Los expertos advierten que los portaaviones británicos son vulnerables a los misiles antibuque.
Los portaaviones Queen Elizabeth y Prince of Wales, dos de los buques de guerra más avanzados del Reino Unido, han sido señalados como vulnerables a los modernos misiles balísticos antibuque [ASM], una preocupación creciente para los expertos militares.
Estos portaaviones, activos críticos para la proyección de poder estratégico del ejército británico, fueron el foco de un reciente ejercicio de entrenamiento en el que la Marina Real puso a prueba sus defensas contra amenazas nuevas y cada vez más sofisticadas.
Según una fuente familiarizada con el ejercicio, según informa The Times, los portaaviones fueron sometidos a escenarios que implicaban ataques con misiles balísticos, y algunas simulaciones incluso indicaban que estos barcos podrían hundirse en determinadas circunstancias.
Estos ejercicios, que forman parte de los esfuerzos más amplios del Reino Unido para evaluar las capacidades de sus activos navales en la guerra moderna, destacaron los riesgos potenciales que plantea la última tecnología de misiles, incluidos los ASM avanzados que se están volviendo más frecuentes, particularmente en países como China.
Estos misiles, capaces de alcanzar altas velocidades y llevar ojivas explosivas, están diseñados para incapacitar a grandes buques con una precisión milimétrica.
A pesar de que el Queen Elizabeth y el Prince of Wales están equipados con sistemas de defensa antimisiles de última generación, el ejército ha reconocido que estos sistemas no pueden garantizar una protección absoluta contra amenazas tan avanzadas, en particular cuando se despliegan junto con otras tácticas militares, como la guerra electrónica.
Los misiles balísticos antibuque, especialmente los desarrollados en los últimos años, representan uno de los desafíos más peligrosos para las grandes plataformas navales como estos portaaviones. La principal preocupación es la increíble velocidad de los misiles: los misiles hipersónicos, por ejemplo, pueden superar Mach 5, lo que los hace casi imposibles de detectar e interceptar a tiempo.
Además, la capacidad de los misiles para maniobrar a distintas altitudes complica su seguimiento e intercepción, ya que los sistemas de defensa estándar pueden tener dificultades para adaptarse a trayectorias de vuelo que cambian rápidamente.
Esto hace que la tarea de defenderse de estos misiles sea mucho más difícil que contra generaciones anteriores de amenazas antibuque. Si bien los portaaviones están equipados con radares y sistemas de defensa avanzados como Sea Ceptor y Phalanx, la posibilidad de un ataque exitoso con misiles sigue siendo una preocupación real.
Lo que diferencia a estos misiles de los proyectiles antibuque tradicionales es su combinación de velocidad, maniobrabilidad y sigilo. En particular, los misiles hipersónicos pueden alterar su trayectoria de vuelo a mitad de camino, evadiendo las medidas defensivas diseñadas para interceptarlos.
Para empeorar las cosas, a menudo funcionan en conjunto con otros sistemas ofensivos como la guerra electrónica, que puede perturbar o confundir los sistemas de radar, dificultando aún más la defensa de los portaaviones.
Estas amenazas ponen a prueba no solo los sistemas de defensa, sino también las tácticas que emplea la Marina Real para proteger estos activos cruciales.
El papel del Queen Elizabeth y el Prince of Wales en la guerra moderna no puede subestimarse. Estos portaaviones no son sólo símbolos del poder naval británico, sino herramientas esenciales para mantener la influencia militar global.
Permiten al Reino Unido proyectar su poder aéreo en regiones distantes, ofreciendo una base móvil para aviones de combate, helicópteros y drones, y facilitando una respuesta rápida a las crisis internacionales.
Sin embargo, como señaló The Times, la creciente sofisticación de las armas antibuque plantea interrogantes críticos sobre su capacidad de supervivencia en escenarios de combate del mundo real. Aunque estos portaaviones representan la vanguardia de la guerra naval, no son inmunes a las capacidades en rápido avance de los sistemas de misiles.
A pesar de los riesgos alarmantes, la Marina Real sigue haciendo mucho hincapié en la importancia estratégica de sus portaaviones. En entrevistas con funcionarios de defensa, se resaltó que, si bien el Queen Elizabeth y el Prince of Wales pueden ser vulnerables a los misiles modernos, su valor estratégico sigue siendo primordial.
