El bombardero B-36 se construyó para bombardear Rusia si estallaba la Tercera Guerra Mundial
Aunque en un principio las autoridades estadounidenses deseaban un bombardero que pudiera recorrer algo menos de 6.000 millas sin necesidad de repostar, el Convair B-36 “Peacemaker” superó con creces estas expectativas.
Un bombardero de la época de la Guerra Fría sigue ostentando el récord como el mayor avión de guerra estadounidense jamás creado, a pesar de que la plataforma lleva más de siete décadas fuera de servicio. El bombardero B-36 Peacemaker fue diseñado para viajar ida y vuelta de Nueva Inglaterra a Leningrado sin necesidad de repostar a finales de la década de 1940.
El B-36, que entró en servicio en 1948, fue el principal lanzador de armas nucleares del Mando Aéreo Estratégico (SAC) desde 1949 a 1959 hasta que fue sustituido por el Boeing B-52 Stratofortress a reacción. Todos menos cuatro aviones han sido desguazados.
A medida que la Guerra Fría se intensificaba, la capacidad de contrarrestar las amenazas de ataques con misiles soviéticos era primordial para los EE.UU. Aunque el B-36 sirvió como un poderoso elemento de disuasión cuando entró en servicio en las recién formadas Fuerzas Aéreas, el bombardero nunca llegó a entrar en combate.
El B-36 fue el primer bombardero capaz de lanzar cualquiera de las armas nucleares del arsenal estadounidense desde un compartimento de bombas interno sin modificaciones en el avión. Con un alcance de 16.000 km (10.000 mi) y una carga útil máxima de 39.600 kg (87.200 lb), el B-36 era capaz de realizar vuelos intercontinentales sin repostar combustible.
Breve historia de los orígenes del B-36
La necesidad de un bombardero estratégico que pudiera viajar miles de kilómetros sin necesidad de repostar se hizo evidente para Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.
Si Gran Bretaña se derrumbaba debido al «Blitz» alemán, las limitadas capacidades de bombardeo aéreo de Estados Unidos significarían que un ataque desde el aire contra Alemania por parte del Cuerpo Aéreo del Ejército de Estados Unidos sería imposible. Por esta razón, los oficiales estadounidenses reconocieron que era esencial desarrollar un bombardero con un alcance de al menos 5.700 millas. A medida que avanzaba la guerra del Pacífico, la necesidad de un bombardero capaz de llegar a Japón desde las bases de Hawai también aceleró el desarrollo del Peacemaker. Por aquel entonces, Estados Unidos encargó una producción inicial de 100 B-36 al fabricante Convair. En 1949, el enorme bombardero surcó los cielos por primera vez.
Especificaciones y capacidades
Aunque las autoridades estadounidenses deseaban inicialmente un bombardero que pudiera recorrer algo menos de 6.000 millas sin necesidad de repostar, el B-36 superó con creces estas expectativas. De hecho, el Peacemaker tenía una autonomía de 10.000 millas. Con una envergadura de 230 pies, el B-36 sigue ostentando el título de avión de combate de mayor envergadura jamás desarrollado.
Como se señala en un artículo de Sandboxx News, «su envergadura era tan grande que se podía colocar las alas de un B-52 Stratofortress sobre las del B-36 y aún quedaba espacio para colocar un Super Hornet en el extremo».
En cuanto a armamento, el B-36 estaba armado hasta los dientes. El fuselaje podía transportar unas 86.000 libras de bombas nucleares o convencionales, una capacidad superior en más de 15.000 libras a la del actual bombardero B-52 de las Fuerzas Aéreas estadounidenses. Seis motores de pistones radiales Pratt & Whitney R 4360-53 de 3600 CV combinados con cuatro turborreactores General Electric J47-19 de 13.500 lb de empuje propulsaban el robusto fuselaje, permitiéndole volar a velocidades de hasta 435 millas por hora.
Como se detalla en el Aviation Geek Club, «Aunque la velocidad de crucero del B-36 era básicamente la misma que la del B-29 (alrededor de 235 MPH) ¡podía hacerlo a más de 40.000 pies! No había cañones antiaéreos que pudieran alcanzar esa altitud en la Segunda Guerra Mundial. Su alcance de 4.000 millas (en las primeras versiones) con una carga útil de 10.000 libras no le permitía atacar Japón desde las Aleutianas, pero podía atacar fácilmente Berlín desde Islandia. Para distancias más cortas, el avión podía transportar hasta 72.000 libras de bombas».
Hoy en día, los legendarios B-36 Peacemakers han quedado relegados a los museos. Sin embargo, la plataforma que nunca entró en combate sigue siendo venerada por los aficionados a la aviación.
Maya Carlin
Algo en lo que el titulo está errado pero que curiosamente el articulo corrige es que el B-36 se hizo con vistas a Alemania y no contra la Unión Soviética.
Curioso es también que no se emplearan en Corea tal vez por miedo a perderlos ante los entonces poco conocidos reactores sovieticos, las pérdidas hubiesen repercutido directamente en la capacidad de disuasión nuclear estadounidense.
Finalmente decir que las variantes de reconocimiento son los que tuvieron un servicio mucho más prolongado que la variante de bombardeo.
