La Fuerza Aérea de Estados Unidos probará en los próximos meses el primer láser montado en un F-15.
El Pentágono, junto con el grupo de defensa Lockheed Martin, busca instalar en aviones de caza armas láser con una potencia de 50.000 watts (50 kW) para probar su capacidad de destruir drones o misiles de crucero.
La Fuerza Aérea de Estados Unidos comenzará a probar en los próximos meses sus primeras armas láser, que serán montadas en cazas F-15, dijo el lunes un oficial de la US Air Force.
“Tendremos las primeras pruebas a partir de este verano y las pruebas de vuelo en el siguiente verano”, dijo Jeff Stanley, vicesecretario adjunto de la Fuerza Aérea de los EE. UU. para la ciencia, tecnología e ingeniería, a los periodistas.
“Todavía hay algunos desafíos técnicos que tenemos que superar, principalmente tamaño, peso y potencia”. No es un secreto que el Pentágono lleva varios años realizando pruebas con esta avanza tecnología.
El año pasado, el Pentágono otorgó un contrato de 26 millones de dólares a Lockheed Martin para desarrollar un programa láser llamado SHiELD (Demostrador láser de autoprotección de alta energía) que servirá de base para las pruebas.
El objetivo general es instalar un sistema láser en los aviones con una potencia de aproximadamente 50 kw para probar su capacidad contra aeronaves no tripuladas y misiles.
Recientemente, QinetiqQ examinó el calendario para pruebas de ‘Dragonfire’, una nueva arma británica energía dirigida por láser.
El primer proyecto que se llevará a cabo en la instalación de pruebas láser de Dragonworks será el ensamblaje y prueba del arma de energía dirigida por láser (LDEW) actualmente en desarrollo por el consorcio Dragonfire del Reino Unido.
Los componentes llegaron a principios de 2018, cuando QinetiQ comenzó a construir la fuente láser del arma en la sala limpia construida especialmente. Durante los siguientes meses, la fuente láser se someterá a un proceso de evaluación y ajuste antes de integrarse con el director de haz de la empresa Leonardo.
El proyecto estará acabado antes de la operación prevista a plena potencia que se realizará dentro de las instalaciones en el verano de 2018, antes de ser transportado a MOD Shoeburyness para pruebas de largo alcance al aire libre más adelante del año.
Los datos recopilados utilizando la Herramienta de Evaluación de Peligros Reflectivos informarán para estos y futuros ensayos, asegurando que la reflectividad de los objetivos sea completamente comprendida y que cualquier riesgo sea mitigado en consecuencia.
Peter Cooper, la Autoridad Técnica del Proyecto en Dstl, que gestiona el contrato de Dragonfire en nombre del Ministerio de Defensa del Reino Unido, dijo con respecto a la nueva instalación de pruebas:
“Esta instalación es un paso clave en la entrega del proyecto Dragonfire y refleja la continua inversión del Ministerio de Defensa del Reino Unido, apoyada y facilitada por la financiación de la industria, que asciende a decenas de millones de libras en habilidades y capacidades industriales británicas y apuntala la prosperidad del país”.
Defence Journal