El gobierno belga justifica la compra del F-35 argumentando que tiene capacidad para lanzar bombas nucleares.
La oposición parlamentaria belga no sale de su asombre ante los increíbles argumentos que utiliza el gobierno de Bruselas para justificar su atropellada decisión de compra del avanzado avión de sigilo estadounidense F-35.
La capacidad de lanzar una bomba termonuclear B-61 de fabricación estadounidense, además de las características de sigilo que reducen drásticamente la firma del radar del avión, han sido los dos factores clave que hicieron que Bélgica seleccionara el Lockheed Martin F-35 sobre el avión europeo Eurofighter Typhoon.
Un día después de que Bélgica anunciara un acuerdo de 3.600 millones de euros para la compra de 34 aviones de combate F-35, se escucharon gritos de «traición» en los medios de comunicación citando a políticos de varios países europeos, en particular de los que conforman el consorcio Eurofighter de Francia, Alemania, España y el Reino Unido.
La decisión de Bélgica ha llegado en un momento en el que las naciones europeas han anunciado nuevos programas de desarrollo de aeronaves, especialmente la asociación entre el Reino Unido y Leonardo con su futuro avión ‘Tempest’ y Francia-Alemania también con su avión de sexta generación ‘New Generation Fighter’.
Sin embargo, el Primer Ministro belga, Charles Michel, dijo que Bélgica esperaba que tanto Europa como Estados Unidos satisfagan las necesidades de defensa de las fuerzas armadas belgas. Bélgica también está comprando aviones no tripulados, fragatas, dragaminas y vehículos blindados «en el marco de la OTAN y de la defensa europea», dijo Michel durante una conferencia de prensa.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores belga, Didier Reynders, dijo sobre la compra que la oferta de Estados Unidos «había sido la mejor desde el punto de vista de los precios y de las operaciones».
Las firmas europeas han respondido a estos increíbles argumentos manifestando que la oferta de reemplazo de los cazas F-16 belgas se ha hecho a favor del estadounidense F-35 con unos requisitos gemelos -de bomba nuclear y características de sigilo- , que no están disponibles en los dos principales contendientes europeos, los Eurofighter Thypoon y los Rafale de Dassault. Posteriormente la firma francesa se retiró de la competencia, dejando sólo al Eurofighter para ser derrotado por el avión americano.
Los críticos a la decisión tomada, han dicho que para el tipo de misiones que vuelan y participan las fuerzas aéreas belgas, las características de sigilo y la capacidad de lanzar armas nucleares son una locura.
Sin embargo, Bruselas insiste en que Bélgica lleva décadas realizando misiones nucleares en nombre de la OTAN. Los F-16 estacionados en la base aérea de Kleine-Brogel (F-16A) son capaces de transportar y lanzar una bomba nuclear americana B-61 y solo los F-35 son capaces de continuar la misión una vez que los F-16 se retiren.
Los analistas dicen que tanto el Eurofighter como el Rafale fueron diseñados para ser aviones de cuarta generación y no están a la altura de los F-35 de quinta generación en términos de tecnología y perfil de misión.
Aqui se ve la cordura q demuestran los belgas en todo. Vaya pais d inpresentables. Con amigos asi no te hace falta enemigos. (Son un bochorno d pais)!!
A veces (muchas) la compra de sistemas de armas están más condicionadas por cuestiones políticas que por necesidades operativas. El caso de Bélgica es más que llamativo, tratándose de un país que es sede de la UE! Pero hay que considerar que Bélgica siempre fue favorable a adquirir aviones de combate estadounidenses. Dejando de lado la inmediata posguerra que se dotó básicamente con aviones británicos y canadienses, Bélgica siempre fue reticente a adquirir material aeronáutico europeo. Con la notable excepción de Mirage V y Alpha Jet, sus aviones de combate han sido de origen estadounidense. Bélgica no intervino en los principales programas de aeronaves militares europeas (Bréguet Atlántic, Transall C-160, Panavia Tornado, Eurofighter Typhoon, Airbus A-400 M, etc.) mientras que sí tuvo participación en el controvertido Lockheed F-104 G, el «Contrato del Siglo» (F-16), y ahora el F-35 (aunque no se involucró desde el principio). A pesar que evidentemente existen condicionamientos políticos, los argumentos esgrimidos por la FA belga son muy razonables. El F-35 debe reemplazar un avión utilizado básicamente como bombardero de ataque puntual (F-16), y entre sus misiones asignadas se encuentra el bombardeo nuclear (que ya las tenía el F-104). Además, sus características furtivas, interconectividad, lucha EW, etc. resultan esenciales para cumplir sus misiones y sobrevivir en el campo de batalla moderno. Estas son características que las alternativas europeas (Typhoon/ Rafale) carecen, además el EF es básicamente un caza de superioridad aérea en lugar de un cazabombardero multirol, a un precio de compra y operación similares al estadounidense. Por todo ello, no debería sorprender la elección del F-35 para reemplazar al F-16. Todo queda en casa. Mientras tanto, la UE va a seguir reuniéndose en Bruselas para tomar decisiones acerca de los intereses comunes y de qué manera encontrar respuestas a las amenazas que Europa deberá enfrentar…