Estados Unidos y China se acercan un paso más a la confrontación.
Con las tensiones latentes entre China y Filipinas, Estados Unidos podría estar acercándose a un enfrentamiento con Pekín en el Mar de China Meridional, un posible punto álgido en la región clave de Asia-Pacífico.
El domingo, barcos chinos bloquearon y luego colisionaron con dos buques filipinos cerca del disputado Second Thomas Shoal. Los barcos filipinos se encontraban en una misión de reabastecimiento del BRP Sierra Madre, un buque de guerra varado que alberga a varias tropas filipinas como puesto avanzado de Manila en el atolón.
China y Filipinas llevan mucho tiempo enfrentadas por la disputada zona del Mar de China Meridional, y la colisión del domingo es el enfrentamiento más reciente. China, que denomina Ren’ai Jiao al segundo cardumen Thomas, también ha reclamado el atolón que se encuentra en la zona económica exclusiva de Manila.
El ministro de Defensa filipino, Gilberto Teodoro, acusó a los guardacostas chinos y a los buques de la Milicia Marítima de una “flagrante violación del derecho internacional”. La Milicia Marítima está formada en gran parte por barcos pesqueros que, según las evaluaciones occidentales, ayudan a Pekín a reclamar aguas disputadas.
Los barcos filipinos “chocaron peligrosamente” con los buques guardacostas chinos y con “barcos pesqueros chinos”, dijo Pekín, según Reuters. Los guardacostas chinos describieron una “ligera colisión” entre uno de sus barcos y un buque filipino después de que el barco chino impidiera “legalmente” que el barco de Manila transportara “materiales de construcción ilegales” al buque de guerra, añadió el medio.
Pero el problema de China no es sólo con Filipinas. El incidente vuelve a implicar a Washington en una región ya de por sí cargada de tensiones en torno a Taiwán, a medida que Estados Unidos aumenta su atención sobre la expansión militar de China.
El Departamento de Estado de EE.UU. se apresuró a afirmar que “apoya a nuestros aliados filipinos” frente a lo que calificó de “acciones peligrosas e ilegales” contra los buques filipinos. Washington también se refirió a un antiguo tratado de defensa mutua entre Estados Unidos y Filipinas, añadiendo que el acuerdo “se extiende a los ataques armados contra las fuerzas armadas, buques públicos y aeronaves filipinas -incluidos los de su Guardia Costera- en cualquier lugar del Mar de China Meridional”. Manila también dijo que estaba examinando el pacto de 1951 tras el incidente.
El Ministerio de Asuntos Exteriores chino condenó la declaración estadounidense, afirmando que Washington había “realizado ataques infundados contra las actividades legítimas y legales de China para hacer cumplir la ley” en el banco Thomas II, y un “siniestro intento de respaldar los actos de infracción y provocación de Filipinas”.
Este tipo de incidentes se vienen produciendo desde hace muchos años, pero “todavía no se han descontrolado hasta el punto de desencadenar una respuesta estadounidense”, según Bryden Spurling, director de investigación en defensa y seguridad de la rama europea del think tank RAND.
“Pero no cabe duda de que también podrían hacerlo en cualquier momento”, declaró a Newsweek. “Sólo hace falta un incidente, y hay fuerzas en acción ahora mismo que están empujando a la región más cerca que lejos de esa posibilidad”.
Por el momento, es probable que estas tensiones continúen sin “desbordarse”, afirmó. Sin embargo, Pekín espera expulsar a Estados Unidos de la región y está “intentando alcanzar sus objetivos poco a poco, sin llegar a desencadenar un conflicto”, afirmó Spurling. Según Spurling, Pekín puede estar seguro de su propio poder marítimo y, al mismo tiempo, ver cómo Estados Unidos se desvía por una mezcla de problemas internos y las guerras en Ucrania y entre Israel y Hamás.
China ha invertido ingentes recursos en su Armada, aumentando su tamaño en pocos años, y muestra pocos signos de detenerse. Estados Unidos reconoce cada vez más que China es una amenaza primordial para la defensa y la seguridad del país, sobre todo con su próximo submarino nuclear Tipo 096.
Sin embargo, a pesar de los problemas internos y los conflictos internacionales, Estados Unidos “sigue teniendo una enorme capacidad en el Indo-Pacífico”, dijo Spurling, y un enfoque láser sobre la amenaza que percibe en China. Washington “querrá que la región esté segura de que sus garantías de seguridad significan algo, incluido su Tratado de 1951 con Filipinas”, añadió.
“No perdemos de vista el hecho de que el departamento ha identificado a China como el principal desafío para la marcha”, declaró a principios de esta semana un importante funcionario del Pentágono, el Subsecretario de Defensa para Asuntos de Seguridad Indo-Pacífica, Ely Ratner.
El 19 de octubre, el Pentágono publicó su Informe anual sobre el poder militar de China, en el que afirmaba que China tiene “numéricamente la mayor armada del mundo”, con 370 buques y submarinos. Dentro de este recuento, Pekín cuenta con más de 140 “grandes combatientes de superficie”, según el informe.
Y si China sale insatisfecha de los encuentros en el Mar de China Meridional y Filipinas puede seguir reabasteciendo sus puestos avanzados, Pekín “puede sentir que tiene que seguir subiendo la temperatura”, dijo Spurling. “En algún momento, puede ir demasiado lejos y desencadenar una respuesta localizada filipina o estadounidense que luego se convierta en una escalada”, advirtió.
“Se trata del mundo que China quiere que sea frente al mundo que Estados Unidos y sus aliados y socios quieren que sea”, añadió Spurling.
Ellie Cook
Creo que vale la pena mencionar que el gobierno chino tiene sus propios problemas políticos y militares con la desaparición y luego destitución de personajes importantes en el ámbito político y militar que fueron muy cercanos al mandatario chino. Parece ser que por donde miren hay corrupción y la situación económica no está muy buena tampoco, basta con ver el colapso de grandes empresas chinas de bienes raíces y sus bancos algunos con reducida liquidez y su industria militar entregando armas de mala calidad como aviones y tanques que son rechazados por sus compradores.
Es una guerra anunciada que estallará alrededor de 2027, cuando los plandémicos comunistas chinos intenten invadir Taiwán. Por eso Japón, Corea del Sur, Filipinas, Singapur, Vietnam, Indonesia, Malasia y hasta la India, deben de prepararse a conciencia para ello, no les queda mucho tiempo, porque ellos también estarán en el ajo de pleno.