Turquía busca socios para el programa de cazas TF-X en medio de la incertidumbre fiscal.

El primer avión del programa de cazas autóctonos de Turquía, el TF-X, se encuentra en un hangar a la espera de su vuelo inaugural a finales de año. Pero los problemas fiscales podrían obstaculizar su éxito, según un analista, incluso mientras el presidente del país busca socios para el programa.

La economía turca experimenta una elevada inflación, y la deuda externa del país alcanzó casi 476.000 millones de dólares en marzo. La aseguradora internacional Allianz Trade informó que el stock de deuda externa total con vencimiento en los próximos 12 meses se ha elevado a unos 250.000 millones de dólares.

«Inevitablemente, el programa TF-X se enfrentará a dificultades financieras en consonancia con la situación económica del país», declaró Ozgur Eksi, analista de defensa en Ankara.

Sin embargo, Turquía está buscando socios extranjeros, que podrían disminuir su propia carga financiera en relación con el programa.

El ministro turco de Defensa, Yasar Guler, declaró el 14 de agosto que Pakistán estaba a punto de firmar un acuerdo para participar en el desarrollo del caza de quinta generación. «Países amigos y hermanos también están haciendo esfuerzos para convertirse en socios de este proyecto. Se ha firmado un acuerdo con Azerbaiyán. Hay otros países que también están a punto de firmar, como Pakistán», dijo Guler.

Si Pakistán se une al programa turco, sería su segunda asociación internacional en materia de cazas, tras el acuerdo con China sobre el JF-17 construido por Pakistan Aeronautical Complex y Chengdu Aircraft Corp.

En cuanto a Azerbaiyán, su gobierno firmó un protocolo con Turquía para explorar su participación en el programa TF-X.

«Con el protocolo se pretende determinar los procedimientos de trabajo y los principios de cooperación con Azerbaiyán en cuestiones de producción conjunta, incluidas las actividades de desarrollo del avión de combate nacional de 5ª generación Kaan, que se está desarrollando para las Fuerzas Aéreas turcas», según la Agencia Turca de la Industria de Defensa, que utiliza el nombre elegido por el gobierno para el avión TF-X.

La agencia, también conocida como SSB, no respondió a las preguntas de Defense News sobre el TF-X y, en concreto, sobre la situación actual de Pakistán en relación con el programa.

Las Fuerzas Aéreas de Pakistán declinaron hacer comentarios sobre la situación.

«Tener socios extranjeros es como subarrendar parte de tu casa: Compartes gastos, pero las disputas se hacen inevitables y la resolución de problemas lleva mucho más tiempo de lo normal», dijo Eksi. «Azerbaiyán, rico en hidrocarburos, tiene dinero. Pakistán no, pero podría transferir conocimientos técnicos. Una vez probado en combate, el Kaan podría ser una opción para países sin acceso a aviones de combate de fabricación occidental».

Futuro vuelo

El gobierno quiere que el avión proyectado vuele este año, el del centenario de la república turca. Turkish Aerospace Industries dijo que el TF-X volará el 27 de diciembre de 2023.

Según el programa, TAI entregará 20 aviones TF-X Block 10 a las Fuerzas Aéreas en 2028. La compañía dijo en marzo que el precio por unidad será de 100 millones de dólares, pero señaló en mayo que podría ser «un poco más alto». Para 2029, TAI prevé producir dos cazas TF-X al mes, generando unos ingresos anuales de 2.400 millones de dólares.

«Con toda probabilidad, el avión volará con fines políticos antes de las críticas elecciones locales [en marzo], pero sin la mayoría de los sistemas instalados en él», dijo una persona con información privilegiada sobre el programa bajo condición de anonimato, por temor a ser procesada por hablar del tema. «La mayoría de los turcos no sabrán ni les importará si el avión está preparado para alguna misión. Será una pieza de lucimiento [del] gobierno».

Turquía lanzó el programa TF-X en 2009. En octubre de 2016, la empresa británica Rolls-Royce ofreció a Turquía una asociación de producción conjunta con vistas a propulsar las plataformas turcas previstas y a posibles ventas a terceros. La propuesta de la empresa, que sigue en pie, contemplaría una unidad de producción en Turquía que fabricaría motores para el TF-X, así como helicópteros, tanques y misiles.

En enero de 2017, la empresa británica BAE Systems y TAI firmaron un acuerdo por valor de más de 100 millones de libras (127 millones de dólares) para desarrollar el caza turco. Actualmente hay unos 30 ingenieros de BAE trabajando en la unidad de producción de TAI para el TF-X.

Posteriormente, en 2022, el gobierno turco convocó un concurso para el desarrollo local de un motor turbofán que propulsara el TF-X. Tres competidores están en liza: Tusas Engine Industries; TRMotor; y TAEC, una empresa conjunta entre Rolls-Royce y el conglomerado industrial turco Kale, que posee el 51% de TAEC.

TAEC ha presentado un motor que se espera haga volar el avión a una altitud máxima de 40.000 pies y le ayude a alcanzar una velocidad de hasta Mach 1,8.

No está claro qué ofrece TRMotor. La empresa fue fundada en 2017 por SSTEK, una filial de SSB. Tusas, que es la empresa matriz de Tusas Engine Industries y Turkish Aerospace Industries, es propietaria al 100% de TRMotor.

Tusas Engine Industries está desarrollando los motores TEI-TF6000 y TEI-TF10000, refiriéndose a ellos como un preludio de lo que producirá para el TF-X. TEI es una empresa controlada por el gobierno fundada en 1985 como una empresa conjunta en la que participan la empresa estadounidense GE Aviation (ahora GE Aerospace), Turkish Aerospace Industries, la Asociación Aeronáutica Turca y la Fundación de las Fuerzas Armadas Turcas, propiedad del gobierno.

SSB planea construir prototipos del TF-X utilizando el motor F110 de fabricación estadounidense. El F110 de General Electric es un motor turbofán de poscombustión

Turquía quiere utilizar el F110 en la producción en serie, pero propulsar el TF-X con el motor puede resultar difícil porque la producción en serie podría requerir grandes cantidades de inversión y pruebas. Además, esta opción iría acompañada de la misma licencia de exportación y derechos de propiedad intelectual que la oferta de Rolls-Royce, lo que no gusta al gobierno turco.

Eksi dijo que el Gobierno no debería retrasar más su elección de motor.

«Cada propuesta [de motor] tiene ventajas e inconvenientes. Ankara debe tomar una decisión de una vez antes de que sea demasiado tarde para pasar a la fase de producción en serie con costes viables», explicó.

En última instancia, el potencial de exportación del TF-X es clave para el éxito del programa, añadió Eksi.

«Hay varios países que no pueden comprar aviones de fabricación occidental por razones políticas. Algunos de esos países también quieren evitar los aviones de fabricación rusa o china, también por razones políticas. El Kaan podría ser lo que buscan».

Burak Ege Bekdil