Northrop pierde 477 millones de dólares en el bombardero B-21 al revisar su proceso de producción.

Northrop Grumman ha informado de una pérdida de 477 millones de dólares por el B-21 Raider en el primer trimestre de 2025, debido a que los mayores costes de fabricación y materiales para fabricar el bombardero furtivo de sexta generación han lastrado a la empresa.

En un comunicado emitido el martes sobre sus resultados financieros, Northrop dijo que gran parte de la pérdida de 477 millones de dólares se derivaba de un cambio que la empresa hizo en su proceso de producción del B-21, destinado a permitir a la empresa construir los bombarderos a un ritmo mayor.

La consejera delegada de Northrop, Kathy Warden, dijo también en una conferencia telefónica con los inversores el martes que los factores macroeconómicos están haciendo subir el precio previsto de los materiales para el bombardero. La pérdida afectó a los cinco lotes de producción inicial del bombardero.

«Aunque estoy decepcionada por este impacto financiero, seguimos haciendo progresos sólidos en el programa [B-21], demostrando los objetivos de rendimiento a través de pruebas, y estamos avanzando a través de los dos primeros lotes de producción», dijo Warden. «Con un aprendizaje significativo a nuestras espaldas, estamos preparados para entregar [a] las Fuerzas Aéreas este elemento disuasorio estratégico de gran capacidad».

La pérdida del B-21 contribuyó a una pérdida global de 183 millones de dólares en la división de sistemas aeronáuticos de Northrop Grumman. Esa división también registró 2.800 millones de dólares en ventas, un 8% menos que en el primer trimestre de 2024.

En conjunto, los beneficios de Northrop cayeron 498 millones de dólares en comparación con el primer trimestre de 2024, lo que supone una pérdida del 46% de los 1.100 millones de dólares de ingresos de explotación registrados hace un año. Casi todo ello se debió a la pérdida del B-21.

Warden dijo que el B-21 está completando su fase de desarrollo de ingeniería y fabricación, y ahora está pasando por pruebas clave para demostrar que el bombardero puede llevar a cabo todos sus objetivos. Northrop Grumman está trabajando en los dos primeros lotes de producción inicial a bajo ritmo (LRIP) y ha comenzado los trabajos previos, conocidos como trabajos de larga duración, en el tercer y cuarto lote.

«Hemos acumulado una gran experiencia en la construcción de aviones», dijo Warden, lo que está ayudando a Northrop a reducir el riesgo que conlleva la construcción de un avión nuevo y avanzado.

Las Fuerzas Aéreas y Northrop Grumman presentaron el B-21, que acabará sustituyendo a los bombarderos B-1 Lancer y B-2 Spirit, en diciembre de 2022, y el avión realizó su primer vuelo en noviembre.

El desarrollo y las pruebas del B-21 han sido relativamente fluidos, y varios funcionarios y legisladores lo han elogiado. Pero Warden ha advertido a los inversores de Northrop Grumman desde principios de 2023 que la empresa probablemente perdería dinero inicialmente en el programa y obtendría beneficios más adelante.

Las pérdidas más recientes siguieron a una pérdida de 1.600 millones de dólares que Northrop también informó sobre el B-21 en el cuarto trimestre de 2023. El ex secretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall también dijo a los legisladores en abril de 2024 que los costes del avión estaban bajando como resultado de las negociaciones con Northrop.

En el momento del lanzamiento, el coste medio unitario de adquisición ajustado a la inflación del B-21 era de unos 692 millones de dólares. La Fuerza Aérea tiene previsto comprar al menos 100 B-21, pero ha dejado la puerta abierta a la compra de más bombarderos.

Los cambios de fabricación que han provocado las pérdidas de este año están relacionados con las lecciones aprendidas por Northrop al aumentar la producción, dijo Warden, y se hicieron conjuntamente con la Fuerza Aérea. Pero esas lecciones se asimilarán y «quedarán atrás» cuando Northrop termine la fase LRIP y pase a la producción a pleno rendimiento, dijo.

Según Warden, los cambios en el proceso supusieron una parte mayor de las pérdidas del B-21 que los costes de material.

Northrop Grumman también está construyendo el misil balístico intercontinental LGM-35A Sentinel para las Fuerzas Aéreas, que el servicio quiere que sustituya a los misiles nucleares Minuteman III de la era de la Guerra Fría.

Warden dijo también que en marzo la Fuerza Aérea y Northrop Grumman realizaron con éxito una prueba estática de disparo del motor cohete sólido de la primera etapa de Sentinel.

Pero Sentinel se enfrenta a importantes sobrecostes en sus previsiones de costes futuros, derivados de gastos superiores a los previstos en la construcción de instalaciones como los centros de lanzamiento. Northrop sigue trabajando con las Fuerzas Aéreas para encontrar formas de reducir los costes y hacer que su calendario sea más eficiente, dijo Warden .

«Lo que buscamos en la reestructuración [del programa Sentinel] es garantizar que los cambios y requisitos se reflejen adecuadamente en el diseño y, en última instancia, en el contrato, y trabajaremos para ello con el gobierno», dijo Warden.

 Stephen Losey