Paramount fabricará palas para los helicópteros africanos de tipo Mi en Emiratos Árabes Unidos.

El grupo sudafricano Paramount está preparando la producción de palas de material compuesto para helicópteros de tipo Mi con el establecimiento de una planta de producción en los EAU, con la intención de recibir pedidos de operadores africanos de aeronaves que necesitan mantenimiento y mejoras de configuración.

El mes pasado, Paramount dijo que había firmado un acuerdo de asociación estratégica con AAL Group, con sede en los EAU, para fabricar localmente palas de material compuesto para el rotor principal y el rotor de cola de los helicópteros. La entidad emiratí lleva más de dos décadas prestando una amplia gama de servicios de mantenimiento y reparación para la familia Mi de aeronaves de ala rotatoria.

«Nuestras actividades con AAL Group en los EAU incluirán, entre otras cosas, la gestión de una planta de fabricación avanzada, una línea de montaje e instalaciones de reparación y operaciones de mantenimiento, así como el mantenimiento y la modernización de flotas de helicópteros para nuestros socios africanos», declaró Steve Griessel, director general Global de Paramount.

Hay más de 23 operadores de helicópteros de tipo Mi en todo el continente africano, siendo Togo el más reciente en recibir nuevas entregas de dos aviones de transporte Mi-17 en diciembre.

Estas aeronaves suelen estar equipadas con palas metálicas, que sufren un gran estrés durante las operaciones intensas. Esto puede aumentar los tipos de daños a los que están expuestas, haciéndolas propensas a erosionarse más rápidamente. Una pala metálica tradicional de helicóptero se fabrica con una aleación de titanio, de la que Rusia es uno de los mayores exportadores del mundo. Citigroup advirtió recientemente que las exportaciones de metales importantes podrían ser los siguientes en la lista de recursos naturales restringidos por Moscú para vengarse de las sanciones occidentales.

Un alto porcentaje de los helicópteros de la era soviética que forman parte de las flotas africanas son inservibles, por lo que permanecen en tierra durante largos periodos de tiempo o se retiran por completo. Esto se debe en parte a que los clientes no pueden mantener sus flotas, lo que probablemente se ha visto agravado por el impacto de la guerra de Ucrania en las cadenas de suministro y las entregas mundiales. Además, varias naciones de África se enfrentan a importantes restricciones presupuestarias.

Paramount ofrece palas de composite para los Mi-17 y Mi-24, que sustituyen totalmente a las metálicas originales y ofrecen ventajas logísticas y operativas.

«Las palas metálicas tienen un límite de unas 4.000 horas de actividad operativa, mientras que las de composite son casi infinitas y se acercan a las 20.000. En general, la mayoría de los aviones tienen límites basados en el tiempo y las horas de funcionamiento. El límite de tiempo, es decir, el número de años útiles de funcionamiento, dependería del almacenamiento, las condiciones operativas, etc., pero las palas de material compuesto durarían mucho más que las metálicas», declaró el director general de Paramount Aerospace Systems, Brian Greyling.

Además, esta alternativa permite sustituir las palas individuales si se dañan, en lugar de todo el conjunto. Aunque son más caras, la empresa afirma que la mayor vida útil que proporcionan abarata considerablemente el coste global de las operaciones. Las palas de material compuesto resultan económicamente viables a partir de las 200 horas de vuelo por avión.

Mientras que los clientes africanos pueden haber recurrido a los fabricantes rusos para actualizaciones y MRO antes, las instalaciones de los EAU pueden dar una ventaja significativa a Paramount en términos de aprovechar nuevas oportunidades de negocio y cerrar ciertas brechas existentes.

El grupo está prestando servicios de MOR, modernizando los Mi-24 de Argelia para que pasen a la norma SuperHind. Muchos sistemas también han tenido éxito entre los clientes de Oriente Medio en los últimos años. Aunque África y Oriente Medio se enfrentan a retos distintos y tienen presupuestos de defensa diferentes, también comparten similitudes y demandas interesantes, dijo Griessel.

«Por ejemplo, comparten la necesidad de interoperabilidad y de utilizar nuestros vehículos terrestres en patrullas fronterizas, operaciones policiales, de mantenimiento de la paz y de apoyo militar», explicó. «Otra necesidad es la capacidad de que las tecnologías y los sistemas de misión puedan sustituirse rápidamente de los escenarios de reconocimiento a los de combate».

Elisabeth Gosselin-Malo