China podría «desbordar» las bases militares estadounidenses en el Indo-Pacífico.

El nuevo presidente del Comité sobre China de la Cámara de Representantes afirma que existe una «alarmante falta de urgencia» por parte de la administración Biden para adoptar medidas defensivas que protejan las bases militares estadounidenses en el Indo-Pacífico frente a posibles ataques de China.

El presidente del Comité sobre China de la Cámara de Representantes, el republicano John Moolenaar, que asumió el cargo el mes pasado tras la marcha del representante Mike Gallagher, republicano de Wisconsin, expuso sus preocupaciones en una carta dirigida a los secretarios de las Fuerzas Aéreas, Frank Kendall, y de la Armada, Carlos Del Toro.

«Las bases militares estadounidenses en el Indo-Pacífico están amenazadas. Con sus actuales capacidades de ataque, China puede atacar las bases estadounidenses en la región, incluidas las de los territorios estadounidenses de Guam y la Mancomunidad de las Islas Marianas del Norte», advirtió Moolenaar, añadiendo que un nuevo análisis no clasificado sugiere que China «tiene armas suficientes para abrumar nuestras defensas aéreas y antimisiles que protegen esas bases.»

Moolenaar advirtió que los ataques a bases estadounidenses «podrían inmovilizar activos aéreos vitales, interrumpir las cadenas logísticas y debilitar significativamente nuestra capacidad de respuesta en un conflicto.»

Moolenaar dijo que su comité recibió información que muestra «una alarmante falta de urgencia por parte del Departamento de Defensa a la hora de adoptar medidas defensivas».

«Las bases estadounidenses en la región casi no tienen refugios reforzados para aviones en comparación con las bases militares chinas», dijo. «Además, una normativa del Departamento de Defensa que afecta a municiones de la época de la Segunda Guerra Mundial está retrasando sustancialmente y elevando los costes de los proyectos de construcción en Guam y [las Islas Marianas del Norte] destinados a construir una postura más resistente para que nuestras fuerzas puedan resistir los ataques chinos y continuar las operaciones.»

Moolenaar añadió: «Urgimos cambios inmediatos».

Moolenaar envió la carta a los líderes militares, junto con varios de sus colegas del Congreso, incluyendo al senador Marco Rubio, de Florida.

Como era de esperar, en recientes juegos de guerra que simulaban un conflicto con China sobre Taiwán, el 90% de las pérdidas de aviones estadounidenses se produjeron en tierra, y no en combate aéreo», explicó.

Moolenaar apuntó a las «defensas pasivas» como la forma más rentable de mejorar la seguridad en las bases, abogando por refugios reforzados para aeronaves, búnkeres subterráneos, etc.

«Unas defensas pasivas robustas pueden ayudar a minimizar el daño de los ataques con misiles al aumentar la capacidad de nuestras fuerzas para resistir los ataques, recuperarse rápidamente y continuar eficazmente las operaciones», dijo.

Moolenaar explicó que China dispone de 800 refugios reforzados para aviones, frente a los apenas 100 de Estados Unidos en las bases de Guam, las Islas Marianas, Japón y Corea del Sur.

Moolenaar exige ahora a los responsables del Pentágono que faciliten información sobre las medidas que han adoptado para mejorar las defensas pasivas con el fin de proteger las bases y fuerzas estadounidenses en el Indo-Pacífico, incluidas las de Alaska, Samoa Americana, Commonwealth de las Islas Marianas del Norte, Guam, Hawai, islas periféricas menores y territorios aliados y asociados.

Moolenaar también pregunta qué planes tiene el Pentágono para crear refugios y búnkeres reforzados para proteger a las fuerzas estadounidenses y si tienen previsto solicitar financiación adicional para proyectos de construcción de bases resistentes.

Nuestras bases en el Indo-Pacífico son inaceptablemente vulnerables a los ataques chinos», declaró Moolenaar. «No tenemos suficientes refugios endurecidos para proteger a nuestros aviones y personal».

Moolenaar dijo que las «propias regulaciones del Pentágono están retrasando significativamente proyectos de construcción críticos.»

«Llevamos años de retraso en el endurecimiento de nuestras bases y estoy implorando a los líderes del Pentágono que comiencen esta construcción crítica antes de que China decida que es demasiado tarde».

La advertencia de Moolenaar se produce cuando sus colegas del Congreso han señalado, concretamente, a Guam como una región que necesita atención adicional.

Guam es el territorio estadounidense más occidental de la región Indo-Pacífica y el hogar de unos 170.000 ciudadanos estadounidenses. El Departamento de Defensa posee aproximadamente una cuarta parte del territorio de Guam y cuenta con una fuerza militar de casi 7.000 miembros en servicio activo en la isla.

Guam alberga la Base Naval de Guam, la única base de submarinos de la Marina en el Pacífico occidental, así como la Base Anderson de la Fuerza Aérea, una gran base aérea capaz de acoger bombarderos y cazas estratégicos estadounidenses.

Pero Guam está mucho más cerca de Pekín que de Hawai, y se encuentra al alcance de misiles con capacidad nuclear de la República Popular China y Corea del Norte.

Funcionarios estadounidenses han advertido que China lleva décadas desarrollando misiles de corto y medio alcance que pueden apuntar a Guam.

Brooke Singman