El USS Preble dispara el láser HELIOS en una nueva prueba de la Marina de Estados Unidos.
La Marina de Estados Unidos ha publicado una nueva fotografía en la que se ve al USS Preble [DDG-88] disparando su arma láser HELIOS al mar. La imagen es una de las más claras de los últimos años. No está claro cuándo se tomó la foto. Sin embargo, está claro que Washington está poniendo mucho énfasis en el desarrollo de esta arma.
El sistema láser de alta energía con deslumbrante óptico integrado y vigilancia [HELIOS] de la Marina de los EE. UU. representa un salto significativo en la evolución de la tecnología de defensa naval, pasando del ámbito de la ciencia ficción a la aplicación práctica de la guerra.
Desarrollado por Lockheed Martin, HELIOS es un testimonio del compromiso de la Marina de los EE. UU. de integrar armas de energía dirigida de última generación en su flota para mejorar las capacidades de defensa contra las amenazas modernas.
HELIOS, que debe su nombre al dios griego del sol, incorpora una capacidad multimisión que combina la potencia del láser de alta energía con sistemas de vigilancia y deslumbramiento óptico. Esta integración ofrece un enfoque de defensa en capas, que permite capacidades de destrucción tanto duras como blandas.
La destrucción dura se refiere a la destrucción física de objetivos, mientras que la destrucción blanda implica interrumpir o inutilizar sistemas enemigos sin destruirlos necesariamente. Con HELIOS, la Armada pretende contrarrestar amenazas como vehículos aéreos no tripulados [UAV], pequeñas embarcaciones e incluso posibles misiles que se acerquen a corta distancia.
El proceso de desarrollo de HELIOS comenzó con un contrato de 150 millones de dólares otorgado a Lockheed Martin en 2018, con una opción para aumentar significativamente su valor. Este contrato no solo era para el desarrollo, sino que también incluía la fabricación y entrega de dos sistemas, uno para pruebas en tierra y otro para despliegue naval.
El primer despliegue operativo de HELIOS se realizó en el destructor USS Preble [DDG-88] de la clase Arleigh Burke, lo que lo ha convertido en el primer buque de la flota de la Armada de los EE. UU. equipado con esta arma de energía dirigida. Esta integración con el sistema de combate Aegis, conocido por sus avanzadas capacidades de defensa contra misiles, muestra la visión de la Armada de un aparato de defensa más interconectado y versátil.
En términos funcionales, el HELIOS opera a un nivel de potencia de 60 kilovatios, aunque su diseño permite una escalabilidad de hasta 120 kilovatios, lo que proporciona flexibilidad para diferentes escenarios operativos. La eficacia del láser reside en su precisión y velocidad, ofreciendo un cargador prácticamente ilimitado siempre que haya energía disponible, lo que contrasta marcadamente con los sistemas convencionales basados en munición.
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— CommonSenseOnMars (@CommonSenseMars) February 3, 2025
Este atributo reduce las cargas logísticas y mejora la resistencia operativa, lo que lo hace particularmente valioso en escenarios donde el reabastecimiento puede ser desafiante o limitado.
Las capacidades del sistema se extienden más allá de la mera destrucción; el componente deslumbrante óptico puede cegar o deshabilitar temporalmente los sensores de los drones enemigos o los equipos de vigilancia, lo que ofrece una ventaja estratégica en operaciones de reconocimiento y contrareconocimiento.
Además, la integración de HELIOS en el sistema Aegis permite una coordinación perfecta con otras medidas defensivas, mejorando la eficacia general del combate del buque.
Sin embargo, los críticos y analistas señalan que, a pesar de sus capacidades avanzadas, aún existen desafíos, en particular en la generación de energía y las condiciones atmosféricas que afectan la eficacia del láser. La Armada reconoce estos obstáculos y está trabajando activamente para encontrar soluciones, incluida la mejora de los sistemas de energía de a bordo para satisfacer las altas demandas energéticas de estas armas.
El despliegue de HELIOS en el USS Preble es solo el comienzo. La Armada tiene planes de ampliar el uso de armas de energía dirigida en toda su flota, incluidos sistemas de mayor potencia como el Demostrador de Sistemas de Armas Láser [LWSD] de 150 kW en otros buques. Esta expansión se alinea con los esfuerzos militares estadounidenses más amplios para aprovechar la tecnología para soluciones de defensa rentables, especialmente en una era en la que las amenazas son cada vez más asimétricas y numerosas.
