La Marina estadounidense pone fin al despliegue de un portaaviones en Oriente Medio

El portaaviones Gerald R. Ford y su grupo de ataque regresarán a su puerto de origen, anunció ayer lunes la Marina estadounidense, poniendo fin a su despliegue en el Mediterráneo oriental, que comenzó en apoyo de Israel tras el ataque del 7 de octubre de militantes de Hamás.

El Ford, de propulsión nuclear, el portaaviones más nuevo de la Armada, con más de 4.000 personas y ocho escuadrones de aviones, se convirtió en un poderoso símbolo del apoyo estadounidense al acercarse a Israel tras el ataque del grupo militante palestino.

Después de meses de trabajo adicional en el mar brindando protección a Israel, el grupo de ataque del portaaviones USS Gerald R. Ford regresará a casa.

El Ford y los buques de guerra que lo acompañan serán reemplazados por el buque de asalto anfibio USS Bataan y sus buques de guerra, el USS Mesa Verde y el USS Carter Hall. Los tres buques se encontraban en el Mar Rojo y en los últimos días transitaban hacia el Mediterráneo oriental.

Los ataques desencadenaron una guerra en Gaza en la que las fuerzas israelíes han reducido a escombros gran parte del territorio, matando a miles de personas y sumiendo a sus 2,3 millones de habitantes en un desastre humanitario.

Israel afirma que el ataque de Hamás mató a 1.200 personas. Las autoridades sanitarias palestinas de Gaza, gobernada por Hamás, afirman que las fuerzas israelíes han matado a casi 22.000 personas.

«Inmediatamente después del brutal ataque de Hamás contra Israel, el USS Gerald R. Ford Carrier Strike Group recibió la orden de dirigirse al Mediterráneo oriental para contribuir a nuestra postura de disuasión y defensa regional», declaró la Marina en un comunicado.

Desde que se extendió al Mediterráneo oriental, el portaaviones Ford y el USS Dwight D. Eisenhower han sido parte de una presencia de dos portaaviones que abarca la guerra entre Israel y Hamas, lo que subraya las preocupaciones de Estados Unidos de que el conflicto se amplíe. El Eisenhower ha patrullado recientemente cerca del Golfo de Adén, en la desembocadura de la vía fluvial del Mar Rojo, donde tantos buques comerciales han sido atacados en las últimas semanas.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, había prorrogado el despliegue de la Ford tres veces con la esperanza de que su presencia disuadiera a Irán y a los grupos alineados con Irán, en particular Hezbolá del Líbano, de atacar a Israel.

El domingo, helicópteros del Eisenhower y su destructor USS Gravely respondieron a una llamada de socorro del buque portacontenedores Maersk Hangzhou, que estaba siendo atacado por cuatro pequeñas embarcaciones hutíes. Cuando los helicópteros respondieron, las embarcaciones les dispararon con armas pequeñas y los helicópteros respondieron al fuego, hundiendo tres de las cuatro embarcaciones y matando a sus ocupantes, dijo el Comando Central de Estados Unidos.

Las tropas estadounidenses en Irak y Siria han sufrido ataques con drones y cohetes por parte de milicias respaldadas por Irán. Los houthis alineados con Irán en Yemen han interrumpido el comercio mundial atacando con drones y misiles a petroleros comerciales y buques portacontenedores en el Mar Rojo.

Los incesantes ataques a los barcos comerciales han llevado a algunas empresas a suspender los tránsitos a través del estrecho de Bab el-Mandeb, que conecta el Golfo de Adén con el sur del Mar Rojo y luego con el Canal de Suez.

«El Departamento de Defensa continuará aprovechando su posición de fuerza colectiva en la región para disuadir a cualquier estado o actor no estatal de escalar esta crisis más allá de Gaza», dijo la Marina.

El Ford regresa a su base de Virginia.

Reuters