Los cazas Rafale y los submarinos Barracuda impulsan las ventas de armas francesas en 2024.
Tras un año marcado por la caída de los pedidos en 2023, la base industrial y tecnológica de defensa (BITD) de Francia registró un importante crecimiento en 2024, con exportaciones que alcanzaron los 18.000 millones de euros.
Estos resultados subrayan la importancia estratégica de las exportaciones de armas para la economía francesa y la soberanía nacional, al tiempo que ponen de relieve la volatilidad inherente del sector.
En 2023, los pedidos ascendieron a 8.200 millones de euros, una cifra modesta en comparación con los 27.000 millones de euros registrados en 2022. Aunque este descenso fue decepcionante, el Ministerio de las Fuerzas Armadas destacó que las fluctuaciones anuales están influenciadas en gran medida por la firma de grandes contratos. Cabe destacar que el contexto mundial se mantuvo favorable, con un gasto militar que alcanzó un récord de 2,443 billones de dólares, según datos del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI).
En 2024, la industria francesa de defensa experimentó una fuerte recuperación, con exportaciones que superaron los 18.000 millones de euros. Durante un discurso pronunciado en el recinto de los Inválidos el 7 de enero, el ministro de las Fuerzas Armadas, Sébastien Lecornu, calificó 2024 como el «segundo mejor año de nuestra historia», superando los 14.000 millones de euros alcanzados en 2016.
Estos resultados fueron impulsados por plataformas clave, incluidos los aviones de combate Rafale, con importantes contratos firmados con Indonesia y Serbia, así como los submarinos Black Sword Barracuda, cuatro de los cuales fueron pedidos por los Países Bajos.
A pesar de estos logros, el ministro subrayó la necesidad de mantener los esfuerzos y señaló que las perspectivas para 2025 son prometedoras. Entre ellas, confirmó la venta de 14 helicópteros Caracal a Irak, aunque esta cifra genera dudas. En septiembre, Bagdad había anunciado un contrato para 12 Caracal H225M, lo que sugería un posible pedido adicional, aunque no se han facilitado más detalles.
De cara al futuro, Lecornu describió las prioridades, que incluyen buques de superficie, en particular fragatas de defensa e intervención, submarinos, radares, sistemas de artillería, helicópteros y aviones Rafale. También destacó la importancia estratégica del sistema de defensa aérea terrestre de mediano alcance SAMP/T de próxima generación, diseñado para contrarrestar las crecientes amenazas balísticas, en particular las procedentes de Irán y Rusia.
El ministro reiteró que las exportaciones de armas son fundamentales para el BITD. Además de apoyar la balanza comercial y generar empleo en toda Francia, garantizan la soberanía nacional al sostener un modelo industrial desarrollado en la década de 1960.
Los resultados obtenidos en 2024 reflejan la resiliencia y la capacidad de adaptación de la industria de defensa francesa. Sin embargo, mantener este dinamismo requiere una vigilancia constante, en particular en un contexto mundial de evolución de los gastos militares y de desafíos estratégicos. En vista de que ya se vislumbran importantes oportunidades, 2025 tiene el potencial de consolidar aún más la posición de Francia como líder mundial en exportaciones de armas.
Timothée
Y no dicen nada de Perú que también está interesado en comprar los cazas Rafael francéses