobierno de Marcos a mediados de 2022 y el aumento de la tensión en el Mar de China Meridional han llevado tanto a Washington como a Tokio a profundizar su cooperación en materia de defensa con Filipinas. Estados Unidos inició patrullas conjuntas con Filipinas a finales del año pasado, y desde entonces ha realizado varias de ellas, mientras que los informes sobre la posible participación de Japón en estas patrullas han circulado durante algún tiempo. Estados Unidos también ha negociado el acceso a una lista ampliada de instalaciones militares filipinas en virtud del Acuerdo de Cooperación Reforzada en materia de Defensa de 2014, mientras que Japón y Filipinas estarían negociando un acuerdo de acceso recíproco similar.
Jonathan Malaya, director adjunto del Consejo de Seguridad Nacional, declaró el mes pasado que «muchos países» han expresado su interés en unirse a Manila para patrullar las aguas en disputa. Australia también ha realizado patrullas conjuntas con Filipinas.
Como era de esperar, los medios de comunicación estatales chinos no han reaccionado positivamente ante la creciente coordinación y colaboración entre las tres naciones. En un artículo del 31 de marzo, el Global Times afirmaba que la alianza de Japón con EEUU estaba «evolucionando hacia un eje del mal», y que EEUU estaba «animando a Filipinas a incitar el caos en el Mar de China Meridional».
Sin embargo, como toda acción tiene una reacción, la creciente cooperación trilateral entre Estados Unidos, Japón y Filipinas es una consecuencia lógica de las acciones chinas en el Mar de China Meridional. La preocupación es que esto provoque una reacción contraria por parte de Pekín, aumentando las posibilidades de que un incidente en alta mar traspase la línea y desemboque en un conflicto abierto.
Sebastián Strangio
Lo único que logra China con sus actitud agresiva es que sus enemigos se unan
Y el gobierno totalitario chino se ha «molestado» porque las Filipinas se alinean con Japón y USA. Patalean estos chinos como críos endiosados.
Esperaba el idolatrado Xi un beso del presidente filipino después de todas las escaramuzas traicioneras en la plataforma económica filipina?
Se puede debatir que es antes «el huevo o la gallina».. las presiones de China o las presiones de EEUU… Lo que está claro es que la tensión entre las dos super potencias crece y hay varios candidatos para ser agraciado con una «guerra proxy»..
Estamos en una carrera armamentística.. y esto no suele acabar bien…
Diego tojar . Tanto EUA como Filipinas, no son las que construyen islas artificiales sobre atolones y toman islas ilegalmente en el Mar de China Meridional, es China. En el detalle está el diablo.
Lo que está claro es que China lo quiere todo.
Está muy bien que los países del Pacífico vayan estrechando lazos y al final se integren pronto en el AUKUS, porque la guerra con China está cantada, y no tardando mucho. Tienen que ponerse las pilas ¡ YA !.