Rusia desmantela el submarino más grande del mundo, el Dmitriy Donskoy.
El desmantelamiento del Dmitry Donskoy pone fin a la historia de la icónica clase Typhoon, que se hizo famosa por el libro La caza del Octubre Rojo.
La Marina rusa ha dado oficialmente de baja el submarino nuclear de misiles balísticos Dmitry Donskoy, según los medios de comunicación estatales. Durante años, este submarino ha sido el único ejemplar de la emblemática clase Typhoon que quedaba en servicio. El Typhoon sigue siendo el mayor submarino de cualquier clase, por desplazamiento, que se haya construido jamás.
El medio de comunicación estatal ruso TASS informó ayer de la retirada del Dmitry Donskoy, citando a Vladimir Maltsev, jefe del Movimiento de Apoyo a la Flota de toda Rusia. También conocido simplemente como Movimiento de Apoyo a la Flota o por las siglas rusas DPF, se trata de una organización pública que defiende y promueve de otras formas la labor de la Armada rusa.
RIA Novosti, otro medio de comunicación estatal ruso, había informado anteriormente que la Armada rusa había retirado el Dmitry Donskoy en julio de 2022, citando fuentes anónimas. Tras la publicación de esa noticia, TASS informó que era incorrecta, haciendo referencia a información de personas no especificadas de la industria naval estatal rusa y de los servicios de seguridad del país. Sin embargo, ese segundo informe indicaba que la decisión final sobre el futuro del submarino podría tomarse en torno al año nuevo.
Según Maltsev, el Dmitry Donskoy, también conocido por su número de casco TK-208, se unirá a otros dos Typhoon retirados del servicio en la base de la Armada rusa en Severodvinsk. El Arkhangelsk (TK-17) y el Severstal (TK-20) han languidecido en el muelle, amarrados juntos, durante casi una década. El plan y el calendario para el desguace final de los tres barcos, un proceso que se complica aún más por la necesidad de deshacerse de forma segura del par de reactores nucleares OK-650 de 190 megavatios de cada uno, siguen sin estar claros.
Maltsev no dijo si se suponía que el Dmitry Donskoy ya estaba en la base o, de no ser así, cuándo se esperaba que el submarino llegara allí. Una revisión de las imágenes de satélite disponibles a través de Planet Labs no parece mostrar a Dmitry Donskoy allí ahora, al menos hasta el 6 de febrero. Las imágenes disponibles recientemente no son de gran calidad debido al mal tiempo. La instalación está situada en el noroeste de Rusia, relativamente cerca del Círculo Polar Ártico.
El destino del Dmitry Donskoy es, por supuesto, de gran interés dada su condición de último Typhoon en activo. La Unión Soviética sólo encargó seis de estos monstruosos submarinos nucleares de misiles balísticos entre 1981 y 1989. El colapso de la Unión Soviética provocó la interrupción de los trabajos en un séptimo barco y ese submarino parcialmente construido fue finalmente desguazado.
#ColdWar #SovietNavy «A long time ago, in a galaxy far, far away…» pic.twitter.com/avPzIY3WVx
— Capt(N) (@Capt_Navy) July 20, 2022
También conocido como Proyecto 941 o clase Akula por los soviéticos -no confundir con la clase Shchuka-B del Proyecto 971 a la que el ejército estadounidense y la OTAN se refieren como clase Akula-, el diseño tiene algo más de 574 pies de eslora (175 m) y desplaza aproximadamente 48.000 toneladas cuando está sumergido. En comparación, un submarino nuclear de misiles balísticos de la clase Ohio de la Marina estadounidense tiene un desplazamiento sumergido de unas 20.664 toneladas, además de ser 4 metros más corto.
Desde que la Armada rusa introdujo el Belgorod, de 604 pies de eslora (184 m), la clase Typhoon ya no ostenta el título de submarino más largo de la historia. Sin embargo, el Belgorod no se construyó desde la quilla, sino que se transformó a partir de un submarino de misiles guiados de la clase Oscar II del Proyecto 949A. Se trata de un submarino único para misiones especiales.
El diseño del Typhoon también se distingue visualmente por sus 20 tubos de misiles, cada uno de ellos diseñado para albergar un único misil balístico R-39 Rif lanzado desde submarinos, dispuestos en el extremo de proa y su vela colocada hacia la popa. Todos los demás submarinos nucleares de misiles balísticos, incluidos los que están en servicio en la Armada soviética y ahora en la rusa, tienen los tubos de misiles detrás de la vela.
