Veintidós militares estadounidenses resultan heridos en un incidente de helicóptero.
La guerra en Ucrania ha relegado a un segundo plano algunos «puntos calientes», como Siria, donde la situación sigue siendo complicada, con la implicación de varios actores (coalición antiterrorista liderada por Estados Unidos, Rusia, Turquía, Irán) y la presencia de varias organizaciones yihadistas, entre ellas el Estado Islámico [EI o Daesh].
El US CENTCOM, mando militar estadounidense para Oriente Próximo y Asia Central, ha anunciado recientemente que durante el mes de mayo se han llevado a cabo 17 operaciones contra el Daesh en Siria en el marco de la Operación Inherent Resolve [OIR, nombre de la coalición internacional]. En total, 22 miembros del grupo terrorista fueron «neutralizados» [20 capturados y 2 muertos].
Además, para apoyar a las Fuerzas Democráticas Sirias [FDS, de las que las milicias kurdas sirias aportan el grueso de las tropas], Estados Unidos ha desplegado unos 900 soldados en el este de Siria. Esto está dando lugar a incidentes con las fuerzas rusas presentes en el país, así como con grupos armados afiliados a Irán.
En este contexto, el 12 de junio, 22 militares estadounidenses resultaron heridos «de diversa consideración» en un incidente con un helicóptero en el noreste de Siria. En su breve declaración, el US CENTCOM declaró que el estado de diez de los heridos justificaba su evacuación a «instalaciones médicas» fuera de su zona de operaciones.
No se especificaron las circunstancias de este incidente, el tipo de helicóptero implicado ni la unidad afectada. Dada la capacidad de carga de la aeronave, podría haber sido un CH-47 Chinook, o incluso un V-22 Osprey. Dicho esto, el CENTCOM estadounidense ha indicado que no se ha informado de ningún fuego hostil contra la aeronave y que se ha abierto una investigación.
Dicho esto, y a pesar de las llamadas medidas de «desconflicción», la cohabitación entre las fuerzas estadounidenses y rusas ha sido complicada, especialmente desde que comenzó la guerra en Ucrania.
Recientemente, el jefe del CENTCOM estadounidense, el general Erik Kurilla, dijo que había observado un aumento «significativo» de vuelos militares rusos «agresivos» sobre bases estadounidenses en Siria. Y en noviembre de 2022, un avión no tripulado MQ-9 Reaper MALE [Medium Altitude Long Endurance] estuvo a punto de ser derribado por un sistema de defensa antiaérea ruso Pantsir S1 [o SA-22 Greyhound].
Al mismo tiempo, las bases estadounidenses son regularmente objeto de ataques reivindicados por grupos armados proiraníes.
Laurent Lagneau