Japón sigue preocupado por la seguridad del Osprey, pese a las garantías de EE.UU.
La preocupación en Japón por la seguridad de los controvertidos aviones Osprey se ha reavivado tras la decisión de Estados Unidos de levantar la prohibición global de vuelos, a pesar del intercambio de información “sin precedentes” entre Washington y Tokio.
Más de tres meses después de un accidente mortal en aguas de la isla de Yakushima, en Kagoshima, Estados Unidos declaró el viernes que tiene previsto reanudar los vuelos de los aviones de rotor basculante V-22 Osprey, pero no ofreció públicamente detalles sobre la causa del accidente. Tokio dijo que está coordinando estrechamente con Washington un calendario para reanudar las operaciones en Japón, al tiempo que señaló que pronto podría dar el visto bueno a la medida.
El ministro de Defensa, Minoru Kihara, declaró en una rueda de prensa el viernes que la parte japonesa había recibido de sus homólogos estadounidenses “un nivel sin precedentes” de información detallada sobre la causa del accidente, así como medidas de seguridad que podrían despejar el camino para la reanudación de los vuelos en Japón.
Kihara también reconoció la ansiedad provocada por el accidente, afirmando que aunque el gobierno no puede revelar detalles clave del accidente debido a que la ley estadounidense exige que el informe de la investigación militar se haga público primero, el ministerio planea ofrecer explicaciones cara a cara, en la medida de lo posible, en un intento de disipar las preocupaciones antes de reanudar los vuelos.
Sin embargo, el gobernador de Okinawa, Denny Tamaki -un firme opositor a la gran presencia militar estadounidense en la prefectura-, dijo que sería “inaceptable” reanudar los vuelos sin una aclaración de la causa del accidente, según informaron el sábado los medios de comunicación locales.
“Seguiremos instando tanto al ejército estadounidense como al gobierno japonés a que retiren el despliegue de Ospreys”, declaró.
Pero es poco probable que Tokio presione a Washington para que retrase mucho más la reanudación de los vuelos de la controvertida aeronave, que combina las características de un helicóptero y un avión, puede despegar desde buques en caso de contingencia y se considera indispensable para desplegar tropas y suministros en islas lejanas.
Durante una conferencia de prensa celebrada el viernes en Washington, el portavoz del Pentágono, el general de división Patrick Ryder, trató de mitigar las preocupaciones sobre la reanudación de los vuelos del Osprey, afirmando que Estados Unidos y Japón han mantenido una “estrecha coordinación” a lo largo de todo el proceso en múltiples niveles, incluido el calendario específico para la reanudación de las operaciones de vuelo en Japón.
“La seguridad de nuestros militares, de nuestros aliados y de las comunidades en las que operan es de suma importancia para nosotros”, afirmó, añadiendo que Estados Unidos ha sido “muy transparente” con Japón sobre los pasos que se están dando.
El ejército estadounidense opera Ospreys desde varias bases en Japón y Tokio es el único socio internacional que participa en el programa. Las Fuerzas de Autodefensa de Tierra operan temporalmente una flota de 14 MV-22 Block C Ospreys desde su base de Kisarazu, en la prefectura de Chiba. Tiene previsto desplegar 17 Ospreys en el aeropuerto de Saga en julio de 2025, como parte de la estrategia de defensa insular del país.
Kathleen Benzoa
Demasiado bicho para esa tecnología tan en mantillas. Rotundo fracaso.