Project 941 Akula NATO code name Typhoon class #Submarine opening up her 20 missile hatches
The picture was taken in the mid 90s and is likely TK12 Simbirsk #ColdWar #History pic.twitter.com/o193EaPzeA
— The_Sub_Hunter (@TheSubHunter1) July 14, 2022
Los seis Typhoon terminados, incluido el Dmitry Donskoy, tuvieron una carrera bastante tranquila durante la Guerra Fría. En 1991, el Arkhangelsk, entonces conocido sólo por su número de casco TK-17, estuvo a punto de hundirse tras sufrir un terrible accidente durante un lanzamiento de prueba previsto de un R-39 desarmado. El misil explotó en el tubo de lanzamiento, pero el capitán del barco en aquel momento, Igor Grishkov, y su tripulación lograron finalmente mantenerlo a flote.
Sin embargo, la clase Typhoon se convirtió en uno de los buques más emblemáticos de la Armada soviética. La famosa novela de Tom Clancy La caza del Octubre Rojo (1984) y la adaptación cinematográfica homónima (1990), protagonizada por Alec Baldwin y Sean Connery, contribuyeron a que la opinión pública se fijara en él. La historia se centra en una subvariante ficticia muy modificada de este submarino, el homónimo Octubre Rojo.
El colapso de la Unión Soviética, unido a los acuerdos de control de armamento con Estados Unidos, hizo que la flota Typhoon se redujera constantemente después de 1991. Tres de los seis submarinos -números de casco TK-12, TK-13 y TK-202- fueron retirados del servicio a finales de la década y posteriormente desguazados.
Como ya se ha señalado, el Arkhangelsk y el Severstal también llevan años fuera de servicio, a la espera de un destino similar. El propio Dmitry Donskoy ha estado relegado durante mucho tiempo a actividades de investigación y desarrollo, pruebas y evaluación, y entrenamiento. Ha sido modificado de varias formas únicas para apoyar este trabajo, incluso para permitirle disparar nuevos misiles balísticos nucleares lanzados desde submarinos RSM-56 Bulava para ayudar en el desarrollo de esa arma. El submarino hizo una notable aparición en las celebraciones del Día de la Armada en San Petersburgo en 2017.
En 2021, el futuro del Dmitry Donskoy como plataforma de pruebas y entrenamiento parecía prometedor, con planes de mantenerlo en servicio al menos hasta 2026. Al parecer, en junio de 2022 seguía realizando este tipo de tareas.
Es difícil decir con exactitud qué puede haber ocurrido en el ínterin, pero Rusia está ahora sometida a sanciones internacionales paralizantes como resultado de su guerra de casi un año en Ucrania. El ejército ruso ya ha perdido cantidades sustanciales de material en el transcurso del conflicto, que tendrá que ser recapitalizado de alguna manera.
No es difícil ver cómo esto puede haber puesto en duda el valor de seguir operando y manteniendo un solo ejemplar de un submarino ya muy costoso y complejo. Incluso antes de que Rusia lanzara su invasión total de Ucrania en febrero de 2022, el gobierno del país se había mostrado dispuesto a retrasar o incluso cancelar grandes proyectos militares para reasignar fondos a esfuerzos más prioritarios.
Teniendo esto en cuenta, las autoridades rusas siguen mostrando su compromiso de adquirir nuevos submarinos nucleares de misiles balísticos de la clase Borei-A. El jefe del Movimiento de Apoyo a la Flota, Maltsev, señaló en sus comentarios a TASS que ya se espera que el nombre Dmitry Donskoy se aplique a un futuro barco de la clase Borei-A que entrará en servicio a finales de la década.
A falta de una confirmación oficial por parte de la Armada rusa o del Ministerio de Defensa ruso, sigue existiendo la posibilidad de que el destino del Dmitry Donskoy aún no sea definitivo. Por supuesto, el submarino podría seguir técnicamente en servicio, pero haber sido dado de baja en todos los sentidos menos en el formal.
Sea como fuere, con un nuevo Dmitry Donskoy de la clase Borei-A ya en el horizonte, la era del Typhoon está claramente llegando a su fin, si es que no lo ha hecho ya.