Los portaaviones están diseñados para proporcionar al Reino Unido un alcance global y la capacidad de participar en guerras convencionales y no convencionales, incluidas misiones de proyección de poder y asistencia humanitaria. Esto garantiza que, a pesar de su vulnerabilidad, los portaaviones seguirán siendo una parte indispensable del arsenal militar del Reino Unido en el futuro previsible.
Los avances tecnológicos ofrecen posibles soluciones para mitigar algunas de las amenazas que plantean los sistemas de misiles modernos. El desarrollo de armas basadas en láser y enjambres de drones podría desempeñar un papel importante en la ampliación de las capacidades de defensa antimisiles existentes.
Los láseres, por ejemplo, podrían proporcionar un medio preciso y rentable para neutralizar misiles entrantes, mientras que enjambres de drones pequeños y ágiles podrían interceptar misiles a distancia o confundir a los sistemas de orientación enemigos. Sin embargo, estas tecnologías aún están en desarrollo y su integración en los sistemas de defensa existentes necesitará más pruebas para demostrar su eficacia en condiciones de combate.
Otro aspecto clave de la defensa del Queen Elizabeth y el Prince of Wales es su capacidad de maniobra. Aunque los portaaviones son intrínsecamente grandes y menos ágiles que los buques más pequeños, los portaaviones modernos como el Queen Elizabeth están diseñados con la capacidad de realizar maniobras evasivas a alta velocidad.
Esta capacidad de cambiar de posición rápidamente, combinada con una sólida escolta de buques más pequeños y rápidos, ayuda a reducir la probabilidad de un ataque con misiles exitoso. En la práctica, esto significa que los portaaviones dependen de una estrategia de defensa en capas, que integra varios activos defensivos, incluidos aviones de combate, destructores y fragatas, para brindar protección en caso de un ataque.
En cuanto a los escenarios de guerra futuros, la posibilidad de ataques coordinados con misiles contra estos portaaviones podría volverse más pronunciada. Estos ataques podrían provenir de una variedad de fuentes: submarinos, aviones o incluso otros buques de superficie. Además de las amenazas de misiles, el uso de ciberataques y sistemas de guerra electrónica podría complicar aún más los esfuerzos para defender estos buques.
Estos escenarios subrayan la necesidad de tiempos de respuesta rápidos y una coordinación fluida entre los portaaviones y su flota de apoyo. A medida que la Marina Real se adapta a estas amenazas emergentes, se hace evidente la importancia de la interoperabilidad con la OTAN y las fuerzas aliadas, ya que el apoyo multinacional podría ser la clave para defender estos activos críticos.
De cara al futuro, el valor estratégico de estos portaaviones en futuros conflictos, en particular en regiones como el Indopacífico o el Mediterráneo, dependerá en gran medida de su capacidad de adaptación a las amenazas cambiantes de los misiles. El Prince of Wales, por ejemplo, sigue siendo un activo vital para las ambiciones navales del Reino Unido, y se ha confirmado que el portaaviones seguirá en servicio en el futuro previsible, sin planes de desmantelarlo en un futuro próximo, según informó The Telegraph.
Si bien el Príncipe de Gales no participó en el mayor ejercicio de la OTAN desde la Guerra Fría (Steadfast Defender, según señaló un informe reciente), se espera que el portaaviones desempeñe un papel clave en futuros despliegues operativos.
En conclusión, si bien el Queen Elizabeth y el Prince of Wales representan algunos de los buques de guerra más avanzados del mundo en la actualidad, no se puede ignorar su vulnerabilidad a las amenazas de los misiles modernos.
A medida que la tecnología de misiles continúa evolucionando, la Marina Real debe permanecer alerta, mejorando continuamente los sistemas de defensa, explorando nuevas contramedidas y refinando las tácticas para garantizar que estos portaaviones sigan siendo una parte eficaz y capaz de sobrevivir de las capacidades de proyección del poder naval del Reino Unido.
B.Military
Únicamente los portaviones británicos?, o piensa el autor en un fallo de diseño que desconocemos?. Todo buque de guerra grande es vulnerable.
