Hallados prácticamente intactos los restos del legendario submarino estadounidense USS Harder.
Gracias a los avances tecnológicos de los últimos años (robots submarinos autónomos, ecosondas multihaz, LIDAR, etc.), cada vez se encuentran más pecios de buques militares hundidos durante las dos guerras mundiales, lo que proporciona a los historiadores y especialistas en guerra naval nuevo material para su trabajo.
En Estados Unidos, el Lost 52 Project se ha fijado la misión de encontrar los 52 submarinos perdidos por la US Navy durante la Segunda Guerra Mundial. Entre 2010 y 2019, logró localizar los restos de cinco de ellos: USS R-12 [frente a Florida], USS S-26 [Panamá], USS S-28 [Hawái], USS Grunion [Kiska, Alaska] y USS Grayback [Okinawa, Japón].
El pecio de un sexto submarino, y no menos importante el USS Harder, se ha añadido a la lista. El anuncio de su descubrimiento lo hizo el Proyecto Lost 52 el 24 de mayo.
El USS Harder es un submarino “legendario” de la US Navy. Al mando del comandante Samuel David Dealey y tripulado por unos sesenta submarinistas, se ganó el apodo de “Hit ‘em Harder”, tan formidable fue para la Armada Imperial Japonesa. Perteneciente a la clase “Gato”, estaba armado con 10 tubos lanzatorpedos de 533 mm y dos cañones de cubierta [uno de 76 mm y otro de 40 mm].
Asignado a Pearl Harbor en junio de 1943, el USS Harder pronto se distinguió por torpedear al petrolero Kyoei Maru No.3 y al portaaviones Sagara Maru en su primera patrulla. En los meses siguientes, en ataques particularmente audaces, infligió grandes pérdidas a la flota japonesa, añadiendo varios cargueros y destructores a su “lista de éxitos”, especialmente durante su quinto despliegue, en el Mar de Célebes, entre mayo y junio de 1944.

“El USS Harder hundió tres destructores y dañó seriamente otros dos en cuatro días. Sus repetidos ataques provocaron la salida de la flota del almirante Ozawa de Tawi-Tawi un día antes de lo previsto. Esta salida prematura perturbó los planes de batalla japoneses y obligó a Ozawa a mantener su fuerza aeronaval en el Mar de Filipinas, lo que contribuyó a su derrota en la batalla subsiguiente”, informa el Mando de Historia y Patrimonio Naval de la Marina de los EE.UU.
Pero su sexta patrulla iba a ser la última. Tras alcanzar el Mar de China Meridional en agosto de 1944, el USS Harder envió al fondo a las corbetas Matsuwa e Hiburi, asignadas para proteger el convoy HI-71. Sólo tres días después, el 24 de agosto, cuando se disponía a atacar al petrolero Niyo Maru en la bahía de Dasol, fue perseguido por la corbeta Kaibokan [CD-22], cuyas cargas de profundidad resultaron mortales.
“Los archivos japoneses revelaron posteriormente que el USS Harder había disparado tres torpedos contra el CD-22. El buque japonés los esquivó y comenzó una serie de ataques con cargas de profundidad. El quinto ataque con cargas de profundidad hundió al submarino y a su tripulación”, afirma la US Navy.
Casi ochenta años después, el Proyecto Lost 52 ha conseguido localizar los restos prácticamente intactos del USS Harder, frente a Luzón [Filipinas], a más de 914 metros de profundidad. No se facilitaron las coordenadas exactas.
El USS Harder se perdió en la victoria, y la victoria tiene un precio, al igual que la libertad. No debemos olvidarlo. Estamos agradecidos de que Tim Taylor y su equipo Lost 52 nos hayan dado la oportunidad de honrar una vez más la valentía de la tripulación del ‘Hit ‘em HARDER’, el submarino que más buques de guerra japoneses hundió, en ataques especialmente audaces bajo el mando del legendario comandante Sam Dealey”, comentó la US Navy.
La Marina también señaló que el pecio del USS Harder está “protegido por la legislación estadounidense” y que se encuentra bajo su jurisdicción como “cementerio”.
Laurent Lagneau
Se puede decir con propiedad que los submarinos estadounidenses diezmaron la flota mercante japonesa aislando su extenso imperio del Pacifico de la metropoli. Lo curioso es que a diferencia de los submarinistas alemanes para los americanos los buques de guerra tenían prioridad sobre los mercantes.
Con el acuerdo unanime de que el bloqueo naval condenó militarmente a Japón se ha ido más allá teorizando sobre que si la vigésima flota aérea se hubiera dedicado a colaborar minando el Mar de Japón (excluido como área de patrulla de submarinos) el aislamiento de Japón hubiese sido completo, lo que hubiera obligado a rendirse literalmente por inanición sin necesidad de los bombardeos incendiarios y nucleares. Pero lo cierto es que importa poco: Dada la necesaria colaboración de la punta de lanza del arma aérea con la marina y la escala de prioridades que acabo de mencionar dudo que esta alternativa hubiese sucedido nunca.