Joseph Trevithick
Una muestra más del declive soviético-ruso. Hubo un tiempo en el que el ehército de la URSS imponía respeto. Actualmente, lo único que puede inquietar a la OTAN son sus submarinos clase Akula y los Borei. Lo demás ya hemos visto en Ucrania…
si lograran desmantelar la planta nuclear y que no quedara contaminado el submarino
lo podrian tunear ( quitar los chismes sensibles ) y dejarlo como museo ..
sus muchos metros lineales de pasillos dan para una buena visita .Seguro
que es un fuerte reclamo turistico.
Ojala, como EE.UU. tiene los acorazados clase Iowa los rusos tienen los Typhoon. Este submarino es ya un mito.
Lo que se hace es cortar la sección del submarino donde están los reactores y sellarlos y se llevan una a un almacenamiento permanente en tierra firme
Por tanto sería desmontar el submarino y volver a añadirle una sección a la zona donde se quitan los reactores y cosa que sería muy costosa
En la práctica, Rusia no tiene dinero para deshuesar esos submarinos de forma segura, le quitan todo lo que pueden y permanecerá décadas amarrado en caliente.
No seré yo el que se introduzca en el submarino.
A saber si quedarían restos de material radiactivo.
Eso sí, ese buque debería tener un final digno a la
altura de los servicios prestados a su nación.
En cuanto a la falta de fondos de la marina rusa,
no será por desviarlos al Kuznetsov, a pesar que
su interior se encuentra carcomido?. O para esa
eterna modernización del Admiral Najimov, en el
dique desde 1.997?.
Sorprendente que los rusos desmantelen algo, en vez de seguir su vieja costumbre de dejarlo herrumbar a la intemperie. Parece que les dio un ataque de normas ISO.
La clase Typhoon es sin duda uno de los mayores exponentes de la guerra fría. Desplazaban un tonelaje similar a los mayores acorazados de la GSM y sus misiles tenían capacidad de arrasar el territorio completo de EEUU disparándolos desde sitios seguros (si es que los había) en aguas relativamente cercanas del mar Glacial Ártico, protegidas por buques como el Admiral Kuznetsov. Gracias a Dios que nunca tuvieron que ser utilizados. La novela de Tom Clancy es indudablemente uno de los mejores libros de guerra-ficción del maestro del género y probablemente el que más he disfrutado su lectura, ya que sus páginas contenían una cantidad inmensa de aspectos absolutamente desconocidos por mí en esos años, en que no existía como hoy posibilidad de acceder a distintas fuentes de información. La parte en que describe el modelo matemático para traducir ciertos sonidos en un objeto submarino y definir sus prestaciones fue absolutamente increíble, lo mismo que la descripción del sistema de vigilancia submarino bajo el Atlántico, o el accidente nuclear del Akula… Realmente me gustaría volver a leerlo.
Off topic: Una sensación similar me produjo la lectura, también por esos años del libro «El Nombre de la Rosa» de Humberto Ecco. Curiosamente ambos libros fueron llevados al cine con el mismo actor (S. Connery). Pido disculpas al foro por incluir comentarios personales de temas externos a los de tecnología militar y afines.
Conocí a Sir Sean Connery hace años en Marbella. Un caballero , y disfrutó mucho rodando ambas películas.
Aunque sí tiene que ver con temática militar sr.
Fer65, pero no viene al caso, como gran lector
de Ton Clancy me quedo con la descripción de
la detonación de un arma nuclear en la novela
Panico Nuclear.
Es una pena que a cuando evoluciona, pierde
para mi el interés de sus obras. Aún las guardo.
Aquí en Argentina ese libro se ha publicado con el nombre «La Suma de Todos los Miedos» (si estamos hablando del mismo, cuyo tópico es el que en grupo de palestinos recupera una bomba nuclear arrojada por un A-4 israelí y con el material fisible -plutonio- fabrican una bomba «casera» en EEUU y la detonan en un partido de Súper Bowl). Coincido contigo Iskander, describe el proceso de manipulación, fabricación y construcción de la bomba así como su detonador con un gran detalle. Es un libro imperdible. Es cierto también que el ritmo desciende al final de todos las novelas de Clancy, pero igual poco para reprocharle a este escritor de imaginación tan fértil que tranquilamente sus relatos podrían haber sido reales. Un genio. Saludos a todos los lectores.
No pues la Otan con todo el armamento que le dieron a Ucrania tampoco los tumban,mucha noticia de los bastardos de los sajones pero la realidad es otra,bueno armamento y soldados que de eso calla la boca todo el mundo,Usa llevo un repaso en Afganistan luchando contra tribus que segun ellos tenian dominadas,ya ya…