El fallo en la eyección de un caza Rafale impidió la expulsión involuntaria del piloto y la destrucción del avión.
Una persona no militar que volaba a bordo de un caza militar francés, activó por error el asiento de eyección de la aeronave en pleno vuelo, en medio de un viaje apresurado e improvisado, lo que podría haber causado que el caza se estrellara y se perdiera por completo. Afortunada e irónicamente, un fallo en el asiento del piloto salvó al avión de ser destruido.
Según un informe oficial de las autoridades francesas, un hombre de 64 años, empleado por un contratista francés de fabricación de equipos militares, recibió el “regalo” de un grupo de colegas de volar en un caza por primera vez en su vida, pero los preparativos para el llamado “vuelo de descubrimiento” no siguieron los protocolos necesarios, lo que dio lugar al accidente que, sin duda, podría haber terminado mucho peor.
El vuelo se realizó a bordo de un caza biplaza modelo Rafale B fabricado por Dassault Aviation. Normalmente, este tipo de vuelos para personas sin experiencia o formación militar (como investigadores o periodistas, entre otros) requiere un protocolo previo que incluye un chequeo médico y una formación básica en medidas de seguridad y en el uso correcto de los instrumentos que los rodean (lo que en la mayoría de los casos debería significar algo como “abróchese el cinturón de seguridad y no toques nada, especialmente los botones”).
Sin embargo, el vuelo de este señor fue organizado apresuradamente y fue revisado sólo unas 4 horas antes de volar y él mismo, sin supervisión, fue responsable de la mayor parte de sus preparativos e instalación en cabina, por lo que no se puso correctamente sus pantalones anti–g, ni el casco o la máscara de oxígeno. Apenas comenzar, todo se veía mal.
El médico que lo evaluó pidió que no se lo sometiera a cargas negativas, algo que no se cumplió durante el vuelo. El pasajero civil, incluso antes de despegar, ya estaba nervioso con un ritmo cardíaco acelerado (unos 136 latidos por segundo). Pero al despegar, el piloto inclinó el avión a unos 47 grados y luego niveló el caza, que lo sometió a unos 4G al elevarse, y luego a unos –0,6G.
La carga negativa y las fuerzas G a las que estaba siendo sometido alguien sin ningún tipo de experiencia, sumadas al hecho que no se sentía lo suficientemente asegurado en su asiento (debido a la forma en que estaba instalado en la cabina), lo ponía muy nervioso y buscaba cualquier cosa a la que agarrarse. Lo que encontró fue una correa a la que se agarró con fuerza, pero esa correa no era más que el sistema de eyección, el cual activó por error.
De este modo, el civil salió disparado al aire e incluso perdió su casco y su máscara de oxígeno (de nuevo, por haberlos instalado incorrectamente). Afortunadamente, el pasajero descendió en paracaídas y tocó tierra firme sin heridas graves.
La activación de un asiento de eyección, independiente de si es el del piloto o del otro pasajero, suele activar todo el sistema de eyección. Sin embargo, un fallo en el asiento del piloto evitó que también se eyectara del caza el propio piloto. Según el informe oficial, el piloto mantuvo la calma hasta una zona deshabitada, descargó todo el combustible y volvió a aterrizar en la base aérea, con el temor de que en cualquier momento, incluso cuando ya estaba en tierra, su asiento pudiera salir disparado, algo que afortunadamente no ocurrió.
Si su asiento de eyección hubiera funcionado correctamente, el caza, que tiene un precio de unos 70 millones de euros, se habría estrellado y perdido completamente, además de causar posiblemente daños e incluso lesiones (o algo peor) en el lugar del accidente.
Las autoridades marcaron un perímetro de seguridad alrededor del caza y lo vigilaron durante 24 horas, debido al riesgo de que el asiento se activara en cualquier momento. Después de ese tiempo, se aseguró. En cuanto al pasajero civil, el informe afirma que en realidad nunca quiso volar a bordo de un caza, pero la presión social de sus amigos lo hizo aceptar, sin importar los nervios que tenía.
Eduardo Marin
He subido en un avión acrobático Pitts biplaza, con un amigo piloto campeón de España, y si le mete mucha caña para alguien no acostumbrado se pasa realmente mal,,, no quiero imaginar a este pobre en un Rafale XD
«el informe afirma que en realidad nunca quiso volar y solo lo hizo por presion de los amigos»
Mira que mi sueño es volar en una de esas cosas. La proxima vez buscadle un carrito de bebe al nene.
Solo por complacer a sus amigos ,yo si no tengo ganas no voy, que vallan ellos , claro que pruebe el otro , que bueno amigos que tiene verdad?…
Lo más preocupante es que no se cumplieran los protocolos pre-vuelo. En este caso el fallo de la eyección del piloto salvó el avión, pero, que hubiera pasado si realmente hubiera tenido necesidad de saltar?. La contestación es obvia.
Los aviones del ejército del Aire no son para hacer viajes de regalo a nadie. Son muchísimo más serios que eso. Un asunto a investigar y tomar las medidas oportunas