El gabinete letón aprueba la compra de un sistema de defensa costera contra misiles de ataque naval.
El Departamento de Estado de EE.UU. ha tomado la decisión de aprobar una posible venta militar extranjera al Gobierno de Letonia de un sistema de defensa costera contra misiles de ataque navales y equipo conexo por un coste estimado de 110 millones de dólares. La Agencia de Cooperación de Seguridad de Defensa ha entregado hoy la certificación requerida notificando al Congreso esta posible venta.
El Gobierno de Letonia ha solicitado la compra de un Sistema de Defensa Costera de Misiles de Ataque Naval (NSM CDS), que incluye misiles tácticos, telemetrados y de entrenamiento; contenedores; plataformas operativas móviles; equipos de integración; equipos de manipulación de municiones (OHE); equipos y ayudas de entrenamiento; publicaciones y datos técnicos; entrenamiento; repuestos; apoyo o asistencia técnica y de productos del Gobierno de EE.UU. y de contratistas; y otros elementos relacionados de apoyo logístico y de programas. El coste total estimado es de 110 millones de dólares.
«La adquisición de este sistema de misiles marca la transición de las fuerzas armadas a nuevas capacidades de defensa con mayor potencia de fuego y radio de destrucción de objetivos, y reforzará significativamente la defensa de la costa de Letonia», subraya la ministra de Defensa, Ināra Mūrniece.
Estados Unidos proporciona un importante apoyo financiero para la compra de sistemas de misiles antibuque. Dado que el sistema de misiles antibuque Naval Strike Missile será una capacidad completamente nueva para las Fuerzas Armadas Nacionales, EE.UU. planea proporcionar también apoyo en la formación de soldados para el uso y mantenimiento de los sistemas.
» Naval Strike Missile » es un sistema flexible de misiles antibuque, es capaz de afectar tanto a objetivos marítimos como terrestres a una distancia de hasta 185 kilómetros. Este sistema de misiles es utilizado por miembros de la OTAN como EE.UU., Polonia, Alemania, Noruega, Rumanía, Gran Bretaña, Canadá y los Países Bajos.
Está previsto que los sistemas de misiles antibuque Naval Strike Missile se entreguen después de 2025.
Esta venta propuesta apoyará las metas de política exterior y los objetivos de seguridad nacional de los Estados Unidos mediante la mejora de la seguridad de un aliado de la OTAN que es una fuerza importante para la estabilidad política y el progreso económico en Europa.
La venta propuesta mejorará la capacidad de Letonia para hacer frente a las amenazas actuales y futuras en el dominio marítimo del Mar Báltico. La mayor capacidad de defensa costera de Letonia y su interoperatividad con las fuerzas armadas de EE.UU. y la OTAN contribuirán a los objetivos de defensa y seguridad tanto de EE.UU. como de Letonia en el Báltico. A Letonia no le resultará difícil integrar este material en sus fuerzas armadas.
La venta propuesta de este equipo y apoyo no alterará el equilibrio militar básico en la región.
El contratista principal está por determinar. No se conocen acuerdos de compensación propuestos en relación con esta venta potencial.
No habrá ningún impacto adverso en la preparación de la defensa de EE.UU. como resultado de esta venta propuesta.
Esta notificación de una posible venta es obligatoria por ley. La descripción y el valor en dólares corresponden a la mayor cantidad estimada y al valor en dólares basado en los requisitos iniciales. El valor real en dólares será inferior en función de las necesidades finales, la autoridad presupuestaria y los acuerdos de venta firmados, si se celebran y cuando se celebren.
Defense Security Cooperation Agency
Bien por los letones daben que sú unica oportunidad es negarle el uso del Baltico a la flota Rusa, que no daríamos por tener lo mismo en el estrecho
Es que lo de España y su defensa es realmente patético. Hace décadas que el RACTA 1 debería de disponer de unas baterías de este tipo, con misiles antibuque, pero seguimos dormidos en los laureles. Algo no cuadra en la defensa estratégica de este país, sobre todo en el Estrecho. Algo atufa en la Moncloa desde hace varias décadas, tanto, que ya sale de ojo.
la masoneria del siglo xxi, si el submarino peral fue boicoteado por los masones del siglo XIX, hoy tenemos unos personajes que favorecen a Marruecos y no a los intereses defensivos de España.
Esta actitud de Letonia es la demostración tácita de algunos conceptos vertidos en comentarios anteriores de otros posts. 1-Pérdida del miedo a la represalia de Rusia: una pequeña nación como Letonia (ex Latvia), que perteneció al Imperio ruso hasta 1918, vuelta a ocupar luego de la SGM durante 45 años y reindependizada en 1990 en el marco de la disolución de la URSS y que limita con Rusia, conoce bien lo que implicaría volver al yugo ruso. Sin embargo, decide adquirir un sistema de armas de defensa costera con capacidad de ser utilizada en tierra, con un alcance de más de 180 km. En condiciones normales este país quizá no se hubiera animado a adquirirlo. No olvidemos que desde Liepāja hasta Kaliningrado hay 203 km en línea recta. Casi una potencial amenaza.
(2): 2-El incremento de venta de armas de EEUU y Europa como consecuencia de esta guerra. El concepto es más amplio, incluye la disminución de la venta internacional de armas rusas debido a su demostrado mal desempeño en la guerra de Ucrania (influenciado por un uso erróneo de las mismas) y la incapacidad rusa de sostener un adecuado ritmo de entregas y apoyo de postventa. Esta incapacidad generará un espacio a costa de Rusia, que será ocupada primordialmente por EEUU, Europa y oferentes emergentes (Corea del Sur, Turquía, India, etc.). En este caso de trata de un producto europeo (noruego), financiado y entregado por EEUU. El mismo sistema de misiles ha encargado España para sus fragatas F-110.
(3): 3-El Báltico se va a convertir progresivamente en un mar interior de la OTAN. El refuerzo de defensas costeras con misiles como éstos, a sumar al resto de defensas de los países que orillan el mar -todos pertenecientes a la Alianza Atlantica cuando se sume Suecia-, harán muy difícil el tránsito de los buques rusos -de superficie o submarinos- que, en caso de guerra, lo convertirán en una zona absolutamente inhóspita, haciendo muy difícil la comunicación entre St. Petersburgo y Kaliningrado.