Las Fuerzas Armadas Alemanas retiran el Bell UH-1 Iroquois «Huey» después de 53 años de servicio.
En Bückeburg, Baja Sajonia, un sonido rico y estruendoso sonó sobre el museo de helicópteros cerca del castillo amurallado. La silueta característica del «batidor de alfombras», como se suele llamar al Bell UH-1D en la Bundeswehr, apareció en el cielo. Los dos rotores con el potente motor, al que se debe este apodo, «latían» a 324 revoluciones por minuto. Cuando el avión se acercó al campo de aterrizaje, apareció la librea especial en negro y naranja: soldados saludando a un Huey que despegaba, con las palabras «Goodbye Huey» escritas en grandes letras cursivas encima.
El Huey se ha convertido en una pieza de la historia transatlántica por su largo servicio en las fuerzas armadas alemanas. Cuando el Bundeswehr necesitó un helicóptero ligero y polivalente en la década de 1960, la tecnología aeronáutica más avanzada del mundo procedía de Estados Unidos. El hecho de que la Bundeswehr eligiera a Bell en su búsqueda de la mejor tecnología disponible apuntaló las sólidas y confiadas relaciones entre la República Federal y los Estados Unidos en los tiempos de Adenauer, Eisenhower, Erhard y Kennedy.
Esta espectacular entrada del Huey fue posible gracias a la iniciativa de los soldados. El desmantelamiento del helicóptero de la Bundeswehr tuvo un final adecuado con una gira de despedida. Y así, desde abril de 2020 hasta junio de 2021, volaron a varios lugares del Bundeswehr con esta librea especial, antes del último vuelo al Museo del Helicóptero en Bückeburg, Baja Sajonia. Los implicados querían expresar su agradecimiento por esta pieza de equipo esencial, que ha servido a generaciones de soldados en el entrenamiento y en el servicio.
El Bell UH-1D les convenció por sus posibilidades de mantenimiento y conversión sin problemas, gracias a su construcción sencilla, a sus características de control fáciles e intuitivas para el aterrizaje en diversos terrenos y a su gran cabina que puede transportar hasta 13 personas o 1760 kg de mercancías con un bajo peso en vacío. En 1968, Bell entregó los primeros helicópteros a las Fuerzas Armadas alemanas. Se utilizaron para una amplia gama de misiones a lo largo de cinco décadas, incluyendo el transporte de personal, la lucha contra los incendios forestales y las inundaciones, así como las operaciones de búsqueda y rescate. En todas sus misiones durante las últimas décadas, el Huey de Bell ha demostrado ser un compañero fiable, versátil y prácticamente indestructible.
El Bell UH-1 Iroquois (apodado «Huey») es un helicóptero militar utilitario propulsado por un solo motor turboeje, con rotores principales y de cola de dos palas. El primer miembro de la prolífica familia Huey, fue desarrollado por Bell Helicopter para cumplir con un requisito del Ejército de Estados Unidos de 1952 para un helicóptero de evacuación médica y de utilidad, y voló por primera vez en 1956. El UH-1 fue el primer helicóptero con motor de turbina producido para el ejército de Estados Unidos, y se han construido más de 16.000 desde 1960.
El Iroquois fue designado originalmente como HU-1, de ahí el apodo de Huey, que ha seguido siendo de uso común, a pesar de la redistribución oficial a UH-1 en 1962. El UH-1 entró en servicio por primera vez en operaciones de combate durante la Guerra de Vietnam, con unos 7.000 helicópteros desplegados. Los Bell 204 y 205 son versiones Iroquois desarrolladas para el mercado civil.
Military Leak
Madre mia. un helicoptero de la guerra de Vietnam. Es vergonzoso el estado del ejercito Aleman. Casi da mas grima que el Español.
España tiene a los SH-3 de la armada que son de finales de los 60 en servicio y los AB-212 de mediados de los 70.
En España se dieron de baja los ultimos hace menos de dos años y entraron en servicio antes que los alemanes a si que al final van a estar en servicio el ismo tiempo mes arriba o abajo de 52-53 años. Los SH-3 llegaron a la vez que los UH-1 y aun estan en servicio algunas unidades aunque ya tienen sustituto designado.
Se quejan los europeos de su material caduco. Más triste es la realidad de Argentina. Seguramente, algún trasnochado, de nuestras FFAA, estará gestionando la adquisición de la chatarra que están por tirar los alemanes.
Si funciona, ¿porque quitarlo?.