El Ministerio de Defensa británico desmiente el envío de un mayor número de carros de combate Challenger a Ucrania.
Gran Bretaña ha desmentido las palabras del embajador de Ucrania en Londres en la que aseguraba en una entrevista concedida a la emisora europea Radio Liberty que el Reino Unido duplicaría el número de carros de combate principales que enviaría próximamente para reforzar las defensas ucranianas.
El Ministerio de Defensa británico ha rechazado cualquier sugerencia que indique que el número de Challenger 2 destinados a Ucrania vaya a duplicarse de 14 a 28, al menos por ahora.
El Ministerio de Defensa había señalado anteriormente que estaba abierto a aumentar el número de Challenger destinados a Ucrania, pero dijo el pasado sábado 4 de marzo, que actualmente no había planes para hacerlo.
En enero, Gran Bretaña anunció que donaría los Challenger 2, en una decisión que sirvió de catalizador para que los aliados de la OTAN reticentes se levantaran y realizaran ofertas similares.
Varios aliados, encabezados por Alemania, al menos en número, están donando carros Leopard 2. Estados Unidos también se ha comprometido a donar 31 tanques M1 Abrams, aunque no se entregarán hasta finales de este año.
Vadim Prystaiko, embajador de Ucrania en el Reino Unido, declaró a Radio Liberty que el acuerdo para duplicar las entregas de Challenger 2 se había alcanzado durante una reciente visita al Reino Unido del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky.
«Si se nos prometieron 14 tanques, como resultado de la visita del presidente Zelensky, ese número se duplicará», dijo Prystaiko.
Zelensky, junto con el primer ministro británico, Rishi Sunak, visitó a principios de febrero a las tropas ucranianas que se entrenaban con el Challenger 2 en unas instalaciones de Dorset, al suroeste de Inglaterra.
Sunak había prometido anteriormente que los tanques británicos empezarían a llegar a Ucrania a finales de marzo.
Es probable que la duplicación de las entregas de tanques por parte del Reino Unido suscite una mayor preocupación por el hecho de que algunas capacidades militares británicas se estén viendo afectadas negativamente por la donación de armas a Ucrania.
Los británicos son el segundo mayor proveedor de armas a Ucrania, después de Estados Unidos, y han enviado miles de misiles antiblindaje y antiaéreos, artillería de largo alcance y una gran variedad de otros equipos militares.
La retirada de armas en un momento en el que los arsenales británicos están bajos de todos modos llevó al general Patrick Sanders, jefe del Estado Mayor del Ejército británico, a decir recientemente a los soldados en un memorando que la entrega de armas a Ucrania dejaría al ejército «temporalmente más débil».
Es probable que el Challenger 2 sea una de las armas que Sanders tenía en mente, ya que los legisladores han cuestionado recientemente la disponibilidad operativa de este viejo carro de combate.
El inventario de Challenger 2 del Reino Unido es de 227 tanques.
Un acuerdo de 800 millones de libras esterlinas (963 millones de dólares) con Rheinmetall BAE Systems firmado en 2021 permitirá actualizar sólo 148 de ellos al nuevo estándar Challenger 3, que incluye una nueva torreta con un cañón de ánima lisa de 120 milímetros que sustituye al arma rayada actual, nuevos sensores, el sistema de protección activa Trophy de Rafael y otras mejoras.
El número de Challenger se ha reducido considerablemente en los últimos años. Pero como parte de una revisión más amplia de las necesidades militares británicas a raíz de la invasión rusa de Ucrania, podría replantearse la cantidad necesaria.
Se espera que la revisión se publique en las próximas semanas, después de que el presupuesto de primavera del gobierno se presente el 15 de marzo.
Las perspectivas de un aumento de los gastos de defensa por parte del Gobierno son quizá algo más halagüeñas tras meses de pulso entre el secretario de Defensa, Ben Wallace, por un lado, y el primer ministro y el Canciller, por otro. Han discutido sobre la necesidad de aumentar el presupuesto militar, entre otras razones por la inflación galopante y la debilidad de la libra esterlina.
A finales del año pasado, Wallace puso de manifiesto la magnitud del golpe a la financiación de la defensa cuando declaró ante la Comisión parlamentaria de Defensa que las presiones inflacionistas y cambiarias sobre su presupuesto para los dos próximos años ascendían a la friolera de 8.000 millones de libras.
Durante semanas, los medios de comunicación han informado que el Ministerio de Defensa estaba perdiendo la batalla por conseguir fondos adicionales para ayudar a reconstruir una capacidad militar vaciada por años de gasto público insuficiente en defensa.
Un medio de comunicación informó que un general de alto rango no identificado le había dicho en privado a Wallace que el ejército británico ya no se considera una fuerza de combate de alto nivel.
El Sunday Times del 5 de marzo informó que el primer ministro Sunak anunciará un aumento multimillonario del gasto cuando visite al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en Washington el próximo fin de semana.
El periódico informaba de que, según fuentes anónimas, el aumento ascendería a «varios miles de millones de libras» en los próximos dos años, pero significativamente menos que los 10.000 millones por los que Wallace ha estado luchando, en particular para reconstruir el Ejército.
Andrew Chuter
los Challenger no tienen apenas presencia más allá de UK y Omán, creo, por lo que es absurdo enviar tanques de ese modelo si apenas van a tener reposiciones..