Rumania planea entregar uno de sus sistemas de defensa aérea Patriot a Ucrania.
En el día de ayer, Rusia lanzó otro ataque masivo contra infraestructuras energéticas, incluidas instalaciones de generación de electricidad en las regiones de Poltava (este), Kirovograd (centro), Zaporizhia (sur), Lviv, Ivano-Frankivsk y Vinnytsia (oeste). DTEK informó de que tres centrales térmicas habían sufrido «graves daños».
«El enemigo no renuncia a sus planes de privar de luz a los ucranianos. Otro ataque masivo contra nuestra industria energética», protestó a través de Telegram el ministro ucraniano de Energía, Guerman Galushchenko.
El ritmo de los ataques rusos contra las instalaciones energéticas ucranianas va en aumento. DTEK ha afirmado que sus instalaciones han sido atacadas cinco veces en las últimas seis semanas.
A finales de marzo, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, estimó que se necesitarían al menos veinticinco sistemas de defensa antiaérea Patriot, equipados con entre seis y ocho lanzadores cada uno, para proteger a Ucrania de los misiles y drones rusos. En aquel momento, con los 61.000 millones de dólares de ayuda estadounidense aún bloqueados en el Congreso, su llamamiento se dirigía sobre todo a los socios europeos de Kiev.
«Los ejércitos occidentales disponen de un centenar de baterías de misiles Patriot y, sin embargo, somos incapaces de suministrarles los siete que piden tan desesperadamente», llegó a criticar Josep Borrell, Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. «La situación en Ucrania es extremadamente difícil, con la maquinaria militar rusa en pleno apogeo […]. […] Deberíamos hacer más y más rápido para ayudarles a conseguir las capacidades que necesitan», añadió.
Alemania ha respondido, por así decirlo, lanzando una iniciativa para encontrar los sistemas Patriot demandados por Kiev. Incluso ha dado ejemplo anunciando que la Bundeswehr enviará a Ucrania una tercera batería Patriot. España ha indicado que se unirá a este esfuerzo, con la entrega de misiles interceptores. Italia también podría seguir su ejemplo, con la posible transferencia de un segundo sistema SAMP/T [Surface-to-Air Medium-Range/Terrestrial]. Y Rumanía también.
De hecho, el 7 de mayo, tras una reunión con Joe Biden, su homólogo estadounidense, el presidente rumano Klaus Iohannis, que también es candidato al puesto de secretario general de la OTAN, declaró que estaba abierto a la idea de entregar un sistema Patriot a Ucrania.
«Debo discutirlo en el Consejo Supremo de Defensa para ver qué podemos ofrecer y qué podemos obtener a cambio, porque es inaceptable dejar a Rumanía sin defensa aérea», declaró Iohannis.
Como recordatorio, en 2017, Rumanía confirmó su pedido de 7 sistemas Patriot a Estados Unidos, por un total de 3.900 millones de dólares. Desde entonces, se han entregado cuatro, uno de los cuales fue declarado operativo en noviembre de 2023. Y no se trata de entregar éste a Ucrania, sino uno de los tres que aún están en fase operativa, explicó el presidente rumano.
Dicho esto, Rumanía no está totalmente desprovista en materia de defensa aérea: alberga un emplazamiento AEGIS Ashore, que es uno de los componentes del «escudo» antimisiles de la Alianza Atlántica, y acoge un sistema francés SAMP/T, desplegado en Capu Midia por la Fuerza Aérea y Espacial Francesa [AAE] desde mayo de 2022. Este sistema está conectado e integrado, mediante un enlace de datos tácticos, al sistema de defensa rumano y al de la OTAN.
Laurent Lagneau
No planeen tanto y entreguenselo de una buena vez.