Francia elige el GlobalEye de Saab para el requisito de alerta temprana.
La venta, que se firmará próximamente, permitirá a París reemplazar los aviones espía Boeing E3-F Sentry que se retiran, y marca la segunda exportación GlobalEye de Saab después de los Emiratos Árabes Unidos.
Francia anunció formalmente ayer en el Salón Aeronáutico de París, que se celebra en el aeropuerto de Le Bourget, su plan para encargar dos aeronaves Saab GlobalEye de Alerta Temprana y Control Aerotransportado (AEW&C), cuyo contrato se formalizará en cuestión de meses.
El fabricante sueco y la agencia francesa de adquisiciones de defensa, la DGA, firmaron una declaración de intenciones conjunta, un acuerdo que incluye una opción para dos aeronaves adicionales, según un comunicado de Saab. “Ahora se iniciará el proceso de notificación final para completar la adquisición”, añadió.
Micael Johansson, director ejecutivo de Saab, celebró la medida y afirmó en el comunicado que GlobalEye “mejorará el conocimiento de la situación y la detección de amenazas de las Fuerzas Armadas francesas en los ámbitos aéreo, terrestre y marítimo”. En una publicación en X, Pal Jonson, ministro de defensa de Suecia, afirmó que la nueva colaboración con Francia “beneficiará a nuestros países y profundizará la interoperabilidad”.
La venta, que se firmará próximamente, permitirá a París reemplazar los aviones espía Boeing E3-F Sentry que se retiran y marca la segunda exportación de GlobalEye de Saab, después de los Emiratos Árabes Unidos, que opera cinco de los aviones. Si bien la recapitalización de la envejecida flota de E-3F estaba prevista antes de su retiro en 2030, el anuncio francés llegó de improviso, dado que París se había abstenido en gran medida de compartir sus planes de reemplazo de los aviones.
GlobalEye es una plataforma multidominio basada en los aviones comerciales Bombardier Global 6500 convertidos y que se distingue por el radar de vigilancia Erieye de Saab. “Al proporcionar información en tiempo real a las fuerzas aéreas, los ejércitos y las armadas, GlobalEye permite una mejor conciencia situacional de las áreas circundantes y la detección temprana de amenazas”, señaló Saab.
La nueva adquisición se basa en una asociación bilateral de innovación estratégica de 2024 entre Francia y Suecia que incluía un compromiso con “desarrollar su cooperación en el ámbito de la vigilancia aérea y la defensa aérea para hacer frente a futuras amenazas aéreas”,
Tim Martin
Un día, alguien se levantará un lunes en Airbus y en lugar de mover solo el culo para proponer nuevos modelos a las aerolíneas que nadie ha pedido pero que luego todos compran (porque son magníficos aviones)
podrían decidir hacer una propuesta, REAL, de un A220/A320neo/330 para un MPA/AEW.
Le han regalado un nicho a Boeing, y se lo están regalando a Saab.
Francia ha encargado a Airbus el desarollo de A321 MPA hace unos meses.
España tiene dos grandes huecos en su defensa aérea: Por un lado, la falta de aviones de guerra antisubmarina (ya se han puesto con ello) y por otro lado aviones de alerta temprana (de los aviones SEAS ni hablamos).
Visto lo visto en Ucrania y sobretodo en el conflicto entre India y Pakistán, sería bastante importante tener varios aviones como el modelo sueco o el brasileño.
También estaría muy bien un sustituto de «la reina del espectro» el avión de inteligencia electrónica que fue dado de baja en 2014, Indra ya presentó en 2023 un prototipo con base jet Challenger 350 con muy buena pinta.
Airbus primero tendría que no tener empresas en cada país que pueden ver qué le hacen competencia. Para empezar Dassault que podría ofrecer una plataforma AEW o ASW sobre el Falcon. Leonardo y BAE systems también pueden ofrecer cosas. Pero es verdad que un Airbus AEW puede dar más autonomía y espacio para descansar o más operadores. Sobre todo ahora que viene un futuro de UAV que pueden ser dirigidos desde estos aviones….. Curiosa decisión de Francia que coincide con la de la USAF de comprar E-2D en lugar de E-7.
Hay que apostar por la industria europea, sobre todo por la propia de cada país, y diversificar, no centrarse en los grandes conglomerados de empresas , huir de los monopólios. En el caso de Saab es una alternativa muy a tener en cuenta.