Estados Unidos retrasa los tanques Abrams de Australia y presiona a Grecia para que envíe el Patriot a Ucrania.

Ayer martes salieron a la luz informes según los cuales Estados Unidos está aplicando un enfoque complejo y aparentemente contradictorio a su apoyo militar a Ucrania, lo que plantea interrogantes sobre sus prioridades estratégicas más generales.

Según el medio griego Kathimerini, Estados Unidos ha estado presionando a Grecia para que transfiera uno de sus sistemas de defensa antiaérea Patriot a Ucrania, una medida que reforzaría las defensas de Kiev contra los ataques aéreos rusos.

Al mismo tiempo, publicaciones en X e informes de los medios de comunicación indican que Estados Unidos no ha dado permiso para el envío de 59 carros de combate M1A1 Abrams prometidos por Australia a Ucrania, alegando una paralización de las aprobaciones de ayuda militar bajo la actual administración de Trump.

Este doble enfoque, que insta a los aliados europeos a suministrar sistemas críticos al tiempo que restringe las contribuciones de los aliados del Pacífico, sugiere un pivote deliberado en la política estadounidense, que da prioridad a preservar los recursos en la región de Asia-Pacífico para una posible confrontación con China al tiempo que traslada a Europa la carga de apoyar a Ucrania.

Las implicaciones de esta estrategia no sólo afectan a la resistencia de Ucrania en el campo de batalla, sino también a la seguridad de sus aliados en Oriente Medio y a la cohesión de la OTAN.

El sistema de defensa antiaérea Patriot, en el centro de las discusiones griegas, es una piedra angular de la moderna tecnología de defensa antimisiles. Desarrollado por Raytheon en los años setenta y desplegado por primera vez en los ochenta, el Patriot, designado oficialmente como MIM-104, está diseñado para interceptar misiles balísticos tácticos, misiles de crucero y aviones avanzados.

La versión en cuestión, el Patriot PAC-2, está equipada con una ojiva de fragmentación y está optimizada para atacar objetivos aerodinámicos como aviones y misiles de crucero, aunque tiene una capacidad limitada contra misiles balísticos en comparación con la variante PAC-3 más reciente.

Cada batería Patriot suele incluir un radar, una estación de control de combate, generadores de energía y hasta ocho lanzadores, cada uno con cuatro misiles. Grecia, según Kathimerini, posee seis de estas baterías, con aproximadamente 36 lanzadores M901, que han sido esenciales para su defensa nacional y, hasta hace poco, para proteger a Arabia Saudí de los ataques de misiles y drones de los Houthi en Yemen.

El radar del sistema, el AN/MPQ-53, puede rastrear hasta 100 objetivos simultáneamente y enfrentarse a múltiples amenazas a distancias superiores a 100 millas, lo que lo convierte en un activo vital para la defensa de infraestructuras críticas o instalaciones militares. Sin embargo, su rendimiento histórico ha sido objeto de debate.

Durante la Guerra del Golfo de 1991, el Patriot obtuvo resultados desiguales contra los misiles Scud iraquíes. Según una investigación del Congreso realizada en 1992, las afirmaciones iniciales de intercepciones casi perfectas se revisaron posteriormente para obtener un porcentaje de éxito inferior al 50%.

Las actualizaciones de la década de 1990 mejoraron su fiabilidad y, según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, en la Operación Libertad Iraquí de 2003 el PAC-2 interceptó todos los misiles balísticos contra los que se enfrentó.

La solicitud a Grecia para que transfiera una de estas baterías a Ucrania llega en un momento delicado. Kathimerini informó que Estados Unidos había ofrecido a Grecia garantías financieras y de seguridad no especificadas para que se deshiciera de un sistema Patriot, una propuesta que ha generado debate en Atenas dada la tensa relación del país con Turquía.

Los Patriots griegos se han desplegado no solo en el país, sino también en Arabia Saudí, donde han interceptado numerosos drones y misiles hutíes desde 2015, según The Guardian. Reubicar uno de estos sistemas en Ucrania reduciría la capacidad defensiva de Grecia y potencialmente debilitaría la protección de Arabia Saudí contra las amenazas respaldadas por Irán, especialmente mientras Estados Unidos busca un acuerdo de armas por 100.000 millones de dólares con Riad, como se ha señalado en varios medios.

La lógica detrás de esta presión parece estar relacionada con la urgente necesidad de Ucrania de defensas aéreas. Los ataques aéreos rusos se han intensificado desde 2022, atacando ciudades e infraestructuras con misiles de crucero y drones, contra los cuales el PAC-2 es muy adecuado. Ucrania ha solicitado públicamente 25 sistemas Patriot para proteger su espacio aéreo, una cifra muy superior a los compromisos actuales.

Alemania ha entregado una batería y se ha comprometido a entregar seis más.

Mientras tanto, el estancamiento en la transferencia de los tanques australianos M1A1 Abrams presenta un panorama contrapuesto. El M1 Abrams, diseñado por General Dynamics a finales de la década de 1970, es uno de los tanques de batalla principales más formidables del mundo, con un peso de 70 toneladas y un motor de turbina de gas de 1500 caballos de fuerza.

