Bélgica invierte 60 millones de euros para unirse al proyecto Future Air Combat System.
La entrada de Bélgica en el proyecto SCAF [Sistema de Combate Aéreo del Futuro] como país observador, anunciada el pasado mes de junio durante el Salón Aeronáutico de París en Le Bourget, está a punto de hacerse oficial, según acaba de anunciar el gobierno belga.
“El Consejo de Ministros ha autorizado la firma del acuerdo administrativo sobre el estatuto de observador de Bélgica en el NGWS/FCAS [o SCAF]”, afirmó en un comunicado de prensa publicado el 29 de abril.
Evidentemente, las negociaciones con Francia, Alemania y España se han prolongado más de lo previsto, y la ministra belga de Defensa, Ludivine Dedonder, indicó el pasado noviembre que el acuerdo debería firmarse antes de finales de 2023.
La posible participación de la industria belga en el proyecto SCAF ha suscitado algunos recelos, especialmente por parte de Dassault Aviation, contratista principal del avión de combate del futuro [NGF, New Generation Fighter], en el que se basará un “sistema de sistemas”.
“Creo que tenemos que atenernos a lo que nos hemos comprometido, lo cual no es nada fácil. Tenemos que completar la fase 1B con tres personas. Espero que sigamos con la fase 2, que nos permitirá volar el futuro avión, todavía con tres personas. Si queremos ampliar la cooperación, las discusiones llevarán más tiempo. Permítanme recordarles que los franceses sólo representamos un tercio de este proyecto. Me temo que ir más lejos significará perder competencias útiles”, argumentó Trappier, director general de Dassault Aviation, en una comparecencia ante el Senado.
La fase 1B del proyecto, que consiste en trabajos preliminares sobre los futuros demostradores, se lanzó oficialmente en abril de 2023. Durará treinta y seis meses y supondrá una inversión de 3.000 millones de euros, financiados a partes iguales por los tres países implicados. La Fase 2 comenzará en 2026, con un presupuesto de 5.000 millones de euros.
En cualquier caso”, subrayó Dedonder, “este estatuto de observador nos permitirá seguir de cerca el desarrollo de este programa, crucial para el futuro de la defensa belga y, sobre todo, europea, y decidir con conocimiento de causa nuestra posible participación en las fases de desarrollo posteriores”.
El Gobierno belga también ha aprobado el lanzamiento este año de un “programa específico de investigación y desarrollo” dotado con 60 millones de euros. El objetivo es “posicionar de forma óptima la base industrial y tecnológica belga en términos de oportunidades de cooperación en el marco del programa de desarrollo NGWS/FCAS”, explicó.
Para Dedonder, “esta inversión nos permitirá apoyar el desarrollo de tecnologías dentro de nuestras empresas, tanto pequeñas y medianas como grandes, pero también ampliar nuestra experiencia para que podamos desempeñar un papel de liderazgo en este programa europeo”.
Sin embargo, el ministro belga había indicado anteriormente que Bélgica “se uniría oficialmente al programa NGWS/FCAS” en junio de 2025. Esto era tanto más prematuro cuanto que aún no se ha acordado nada de forma definitiva. “La participación en las distintas etapas del programa será objeto de una propuesta de decisión al Consejo de ministros en función de la evolución del programa”, declaró Bruselas.
Laurent Lagneau