Japón levantará las restricciones a la exportación del caza FX.
El gobierno japonés está tomando medidas para permitir la exportación de un avión de combate furtivo actualmente en desarrollo con el Reino Unido e Italia.
La medida se produce en medio de un cambio en la estrategia de seguridad de Japón y a medida que el país flexibiliza las estrictas normas de exportación de armamento de la posguerra. En virtud de las normas revisadas, Japón aprobó el año pasado la transferencia de radares a Filipinas y la entrega de misiles Patriot a Estados Unidos.
En diciembre, Japón, el Reino Unido e Italia lanzaron una asociación conjunta para desarrollar el caza Mitsubishi F-X en el marco del Programa Aéreo de Combate Global, cuyo objetivo es fabricar nuevos cazas furtivos para 2035 que sustituyan a los anticuados F-2 de la Fuerza de Autodefensa Aérea de Japón, así como a los Eurofighter Typhoon de Gran Bretaña e Italia.
La flexibilización de las normas de exportación del caza F-X es la última revisión de las normas de transferencia de material de Japón desde que renovó su política de seguridad en diciembre de 2022. La medida suscitó la disconformidad de los partidos de la oposición y de Komeito, el socio de coalición más joven del gobernante Partido Liberal Democrático.
El primer ministro, Fumio Kishida, declaró el miércoles ante la Dieta -el parlamento japonés- que restringir las exportaciones a países ajenos a la asociación obstaculizará el plan de modernización de aeronaves del país y mermará el éxito del programa internacional de desarrollo conjunto.
La relajación de las restricciones sobre los reactores creará un “entorno de seguridad favorable” para Japón, declaró Kishida, quien añadió que el programa impulsará la industria de defensa local.
Las empresas que participan en el programa también han expresado su intención de exportar los reactores a otros países para sufragar los costes de desarrollo y producción.
Tras meses de negociaciones, Komeito suavizó su postura y el viernes aceptó el cambio con condiciones estrictas, en concreto que la revisión sólo cubrirá el caza F-X, dijeron las partes en una rueda de prensa conjunta.
Además, todas las exportaciones de aviones de combate requerirán la aprobación del Consejo de Ministros, y sólo podrán acceder a ellas los países que tengan acuerdos de defensa con Japón. Las partes también aclararon la prohibición de ventas a países en conflicto armado.
Se espera que el Gabinete de Japón apruebe las revisiones a finales de este mes, a tiempo para que los socios hagan públicos los diseños iniciales del caza F-X.
Mientras tanto, los principales grupos de la oposición siguen criticando la modificación, indicando que la relajación de las normas de exportación del caza va en contra de la postura pacifista de Japón y hace saltar las alarmas sobre la transición del país hacia el comercio de armas.
Leilani Chávez