El Reino Unido, por ejemplo, ha estado desarrollando activamente su sistema de armas láser “DragonFire”, que ha experimentado avances recientes. Con una potencia de salida de 50 kilovatios, DragonFire tiene como objetivo contrarrestar amenazas aéreas como drones y misiles.
A principios de 2024, el Ministerio de Defensa del Reino Unido llevó a cabo con éxito una prueba en su campo de tiro de las Hébridas, demostrando la capacidad del sistema al atacar un objetivo aéreo, lo que marcó un hito importante en su desarrollo.
La búsqueda por parte de Israel de tecnología láser de alta energía condujo al desarrollo del sistema “Iron Beam”, destinado a complementar su actual sistema de defensa antimisiles Iron Dome. Iron Beam está diseñado para amenazas de corto alcance, centrándose en interceptar cohetes, morteros y drones a un costo significativamente menor por disparo que los interceptores tradicionales. Para 2024, Israel recibió un impulso sustancial de la asistencia de seguridad de Estados Unidos, lo que aceleró el proyecto para contrarrestar las amenazas inmediatas en su región.
China, a menudo a la vanguardia del avance tecnológico, ha afirmado haber desarrollado un arma láser capaz de disparar indefinidamente gracias a un innovador sistema de enfriamiento, lo que podría darle una ventaja estratégica sobre otros en ese campo.
Si bien esta capacidad no se ha demostrado públicamente, científicos chinos de la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa anunciaron este avance en 2023, lo que sugiere un posible cambio en cómo se podrían implementar las armas láser en escenarios de combate.
Rusia ha sido menos transparente en cuanto a sus avances, pero tiene programas destinados a crear láseres terrestres de alta energía, en particular para fines antisatélite. Se mencionan sistemas diseñados para “cegar” a los satélites adversarios, lo que indica que no sólo se centra en el combate directo, sino también en las capacidades de guerra espacial.
Alemania, a través de empresas como Rheinmetall, viene desarrollando sistemas láser de alta energía tanto fijos como móviles desde principios de la década de 2000. Estos están pensados para un amplio espectro de amenazas, desde drones hasta proyectiles de artillería, lo que demuestra un enfoque versátil de la tecnología de defensa.
La Organización de Investigación y Desarrollo de Defensa de la India (DRDO) ha estado trabajando en el proyecto “DURGA II”, un sistema de armas láser de alta potencia. Aunque todavía se encuentra en la fase conceptual en 2021, los planes incluyen su despliegue en el Ejército indio, con la ambición de contrarrestar amenazas tanto aéreas como terrestres.
Turquía también ha entrado en la contienda con su sistema ALKA de Roketsan, que combina armas láser y electromagnéticas para hacer frente a los drones y otras pequeñas amenazas. El sistema representa el esfuerzo de Turquía por mejorar sus capacidades de defensa en medio de las tensiones regionales.
Corea del Sur, Japón y Australia también participan en esta carrera tecnológica, y cada nación se centra en integrar armas láser en sus estrategias de defensa. Corea del Sur está especialmente interesada en medidas contra los drones, Japón en aplicaciones tanto defensivas como ofensivas, y Australia en proteger tanto a los vehículos blindados como a los buques de guerra de amenazas avanzadas.
Cada una de estas naciones se encuentra en distintas etapas de desarrollo, que van desde la etapa conceptual hasta la etapa de prueba y la implementación inicial. Los desafíos son múltiples, desde la gestión de los altos requisitos de energía y los sistemas de refrigeración hasta la garantía de la eficacia en diversas condiciones atmosféricas.
Sin embargo, la tendencia mundial es clara: los láseres de alta energía se consideran un elemento innovador en la guerra moderna, al ofrecer capacidades de respuesta rápida y rentable frente al cambiante panorama de amenazas.
Este impulso internacional hacia las armas láser no sólo significa un nuevo capítulo en la tecnología de defensa, sino que también subraya un cambio estratégico hacia soluciones de defensa más sostenibles y versátiles, alterando potencialmente la dinámica de futuros conflictos.
El Lockheed HELIOS es un modelo de innovación en la guerra naval moderna y promete redefinir la forma en que se libran las batallas en el mar. A medida que la Armada continúa probando, perfeccionando y desplegando estos sistemas, las implicaciones para la estrategia naval, la competencia naval internacional y el futuro de la guerra son profundas.
La integración de dicha tecnología no sólo mejora la postura defensiva de las fuerzas navales estadounidenses, sino que también señala un cambio hacia mecanismos de defensa más sostenibles y tecnológicamente sofisticados.