Hombre, son vulnerables porque tampoco tienen barcos que los escolten ¿Cuantas fragatas tiene la RN navegando y cuantas en mantenimiento o en los astilleros? Es como los tanques, en su tarea son inmejorables pero si los mandas sin infanteria olvidate de ellos.
Buf, pues nuestro LHD ni te cuento, que no lleva ni sistema CIWS…veo que nuestra Armada confía mucho en las fragatas…
Porque el comentario está en plural? Portaaviones? Si solo está operativo uno solo y el otro será utilizado como fuente de repuestos para el otro ya que el Reino Unido no tiene capacidad como para mantener dos portaaviones operativos al mismo tiempo.
Lo mismomle pasa a los otros portaviones que embarcan el F-35B. Al menos los ingleses embarcan helicópteros con cierta capacidad alerta temprana. Pero los misiles hipersónicos son una amenaza común para cualquier flota. Y los ingleses se desplegarían bajo el paraguas americano si enfrentan esa amenaza, hablaríamos de China o Rusia. Quizás mejorar el alcance de sus aviones ayudaría, pero es el precio que se paga por haber elegido el F-35B. Unos portaviones convencionales eran más caros de construir. Y se pensó que también eran más caros de operar. Ahora en retrospectiva no hubiera sido tanta la diferencia de dinero pero operativamente hubieran mejorado.
Todos los portaaviones/LHD/LHA que embarcan los F35B/C son armados hasta los dientes con canones y misiles: Izumo/Kaga, Cavour/Trieste, Wasp/America, Ford etc. …
Por este motivo los portaaviones no se despliegan solos, van en un grupo naval con toda su escolta de fragatas, submarinos y destructores (si los hay).
Los 2 portaaviones de reino unido son completamente inútiles desde el día uno de la Concepción ha sido un completo fracaso pero ellos no dirán que han fracasado sólo dirán problemas técnicos y buscar a terceros para quedar bien con la prensa a día de hoy reino unido tiene que comprar barcos a terceros países entre ellos está España que comprará 3 buques pero serán construidos en Irlanda del norte donde se fabricó el Titanic
Por supuesto que cualquier buque impactado por un misil viajando a mach 5 + sería vulnerable. Sólo la energía cinética sería gravísima (F=mXv2), sin tener en cuenta la explosión de la cabeza de guerra, los gases y residuos de combustible del motor si los hubiera… Respecto de los portas británicos, la vulnerabilidad a la que hace referencia podría ser referida a algún tipo de debilidad intrínseca a los buques en sí mismos, ya sea por su construcción, estructural, materiales, disposición interna, protección, control de daños (incendios, achique de agua, gases, etc.); o bien referirse a la falta de suficientes escoltas para operar en tiempos de guerra, y por ello hace alusión a la integración de la RN con otras marinas OTAN. Respecto a esto último, los portas no tienen otra opción que ser el núcleo de una TF, que navegando en alta mar a alta velocidad, establece un área de protección (burbuja) de varios cientos de km alrededor del buque principal. Ningún almirante situaría un porta a una situación de vulnerabilidad extrema, excepto no tenga otro recurso. La propia RN sufrió en carne propia la pérdida del HMS Hermes a manos de aviones embarcados japoneses en 1942, navegando sin aviones defensivos y una escolta mínima. La vulnerabilidad, entonces, no viene establecida en el caso de los portas por las capacidades de las amenazas (que pueden ser variadas y en cantidad creciente en el futuro próximo), sino por la formación naval en que opere, las armas defensivas y las tácticas que utilice esa TF para enfrentarlas. Los portas deberán adaptarse a estas amenazas y también a su funcionamiento, puesto que si bien pueden ser vulnerables, no existe aún otra manera de proyectar poder aeronaval. Respecto de los misiles hipersónicos, nadie duda de su peligrosidad, pero también tienen sus desventajas. A medida que aumenta la velocidad su maniobrabilidad se reduce enormemente, así como su capacidad de funcionamiento de sensores delanteros, puesto que la ionización del aire por fricción anula su capacidad de interacción. A alta velocidad pierde mucha capacidad de maniobra, y sus blancos también maniobrarán para evitar el impacto. En definitiva, si analizamos los blancos y las amenazas, ni los primeros son tan vulnerables ni los segundos tan letales.