El caza furtivo KAAN de Turquía recibirá un nuevo diseño y entrará en una fase de pruebas ampliada.
Durante la celebración del festival aeroespacial y de tecnología Teknofest 2025 celebrado en Estambul, Turkish Aerospace Industries (TAI) anunció una nueva fase de su programa de caza furtivo de fabricación nacional, KAAN.
El director ejecutivo de TAI, Mehmet Demiroğlu, reveló que el segundo prototipo se encuentra actualmente en construcción y presentará cambios significativos en su fuselaje, incluyendo tomas de aire rediseñadas y mejoras estructurales.
Se espera que el prototipo esté terminado antes de fin de año, lo que marca un paso significativo en la ambición de Turquía de desplegar de forma independiente un avión de combate de quinta generación.
Si bien el diseño actualizado permanece en secreto para evitar interpretaciones prematuras, TAI confirmó su intención de perfeccionar el perfil del avión para lograr una mayor eficiencia y una menor visibilidad radar. Estos avances reafirman la determinación de Turquía de mantener el impulso del programa KAAN tras su retirada del proyecto F-35, posicionando al caza como un símbolo nacional y una solución práctica para el dominio aéreo de nueva generación.
El KAAN, un avión furtivo multifunción bimotor, está diseñado para una amplia gama de misiones, incluyendo superioridad aérea, ataque de precisión e integración en entornos de guerra centrados en redes. Actualmente, utiliza dos motores General Electric F110-GE-129, que han superado con éxito las pruebas de postcombustión en tierra. Los futuros prototipos seguirán utilizando esta configuración, pero Turquía se ha fijado el objetivo a largo plazo de adoptar un motor de producción nacional, el motor desarrollado por TEI, para 2032.
Este cambio busca mejorar el rendimiento y reforzar el control nacional sobre tecnologías críticas.
Mehmet Demiroğlu, director ejecutivo de TAI, explicó la próxima fase de pruebas. Dijo que el primer prototipo, conocido como P0, sirvió principalmente para demostrar la capacidad de construcción y vuelo de la aeronave. En contraste, las siguientes tres unidades, P1, P2 y P3, se someterán a un intenso programa de pruebas de vuelo diseñado para superar los límites operativos en términos de altitud, duración y frecuencia.
Estas iteraciones serán cruciales para verificar el comportamiento aerodinámico y la fiabilidad del sistema en condiciones dinámicas. Más adelante, los prototipos P4 a P6 acercarán la plataforma a su configuración de producción prevista, incorporando integración de aviónica y mejoras en el peso y la eficiencia del flujo de aire.
Una parte esencial del proceso de pruebas de aviónica se ha delegado en un banco de pruebas aéreo basado en el avión de negocios Bombardier Global 6000. Este laboratorio aéreo se utiliza para evaluar el avanzado conjunto de radares AESA de KAAN, el MURAD 600-A. Este sensor, anteriormente denominado BÜRFİS, superará las capacidades del MURAD 100-A, actualmente empleado en los UCAV F-16 y Akıncı.
Diseñado para ser multifuncional, el radar permitirá la orientación aire-aire y aire-tierra, así como tareas de guerra electrónica. El uso de una aeronave dedicada a las pruebas permite a los ingenieros recopilar datos detallados de rendimiento en condiciones de vuelo realistas, un enfoque también utilizado por EE. UU. en el proceso de desarrollo del F-35.
También se están realizando esfuerzos complementarios para garantizar la integración de KAAN en un ecosistema más amplio de equipos tripulados y no tripulados (MUM-T). Continúan los trabajos de laboratorio en el sistema OKU, el marco de TUSAŞ para facilitar misiones colaborativas entre KAAN y un conjunto de plataformas no tripuladas. Estas incluyen el Anka-III para misiones de ataque, el Süper Şimşek como UAV de apoyo compacto y el Kızılelma de Baykar para operaciones aire-aire.
Demiroğlu señaló que, a pesar del perfil furtivo del KAAN, no está diseñado para exponerse directamente a los perfiles de misión más peligrosos. En cambio, los sistemas autónomos se encargarán a menudo de operaciones de alto riesgo, lo que preservará la capacidad de supervivencia del KAAN y le permitirá funcionar como coordinador de misiones desde una relativa seguridad.
Esta filosofía operativa refleja el enfoque adoptado por Estados Unidos para sus iniciativas de cazas de sexta generación, en particular en el marco del programa de Aviones de Combate Colaborativo (CCA), que prevé plataformas tripuladas que coordinan un conjunto de sistemas no tripulados para realizar tareas críticas en entornos de conflicto. Al integrar la colaboración entre aviones tripulados y no tripulados desde el principio, el programa KAAN se alinea con las doctrinas emergentes en el combate aéreo futuro, que priorizan la letalidad distribuida y los nodos de mando con capacidad de supervivencia.
En cuanto a las perspectivas de mercado, el KAAN ha atraído la atención de países como Pakistán, Azerbaiyán y posiblemente Arabia Saudita. Si bien no se han firmado acuerdos formales, la importancia estratégica e industrial del programa es considerable.
Con un presupuesto estimado de entre 10.000 y 12.000 millones de dólares, el KAAN se erige como uno de los proyectos de defensa más ambiciosos de la historia turca, compitiendo con iniciativas comparables como el KF-21 de Corea del Sur y el AMCA de la India. Sin embargo, Turquía se centra en la preparación operativa y la autonomía de defensa, más que en la rivalidad comercial directa.
El anuncio de TAI en Teknofest 2025 marca una evolución en el programa KAAN, con pasos concretos hacia la madurez del sistema y una visión clara de independencia a largo plazo en la tecnología aeroespacial. A medida que se desarrollan nuevos prototipos, se perfecciona la aviónica y se integran las capacidades de combate cooperativo, KAAN continúa representando no solo el futuro caza de Turquía, sino también una redefinición más amplia de su papel en la dinámica del poder aéreo regional y global.
Rudis04
En síntesis: todavía falta mucho desarrollo y pruebas