Rheinmetall da marcha atrás en el conflicto por los derechos del tanque Leopard 2.
Rheinmetall ha resuelto su disputa legal con el desarrollador original del Leopard 2, retractándose de anteriores reclamaciones sobre los derechos del carro de combate por parte de su director ejecutivo.
El mayor contratista de defensa alemán emitió el martes por la mañana una «aclaración» sobre los comentarios realizados por su director ejecutivo, Armin Papperger, en marzo, cuando declaró a un periódico suizo que la empresa controlaba los derechos sobre algunos de los modelos más antiguos del Leopard 2. Su afirmación provocó la reacción de Krauss-Maaschinen.
Su afirmación llevó a Krauss-Maffei Wegmann, la empresa con sede en Múnich que desarrolló por primera vez el Leopard 2 en la década de 1970 y construye su chasis, a presentar la semana pasada un requerimiento judicial contra Rheinmetall, que produce los cañones del tanque.
«Ni el Sr. Papperger ni Rheinmetall AG querían o quieren expresar [ . . .] que Rheinmetall AG tiene los derechos exclusivos sobre el carro de combate principal Leopard 2A4», dijo Rheinmetall el martes, en una declaración que había sido aprobada por KMW.
El acuerdo se produjo justo antes de que las dos empresas se reunieran en los tribunales el martes. KMW no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
El Leopard 2 ha llegado a simbolizar el apoyo occidental a Kiev después de que el canciller alemán, Olaf Scholz, cediera en enero a la presión internacional y aceptara el envío de Leopard 2 a Ucrania como parte de un acuerdo alcanzado con Estados Unidos.
Berlín se había resistido durante mucho tiempo al envío de armas de fabricación alemana a una zona de conflicto activo y la aprobación del despliegue de tanques supuso un momento importante tanto para Alemania como para Ucrania, ya que los primeros 18 tanques alemanes llegaron al país devastado por la guerra en marzo.
El conflicto entre Rheinmetall y KMW se produjo cuando los dos principales contratistas alemanes estaban preparando una mayor colaboración para apoyar el histórico aumento de la capacidad militar de la mayor economía de Europa.
Aparte de su colaboración en el Leopard 2, una empresa conjunta entre Rheinmetall y KMW está trabajando para modernizar 143 vehículos Puma de combate de infantería por un coste de 770 millones de euros.
Rheinmetall declaró el martes que había acordado con KMW resolver el conflicto y volver a la normalidad lo antes posible, ya que ambas empresas «contribuyen de forma importante a la seguridad del país y de los aliados».
Ambas empresas han sido las principales beneficiarias del aumento de la demanda de armas a raíz de la guerra de Ucrania, que el año pasado llevó a Scholz a dar marcha atrás en décadas de política pacifista y prometer un fondo militar especial de 100.000 millones de euros.
Patricia Nilson