El Salón Aeronáutico de París regresa con una gran demanda de cazas y misiles.
El Salón Aeronáutico de París se ha inaugurado este lunes con negociaciones de última hora sobre pedidos de aviones y quebraderos de cabeza en la cadena de suministro, compitiendo por la atención con hileras de misiles, drones y transportes futuristas.
El mayor salón aeronáutico del mundo, que se alterna con el británico de Farnborough, se celebra en Le Bourget por primera vez en cuatro años, después de que la edición de 2021 fuera víctima de la pandemia.
El presidente francés, Emmanuel Macron, se ha desplazado en helicóptero hasta el abarrotado bazar aeroespacial y ha presenciado una demostración de vuelo que incluía el último desarrollo de reactor de Airbus, el A321XLR, y de potencia aérea, incluido el caza francés Rafale.
Más tarde, está previsto el vuelo del caza estadounidense F-35.
Bélgica anunció su intención de participar en calidad de observador en el proyecto franco-alemán-español de caza FCAS, posible sucesor del Rafale y de la multinacional Eurofighter, a pesar de las diferencias entre los socios industriales sobre la conveniencia de ampliar el proyecto.
El salón aeronáutico se celebra bajo la sombra del conflicto en Ucrania, sin presencia rusa en los chalés y pabellones de exposición, a diferencia del último evento celebrado hace cuatro años.
Se esperaba la presencia de algunos funcionarios y empresas aeroespaciales ucranianas en el salón.
La francesa Thales anunció un contrato con Indonesia para la adquisición de 13 radares de vigilancia aérea de largo alcance.
En el ámbito comercial, los fabricantes de aviones llegaron con expectativas de crecimiento de la demanda, ya que las aerolíneas se apresuran a conseguir capacidad para satisfacer la demanda y ayudar a alcanzar los objetivos del sector de cero emisiones netas para 2050.
Pero también se enfrentan al reto de satisfacer esa demanda, pues los proveedores luchan contra el aumento de los costes, la escasez de piezas y la falta de mano de obra cualificada tras la pandemia.
Salvo imprevistos de última hora, se espera que Airbus anuncie a lo largo de este lunes un pedido récord de 500 aviones de fuselaje estrecho del gigante indio IndiGo.
Los ejecutivos del sector afirman que, en un mercado resurgente de aviones comerciales, están en juego hasta 2.000 pedidos de aviones en todo el mundo, además de los ya anunciados provisionalmente, mientras las compañías aéreas intentan llenar el vacío dejado por la fuerte caída de la actividad durante la pandemia.
Sólo una parte de estos posibles nuevos acuerdos estarán listos a tiempo para el salón aeronáutico de esta semana, en el que podría haber una mezcla de anuncios nuevos y repetidos, dijeron.
Airbus iba a confirmar que Qantas va a ejercer sus opciones de compra de otros nueve A220, tal y como anunció la aerolínea este año.
«Lo que importa es la cartera de pedidos de final de año», dijo Sash Tusa, de Agency Partners.
Airbus también está cerca de conseguir un pedido potencialmente importante de aviones de fuselaje estrecho de la aerolínea mexicana de bajo coste Viva Aerobus, según informaron el domingo fuentes del sector.
El número de aviones que se estaba discutiendo era superior a 100, dijeron, aunque algunas fuentes dijeron que el número en el acuerdo final podría establecerse más cerca de 60.
La aerolínea mexicana ha sido durante mucho tiempo un feroz campo de batalla entre Boeing y Airbus.
Reuters