Rusia detiene a otro funcionario de defensa, en una nueva señal de la reorganización de Putin.

Rusia ha encarcelado a un alto cargo de Defensa, el cuarto en un mes, ampliando la mayor reorganización de la cúpula militar del presidente Vladimir V. Putin desde la invasión de Ucrania en febrero de 2022.

Un tribunal militar de Moscú ordenó el miércoles el encarcelamiento del teniente general Vadim Shamarin durante dos meses por sospechas de soborno «a gran escala», informaron el jueves las autoridades policiales rusas. Se enfrenta a 15 años de prisión, según las agencias de noticias estatales. El general Shamarin era jefe adjunto del principal órgano de mando del ejército ruso, el Estado Mayor, y supervisaba su dirección de comunicaciones.

La detención del general Shamarin es la última de una serie de arrestos de alto nivel que han coincidido con el nombramiento por Putin de un nuevo ministro de Defensa, Andrei R. Belousov, a principios de este mes.

Timur Ivanov, viceministro de Defensa, y el teniente general Yuri Kuznetsov, que supervisaba el departamento de personal del ministerio, fueron detenidos por el mismo cargo de soborno en las últimas semanas. Y a principios de esta semana, los medios de comunicación estatales informaron que el general de división Ivan Popov, ex comandante del 58º Ejército de Armas Combinadas de Rusia, había sido detenido por acusaciones de fraude.

El Kremlin controla férreamente el sistema judicial y, en conjunto, las detenciones por corrupción señalan el esfuerzo más agresivo de Putin por revisar su cúpula militar desde los desastrosos comienzos de su invasión de Ucrania a principios de 2022. El jueves por la noche, las autoridades rusas anunciaron otra detención: Un oficial militar que supervisaba las adquisiciones, Vladimir Verteletsky, había sido detenido por «abuso de poderes oficiales».

«La lucha contra la corrupción es un trabajo deliberado», declaró el jueves a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri S. Peskov, rechazando la idea de que hubiera una purga en marcha. «No se habla, por supuesto, de ningún tipo de campaña».

En los dos primeros años de la guerra, Putin supervisó pocos cambios anunciados públicamente, por no hablar de detenciones, de su cúpula militar, a pesar de las denuncias generalizadas de corrupción, mala gestión e incompetencia por parte de sus generales.

Los analistas afirman que, con su ejército en la cuerda floja, Putin dio prioridad a la lealtad y trató de evitar movimientos de personal potencialmente desestabilizadores.

Pero ahora, el ejército ruso está a la ofensiva en gran parte de la línea del frente, mientras Ucrania lucha contra la escasez de armas y personal. Después de haber orquestado una reelección con sello de goma en marzo y una toma de posesión para un quinto mandato en mayo, Putin parece lo suficientemente seguro de su control del poder y de su ventaja militar como para actuar con dureza contra los líderes militares que han caído en desgracia.

Uno de los objetivos del Kremlin parece ser mostrar a la opinión pública rusa que se está tomando en serio el problema de la corrupción militar, un tema sobre el que los populares blogueros rusos que apoyan la guerra han escrito extensamente desde que comenzó la invasión.

Para subrayar ese esfuerzo, una de las principales agencias de noticias estatales de Rusia, RIA Novosti, informó el jueves que la esposa del general Shamarin compró un Mercedes S.U.V. de 200.000 dólares en noviembre de 2022, a pesar de que sus informes financieros disponibles muestran un ingreso familiar de no más de 34.000 dólares al año al tipo de cambio actual.

El Comité de Investigación de Rusia, un organismo encargado de hacer cumplir la ley, alegó en un comunicado que el general Shamarin había recibido sobornos entre 2016 y 2023 por un total de unos 400.000 dólares al cambio actual de un fabricante de teléfonos de la ciudad rusa de Perm.

A cambio, según la comisión, el general Shamarin aumentó los pedidos del Ministerio de Defensa de productos de la empresa.

Anton Troianovski