La Armada francesa entrena fuerzas para cazar un submarino nuclear clase Suffren en el Mediterráneo.
Las aguas del Mediterráneo se han convertido en el escenario de un ejercicio naval particularmente ambicioso como parte del entrenamiento Courco/Squale 2025, un submarino de ataque de propulsión nuclear Suffren de la Armada francesa fue localizado por un grupo operativo interaliado compuesto por buques de superficie y medios aéreos especializados en guerra antisubmarina.
Organizado por la Armada francesa, este entrenamiento de alta intensidad ha tenido como objetivo poner a prueba las capacidades tácticas y operativas de las unidades participantes en un escenario de guerra naval realista. Lejos de ser una mera simulación, el ejercicio ha puesto de relieve los crecientes desafíos de la guerra submarina en el Mediterráneo, una zona estratégica en la que los submarinos nucleares desempeñan un papel central en la disuasión, la recopilación de información y las misiones de ataque de largo alcance.
El Suffren es el principal submarino de la clase Barracuda, una nueva generación de submarinos de ataque de propulsión nuclear desarrollados por Naval Group y encargados por la Dirección General de Adquisiciones de Defensa (DGA) de Francia para sustituir a los anticuados submarinos de la clase Rubis/Améthyste, en servicio desde la década de 1980.
Ensamblado en Cherburgo, el submarino de 99,5 metros de eslora desplaza más de 5.000 toneladas sumergido y fue entregado a la Armada francesa en 2017. Forma parte de un programa de 8.500 millones de euros que incluye la construcción de seis unidades que entrarán en servicio cada dos años hasta 2027: Suffren, Duguay-Trouin, Tourville, Duquesne, De Grasse y Dupetit-Thouars. El objetivo del programa es dotar a la Armada francesa de submarinos más discretos, versátiles y capaces de realizar operaciones sostenidas en comparación con la generación anterior.
El Suffren representa un cambio tecnológico significativo. Propulsado por un reactor nuclear K15 y un sistema de propulsión por chorro de bomba, puede superar los 25 nudos manteniendo una baja firma acústica para evitar ser detectado. Su casco reforzado le permite sumergirse a más de 350 metros, y puede permanecer en el mar durante más de 90 días.
Diseñado para múltiples funciones, puede llevar a cabo guerra antisubmarina y antisuperficie, misiones de ataque terrestre con misiles de crucero MdCN, apoyar operaciones especiales con hasta 15 comandos y un refugio compatible en cubierta seca, realizar tareas de inteligencia y escoltar grupos de ataque de portaaviones o submarinos de misiles balísticos (SSBN).
Su armamento incluye torpedos pesados F21, misiles SM39 Exocet, minas navales y, eventualmente, vehículos submarinos no tripulados (UUV). El sistema de combate SYCOBS, desarrollado por Naval Group, integra sensores avanzados de Thales, como el conjunto de sonares S-CUBE, sonares de flanco, sonar de evitación de obstáculos SEACLEAR, sistema de guerra electrónica VELOX-M8, mástiles optrónicos dobles (SOM/AOM), señuelos CANTO-S y enlaces de datos tácticos como Link 11 y 16.
En el escenario Courco/Squale 2025, el Suffren se ha enfrentado a una fuerza operativa conjunta que simulaba una operación de caza de submarinos en condiciones casi realistas. La fuerza de superficie ha estado compuesta por las fragatas FREMM DA Lorraine y Provence, apoyadas por el buque de apoyo Loire y el buque fletado Jason. Estas unidades fueron reforzadas por dos helicópteros holandeses NH90, helicópteros Caïman de los escuadrones 31F y 33F de la Armada francesa, un SH-60 Seahawk estadounidense y varios aviones de patrulla marítima Atlantique 2.
El objetivo principal era validar la cualificación de los oficiales navales al mando de formaciones complejas de guerra antisubmarina, incluidos los componentes de superficie y aéreos, en un marco multinacional. El Suffren actuó como adversario designado, poniendo a prueba las capacidades de detección, coordinación y enfrentamiento de la fuerza operativa.
Este ejercicio también comprendía un elemento de adiestramiento clave: Courco, abreviatura de «cours de commandement», es la etapa final del proceso de cualificación de los futuros comandantes de submarinos nucleares de ataque. Los oficiales son evaluados en condiciones operativas para confirmar su capacidad para dirigir un submarino en entornos conflictivos. Esto incluye mantener la discreción acústica, ejecutar maniobras evasivas bajo presión y tomar decisiones tácticas rápidas. El Suffren, con su baja observabilidad y sus modernos sistemas, representaba un formidable desafío para las unidades de superficie y aéreas, por lo que el ejercicio ha sido muy exigente.
La integración de los ejercicios Courco y Squale permite a la Marina francesa explotar plenamente la complementariedad entre las fuerzas submarinas y los medios marítimo-aéreos interaliados. Esta coordinación se ha vuelto esencial, ya que los submarinos, en particular los de propulsión nuclear, asumen un papel cada vez más crítico en la estrategia naval, desde la disuasión hasta las operaciones de alta intensidad. En un entorno marítimo como el Mediterráneo, caracterizado por fricciones geopolíticas, un denso tráfico comercial y zonas disputadas, la capacidad de localizar o evadir un submarino es una capacidad operativa clave para garantizar la seguridad nacional y colectiva.
Rudis04