Su cañón de ánima lisa de 120 mm puede disparar una amplia gama de municiones, incluyendo proyectiles perforantes de uranio empobrecido, mientras que su blindaje compuesto, mejorado con capas reactivas en los modelos posteriores, ofrece una robusta protección contra armas antitanque. La variante M1A1, que Australia prometió a Ucrania, carece de la electrónica avanzada del M1A2, pero conserva una potencia de fuego y un blindaje comparables.

La movilidad del tanque, con una velocidad máxima de 67 kilómetros por hora, y su capacidad para operar en diversos terrenos lo han convertido en un pilar para los aliados de EE. UU., como Egipto, Arabia Saudita e Irak. Sin embargo, su alto consumo de combustible (hasta 7,6 litros por kilómetro) y sus complejos requisitos de mantenimiento han generado críticas, especialmente en el campo de batalla de Ucrania, con una gran cantidad de drones, donde los objetivos estáticos son vulnerables.

Publicaciones en X del 29 de abril de 2025, citando a ABC News, informan que los 59 tanques M1A1 Abrams de Australia, valorados en 163 millones de dólares, permanecen en tierra porque Estados Unidos no ha aprobado su exportación, una decisión relacionada con la suspensión más amplia de la ayuda militar a Ucrania por parte de la administración Trump.

La reticencia de Australia a acelerar la transferencia refleja preocupaciones más profundas. En octubre de 2024, el ministro de Defensa australiano, Richard Marles, anunció la donación de estos tanques, que estaban previstos para ser reemplazados por modelos M1A2 más nuevos, según AP News.

Sin embargo, como informó ABC News, oficiales militares australianos han cuestionado en privado la utilidad de los tanques para Ucrania, alegando su vulnerabilidad a los drones y misiles antitanque, una opinión compartida por las tripulaciones ucranianas que informaron sobre problemas de mantenimiento con los Abrams suministrados por Estados Unidos en junio de 2024.

La reticencia del ejército australiano también podría deberse a cálculos estratégicos. Ante el aumento de las tensiones en el Indopacífico, en particular por Taiwán, Australia parece recelosa de reducir su capacidad blindada, especialmente mientras se prepara para posibles conflictos más cercanos.

Esto se alinea con un cambio más amplio en la política estadounidense, evidente desde la Estrategia de Seguridad Nacional de 2022 de la administración Biden, que priorizó la lucha contra China por encima de una fuerte participación en la seguridad europea.

La yuxtaposición de estos dos casos —presionar a Grecia para que renuncie a una batería Patriot mientras bloquea la donación de tanques de Australia— revela una estrategia estadounidense con matices. Desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, Estados Unidos ha proporcionado más de 24 000 millones de dólares en ayuda militar, incluyendo 31 tanques M1A1 Abrams y sistemas Patriot,

Sin embargo, bajo la actual administración, hay indicios de un reajuste. El Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales señaló en marzo de 2025 que, si bien se prevé que las entregas de equipo a Ucrania aumenten este año, alcanzando los 920 millones de dólares mensuales, el escepticismo de la administración sobre mantener este nivel de apoyo es cada vez mayor.

El vicepresidente J. D. Vance ha declarado públicamente que las ventajas numéricas de Rusia en personal y armamento reducen el impacto de la ayuda adicional, lo que podría explicar la suspensión de la aprobación de las exportaciones de tanques australianos. Simultáneamente, la presión sobre Grecia sugiere que Estados Unidos está animando a sus aliados europeos a cubrir la brecha, una medida que preserva los recursos estadounidenses y de los aliados del Pacífico para otros escenarios.

B.Military

6 thoughts on “Estados Unidos retrasa los tanques Abrams de Australia y presiona a Grecia para que envíe el Patriot a Ucrania.

  • el 30 abril, 2025 a las 09:05
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    Y por qué no Presiona a Israel para que mande los Patriot que tiene almacenados? Con Biden se aceptó enviar misiles una vez cayó el régimen en Siria. Se hablaba de unos 90 misiles. Quizás más fueron a EEUU a ser revisados. Pero aún deben tener equipos que se pueden enviar a Ucrania. Misiles HAWK, M113, M163, etc. Por no hablar de munición, artillería y equipos que los ucranianos podrían emplear contra los SAM rusos.

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    • el 30 abril, 2025 a las 12:41
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      No parece muy congruente tu comentario. Presionar a Israel cuando ese país está bajo amenaza directa de Irán y necesita cada uno de los misiles Patriots y no Patriots para defenderse?

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    • el 1 mayo, 2025 a las 10:09
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      no presiona a israel porque eeuu esta parasitado por el sionismo. El porcentaje de diputados y senadores judios en eeuu es muy alto comparado con el porcentaje de judios aue hay en el pais.

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  • el 30 abril, 2025 a las 13:01
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    Tienen unas ganas de parar la guerra que da gusto….al final Ucrania quedara a merced de Rusia y ni territorio ni adhesion a nada.

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  • el 30 abril, 2025 a las 13:05
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    Es fácil presionar por parte de EEUU pero con los vecinos que tenemos (Turquía)debemo mirar por nuestra defensa nacional, cuando llegue el escudo de Aquiles, entonces con mucho gusto renunciaremos los patriots.

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    • el 30 abril, 2025 a las 17:55
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      atención a todos así es la lógica el «amigo americano» somos los únicos que hacemos algo por la paz en ucrania pero para que eso ocurra enviamos por el momento misiles patrio y si los rusos no entienden mandamos los Abrams de nuestro «aliados» de Australia y menos mal que son mediadores por la paz

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