Explota uno de los neumáticos del avión cisterna de la RAF durante el despegue.
El avión de reabastecimiento de combustible aire-aire de la Royal Air Force (RAF), conocido como Voyager, estaba apoyando a los cazas británicos y estadounidenses en un ejercicio de combate aéreo, en Estados Unidos, conocido como ejercicio Red Flag.
Mientras se desplazaba por la pista de despegue en la base aérea de Nellis en Nevada a una velocidad de 160 mph (257 km/h), el neumático del avión de 204 toneladas, cargado con 80 toneladas de combustible, explotó.
Se vieron trozos de goma saliendo volando del avión a medida que ganaba velocidad, y la tripulación dijo más tarde que sintieron vibraciones menores, pero que no eran conscientes de la gravedad del incidente y el despegue continuó sin problemas.
Una vez en el aire, los sensores de presión de los neumáticos mostraron fallos en dos de ellos. Se utilizaron las cámaras de inspección exterior del avión para confirmar el alcance de los daños.
The moment the tyre of a Royal Air Force air-to-air refuelling aircraft blew-out during take-off has been captured on camera. 🛞
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— Royal Air Force (@RoyalAirForce) January 30, 2024
La tripulación también se puso en contacto con un caza F-16 de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos para que volara a su lado y realizara una inspección visual. A continuación, el capitán del Voyager y su tripulación evaluaron la información disponible sobre los daños y planificaron la forma de aterrizar de la aeronave con seguridad.
El Voyager es un avión cisterna polivalente que puede reabastecer a otras aeronaves en el aire mientras transporta pasajeros. En esta ocasión había un pequeño número de pasajeros británicos y aliados a bordo, y la tripulación de cabina se aseguró de que estuvieran informados de lo que ocurría.
Para minimizar los riesgos de aterrizar con las ruedas dañadas, la tripulación alargó el vuelo para reducir la cantidad de combustible y, por tanto, el peso a bordo. Todos los cazas del ejercicio tuvieron tiempo de regresar a la base antes que el avión cisterna, ya que era posible que éste dañara la pista al aterrizar.
La tripulación se puso en contacto con los bomberos de las Fuerzas Aéreas de EE.UU. en la base aérea de Nellis para asegurarse de que estaban preparados para su recuperación y situados junto a la pista para su aterrizaje. Los expertos pilotos lograron aterrizar la aeronave con seguridad y los bomberos inspeccionaron rápidamente la aeronave para confirmar que todo estaba bien, posteriormente la tripulación decidió que podían rodar de vuelta a su plaza de aparcamiento a baja velocidad.
Una vez de vuelta en su zona de estacionamiento y con los calzos fuertemente sujetos, los ingenieros de la RAF trabajaron durante toda la noche para reemplazar las ruedas, asegurándose de que el Voyager pudiera continuar su papel vital en el ejercicio al día siguiente.
Forces Net