B.Nikolov
La principal ventaja de los laser es el poder disparar de forma casi indefinida con un coste muy reducido. Ademas de no tener que portar municion peligrosa. Son ventajas muy importantes. Sin embargo tiene muchisimos problemas, muy dificiles de resolver. Primero, es un arma que solo dispara en linea recta dentro del campo de vision. Compite en esto con los sistemas multitubo de corto alcance. Estos sistemas presentan una cortina de balas frente a un dron o misil entrante. El laser no puede hacer eso. Solo apunta a un punto y tiene que matener el objetivo durante un cierto tiempo para ser eficaz. Eso es much mas complicado. En segundo lugar, dificilmente o de ninguna manera opera en condiciones meteorologicas adversas. Derribar un dron es relativamente facil. Un misil no tanto. No es dificil recubrir los drones o misiles con sustancias reflectantes que disminuyan drasticamente la eficacia de un laser. Me imagino que el mantenimiento tambien es un gran reto. Los delicados sistemas opticos no se llevan bien con el entorno marino. Hay que investigar, pero no creo que sea la panacea.
Efectivamente. Lo veo muy útil contra drones que se mueven lentamente. El laser te permite infinidad de disparos a un bajo coste por disparo. No tienes que consumir carísimos misiles que, además, los llevas en números limitados.
Pero en cuanto a interceptar misiles que cuestan varios millones de euros, dudo mucho que, en cuanto se popularicen los lasere, estos no lleven algún tipo de protección (reflectante, por ejemplo). A la velocidad que van, no tienen que aguantar mucho, pues en unos pocos segundos han llegado al buque.
Además, está por ver que el laser sea capaz de mantener el haz sobre el objetivo cuando este realice cabriolas. Nada es más rápido que la luz, pero no es la velocidad de la luz aquí lo que cuenta, sino la velocidad de reposicionamiento del laser (es decir, del giro del emisor y la velocidad de detección del sensor que le dice dónde está el objetivo). Es la eterna lucha entre el escudo y la lanza.
El problema es que en laboratorio o pruebas dan un rendimiento. En la.vida real hay averías, niebla, tormentas, lluvia, nubes…. Entonces el rendimiento real a veces no tiene nada que ver. Cuando vea que ponen un laser en un portaviones me creeré que va en serio. Hasta entonces son pruebas.
Los sistemas de almacenamiento y gestión de la energía serán otro reto a los ya comentados.. ante un enjambre de drones , por muy ilimitados disparos que se pretendan disponer, se necesita una enorme «reserva de energía» , lo que se traducirá en grandes sistemas de almacenamiento con su mantenimiento, refrigeración, peso, volumen, etc.. con el tiempo, la tecnología y la ingente inversión se llegará a un compromiso .. pero a día de hoy estamos muy lejos de esto
Pregunta de alguien que entiende poco, pero si montan estos sistemas (cuando estén mas afinados) en satélites para derribar misiles intercontinentales cuando estan en la zona de la estrastosfera no sería efectivo?
Pues plantea infinidad de complicaciones. Aun cuando esos satelites tengan energia suficiente para disparar tendrían que ser muchos para que como mínimo haya uno sobrevolando los puntos de lanzamiento (dado que la órbita geoestacionaria está a 36.000km de altitud, más de cien veces mas alto que el vuelo de estos misiles) y estar en disposición de derribarlos en la trayectoria de ascenso cuando son más vulnerables.
Como dice Jona, que el satélite disponga de energía suficiente para el disparo, eso es un problema. Energía y potencia.
Hay muchas contramedidas contra el lasser, muy bien descritas por Pepe, y algunas mas.
Tampoco necesitas usar caros missiles, cuando ademas el lasser tiene poco alcance.
Es alcance de cañones, ideal el 35mm y aun mas el nuevo 50mm
pero la USNavy no quere usarlos porque son extrangeros, y necesitan sustituir su debil 20mm Phalanx con solo un alcance de 1,6km.
Es el arma del futuro pero está verde. El primer avión voló hace más de un siglo 200 metros. Al laser le pasará lo mismo, el laser de hoy, no será el mismo que a finales de siglo.
Es un sistema complementario con otras armas, que seguramente faltaría madurar en al menos una decena mas de años y seguirá perfeccionándose en el tiempo, pero que dará solución ha algunas problemáticas de combate, las dará, como dato, algunos países tienen en extensas áreas de su territorio cielos despejados, diría que en mas de un 90 % del año.
saludos