Los críticos al programa AUKUS creen que Australia tendrá que renunciar a los tres submarinos nucleares de EE.UU.
Al formar una alianza estratégica con Estados Unidos y el Reino Unido [pacto AUKUS], Australia canceló el programa Attack, en virtud del cual el Grupo Naval francés debía entregar doce submarinos oceánicos Shortfin Barracuda de propulsión convencional a la Marina Real Australiana [RAN]. En su lugar se decidió adquirir ocho submarinos nucleares de ataque [SNA].
Según los detalles revelados en marzo de 2023, se supone que Estados Unidos entregará al menos tres SNA de la clase Virginia a partir de principios de la década de 2030 [el primero en 2032, el segundo en 2035 y el último en 2038]. Los otros cinco procederán del programa SSNR del Reino Unido [rebautizado SSN-AUKUS], destinado a sustituir a los SNA clase Astute de la Royal Navy.
Sin embargo, la situación no pinta bien… Y la propuesta de presupuesto para 2025 que el Pentágono acaba de enviar al Congreso no parece que vaya a disipar las inquietudes de Canberra.
El presupuesto total solicitado por el Departamento de Defensa estadounidense para 2025 asciende a 849.800 millones de dólares, lo que supone un aumento de “sólo” el 0,9% con respecto al actual ejercicio fiscal.
Este aumento tan moderado se explica por la Ley de Responsabilidad Fiscal, fruto de un acuerdo alcanzado en el Congreso en junio de 2023 para frenar la deuda estadounidense. Pero no es suficiente para compensar los efectos de la inflación… De ahí la necesidad de que el Pentágono tome decisiones.
Mientras que la US Navy ha pedido dos SNA tipo Virginia cada año desde 2011, ha decidido adquirir solo uno en el año fiscal 2025. Y con razón: la industria naval estadounidense -en este caso General Dynamics y Huntington Ingalls Industries- tiene dificultades para satisfacer la demanda, debido a la insuficiente capacidad de producción, la escasez de mano de obra cualificada y los problemas en las cadenas de suministro.
Es más, mantener la disponibilidad operativa de las unidades ya en servicio también plantea un problema. Por ejemplo, el USS Boise, un SNA perteneciente a la clase Los Ángeles, no ha salido al mar desde… 2015. Su revisión acaba de comenzar… y no concluirá hasta 2029.
Teóricamente, para renovar su flota de ANS, la US Navy debería recibir una media de 2,33 unidades al año… el doble que en la actualidad.
La propuesta presupuestaria del Pentágono está llamada a ser enmendada por los diputados. Algunos de ellos ya están haciendo oír su voz, como el representante Joe Courtney [Partido Demócrata], elegido en Connecticut y miembro influyente de un subcomité dedicado al poder naval.
“Si efectivamente se adopta esa reducción, se eliminará un submarino de ataque más de una flota que ya cuenta con diecisiete menos de los sesenta y seis que la US Navy necesita desde hace tiempo”, argumentó Courtney. “Dado el nuevo compromiso del Departamento de Defensa y del Congreso de vender tres a nuestro aliado australiano, esta propuesta de la Armada tendrá un profundo impacto en las marinas de ambos países”, advirtió.
Sin embargo, el Subsecretario de Marina, Erik Raven, afirmó que se habían propuesto inversiones para ayudar a la industria a superar sus problemas. Entre ellas, un paquete de 11.100 millones de dólares [en cinco años] y una aportación de 3.000 millones prometida por Australia en el marco del pacto AUKUS.
El ministro australiano de Industria de Defensa, Pat Conroy, se muestra optimista. “Australia confía plenamente en el acuerdo AUKUS y Estados Unidos avanza en la modernización de sus astilleros para que puedan producir ANS de la clase Virginia para ambas marinas”, declaró. “Estoy viendo muchos titulares sobre la muerte de AUKUS. Debe de ser la cuarta vez que AUKUS muere en el último año”, bromeó.
El hecho es que, para 2030, el número de SNA en servicio en la US Navy se reducirá a cuarenta y seis. Cada vez será más difícil para un comandante de las fuerzas submarinas estadounidenses decir ‘no, puedo arreglármelas con menos submarinos, me conformo con vender tres a mis amigos australianos'», declaró a Reuters Michael Shoebridge, fundador de Strategic Analysis Australia. “Un presidente estadounidense estará más presionado para decir: ‘Tengo que ocuparme primero de mi propia seguridad'», insistió.
De hecho, como señala el senador australiano David Shoebridge, “cuando Estados Unidos aprobó la legislación AUKUS, pusieron interruptores automáticos, uno de los cuales les permitiría no transferir submarinos si ello degradaba las capacidades” de la US Navy.
Tras aprobar el pedido de doce submarinos Shortfin Barracuda cuando era primer ministro, Malcolm Turnbull también recurrió a la ironía. “Es poco probable que Estados Unidos aumente su problema entregando submarinos a Australia. Esto es realmente un caso de asalto a la realidad”, declaró a la Australian Broadcasting Corp.
Laurent Lagneau
La entrega no es gratis, por lo tanto, los astilleros estadounidenses pueden completar los pedidos independientemente al presupuesto estadounidense.
Me da la impresiòn que australia es el nuevo pagafantas.
Al final será 6 o 7 , S 80+… ya lo veremos.
no te lo crees ni tú
Nadie comprará el s80
Desde luego la que no comprará los s80 es la republica bananera desde la que escribes
El abandono del programa Attack y la adhesión al plan AUKUS no implica el cambio de unos submarinos franceses por otros anglosajones, ni tampoco el deseo de poseer SSN en lugar de SSK. Es un cambio estratégico de fondo, que significa la inclusión de hecho y derecho a una alineación político militar con EEUU y UK en contra de China. Australia no va a adquirir nuevos SSK, excepto abandone esta alianza, cosa que no va a suceder. Respecto si la RAN adquirirá SSN clase Virginia es posible, porque Australia se ha comprometido a invertir en la cadena productiva estadounidense, que incrementará el ritmo de fabricación, mientras entrena y prepara personal propio para utilizarlo posteriormente en la cadena australiana. Ese diferencial productivo favorable será aplicado para fabricar los buques australianos y estadounidenses que se cedan a Canberra. Mientras tanto, se ultimará el proyecto SSN-AUKUS británico y se instalará la cadena en Australia. No serán cedidas a Australia unidades Virginia de segunda mano. Este plan debe estar completo y en marcha hacia 2050. Mientras tanto, los Virginia deben cubrir el hueco que implicará la retirada de los SSK clase Collins actuales de Australia. Este es el plan, que puede estar sujeto a cambios o imprevistos, seguramente.