Una máquina enorme cargadita de pesadillas mecánicas, pero como máquina era sublime.
Voló ya desfasado, era enorme y lento para la era del MIG-15BIS y MIG-17 que le doblaban en velocidad de crucero y tenían un techo de más de 51000 pies, podían atacarle en picada ofreciendo un blanco enorme para sus cañones de 23 y 37mm.
Es un bombardero pesado ¿Qué cabe esperar contra los cazas? Quedó desfasado en cuanto entró en servicio el B-52 pero hasta entonces durante una década no hubo quien lo igualara en carga y alcance.
Nació obsoleto, pero era lo único que tenían hasta la llegada de modelos más capaces como el B-47
. Por cierto, no se hizo solo contra Rusia: Minsk, Kiev, Vilna o Riga, digo de memoria, también estaban en cualquier plan de disuasión nuclear de la GF.
Al margen que el B-36 estuviese realmente desfasado y que muchos lo considerasen un verdadero anacronismo en plena era de los reactores, constituía una verdadera amenaza para la URSS. Su enorme radio de acción permitía al nuevo SAC atacar de noche, con cualquier condición meteorológica y desde cualquier dirección, directamente desde territorio continental estadounidense. Su gran capacidad de carga le permitía transportar las mayores bombas nucleares de aquella época, capaces de destruir ciudades completas con sólo algunas de ellas. Verdaderamente, el «marcapasos» era una gran amenaza, a pesar de sufrir numerosos problemas técnicos y baja disponibilidad.
(2): La URSS poseía por entonces real capacidad de interceptación diurna, pero muy escasas en condiciones nocturnas o mala visibilidad. Algunos prototipos de interceptores equipados con radares de la URSS fueron probados a finales de los años ’40, pero sólo a mediados de los años ’50 pudieron poner en servicio algunos modelos realmente eficaces, como el Yak-25 «Flashlight», aunque nunca en número suficiente para poder defender la totalidad del territorio continental. Eventualmente los soviéticos desplegaron cazas MiG-15 P (y luego MiG-17) monoplazas, equipados con radares de barrido fijo en la nariz, provisionales, hasta la llegada de verdaderos interceptores biplazas y de mayor autonomía, más eficaces.
(3): Los primeros SAM soviéticos (como el SA-1 «Guild»), aunque no tan precisos como sus creadores deseaban, hubieran significado un peligro para estos gigantes voladores, atacando desde 40.000 pies de altitud (los B-36J finales, alivianados, podían trepar hasta 15.000 mt), pero sólo se desplegaron en cantidades adecuadas en defensa de Moscú, a partir de 1955, cuando el B-36 ya empezaba a ser reemplazado por bombarderos a reacción. En definitiva, creemos que el B-36 sí constituyó un medio de ataque eficiente en los inicios de la guerra fría, que causó más de una preocupación a los generales soviéticos encargados de contrarrestarlos.
(4): Por su parte, la URSS no tenía medios equivalentes. Sólo poseía por entonces el Tu-4 «Bull», un bombardero evolucionado a partir de algunos ejemplares de Boeing B-29 que quedaron en manos soviéticas durante la etapa final de la SGM en el área Asia-Pacífico. Estos bombarderos tenían un radio de acción de unos 6.000 km con una carga de 3.000 kg de bombas (¡10 veces menos que el B-36!). Esto significaba que algunas ciudades estadounidenses, como New York o Chicago en el norte, o Los Ángeles y San Francisco en la costa oeste quedaban dentro de su radio de acción, aunque fuese en viaje sólo de ida y con una carga menor. Pero la primera bomba A soviética no detonó hasta 1949 y sus primeros modelos de serie eran muy grandes para caber en las bahías de estos aviones.
(5): Solo a partir de 1952 pudieron contar con bombas A más pequeñas. De todas maneras, los soviéticos, maestros del espionaje, las mentiras y la desinformación, movieron su aparato de espías infiltrado en sectores clave en EEUU y promovieron la idea que la URSS disponía de una cantidad muy superior de bombarderos y de prestaciones muy superiores a las reales. Esto motivó a EEUU a crear el NORAD en conjunto con Canadá y desarrollar una multitud de interceptores todo tiempo, así como misiles AA con cabezas nucleares, para derribar los «enjambres de bombarderos soviéticos». En realidad, en esos años la superioridad del SAC sobre la fuerza de bombardeo estratégico de la URSS era muy superior a lo que los propios estadounidenses creían.
(6): Como sea, el gigantesco B-36 de Convair cumplió adecuadamente su misión de dotar a la USAF de una fuerza de bombardeo intercontinental, capaz de amenazar a la URSS, aunque a falta de algo mejor. Su vida operacional fue breve ya que a pocos años de su e/s empezaron a ser reemplazados por bombarderos a reacción mucho más aptos, como el Boeing B-47 Stratojet, de mucho menor alcance y carga de bombas, aunque más veloces y que, en conjunción con aviones nodrizas, les otorgaron alcance global. La llegada del B-52 Stratofortress a las filas del SAC en 1955 precipitó la retirada del Peacemaker, que se efectivizó en 1958 como bombardero, y en 1959 como avión de reconocimiento.