La investigación sobre el portaaviones defectuoso Prince of Wales se centra en una empresa francesa.
La empresa francesa de defensa Thales y su subcontratista noruega Kongsberg están en el punto de mira del Gobierno, que busca una compensación -y un culpable- por los problemas de ingeniería que han dejado fuera de servicio al portaaviones Prince of Wales, valorado en 3.200 millones de libras.
El portaaviones, construido en gran parte en el Reino Unido por BAE Systems, Babcock y Thales, se encuentra varado en un astillero escocés debido a unos sistemas de propulsión defectuosos.
La ministra de Defensa, confirmó en una respuesta parlamentaria que el Ministerio de Defensa había iniciado una investigación sobre quién asumirá «el coste de las reparaciones y la responsabilidad del pago» de lo que se ha calificado de vergüenza nacional.
El HMS Prince of Wales sufrió una avería frente a la costa de la Isla de Wight el verano pasado mientras se dirigía a unas maniobras en Estados Unidos.
El problema no se solucionó de inmediato y el buque tuvo que regresar cojeando a Rosyth, el astillero en el que se construyó, donde se espera que permanezca como muy pronto hasta el otoño.
En virtud de un contrato de mantenimiento de diez años, Babcock, miembro de la alianza de empresas industriales encargada de construir e integrar el Príncipe de Gales y su portaaviones gemelo, el HMS Queen Elizabeth, está realizando los trabajos de reparación.
Se entiende que la alianza es responsable solidaria de cualquier fallo del Prince of Wales. Sin embargo, se entiende que la atención sobre los ejes de propulsión defectuosos se ha desplazado al papel de Thales. Thales era el líder de una subalianza de socios industriales encargados de la energía y la propulsión del portaaviones, que incluía a la empresa estadounidense GE Energy y a Rolls-Royce, el ingeniero de defensa británico.
La atención se ha centrado también en Kongsberg, empresa noruega del sector marítimo y de defensa, que ha sido señalada por fuentes de la industria como la responsable de la fabricación de los ejes de propulsión.
Thales declaró que estaba orgullosa de ser miembro de la alianza de portaaviones, pero no hizo comentarios sobre el defecto del Prince of Wales. Kongsberg dijo que no haría ningún comentario sobre la situación.
A la pregunta de si iban a asumir la responsabilidad y los costes de la situación, tanto Babcock como BAE dijeron que eso era competencia del Ministerio de Defensa. Las fuentes confirmaron que el problema industrial relacionado con el fallo de la propulsión era competencia de Thales.
Thales tiene 6.500 empleados en el Reino Unido, la segunda mayor base industrial de la empresa francesa fuera de su propio país. Es más conocida aquí por su adquisición de Racal Electronics durante la reorganización del sector de defensa británico a principios de siglo.
Kongsberg, con sede en la ciudad del mismo nombre cerca de Oslo, tiene más de 6.000 empleados. Recientemente ha vendido sistemas de misiles de ataque a la Marina Real Británica.
Un portavoz de la Marina dijo: «Tras un examen exhaustivo, la marina está completando trabajos preventivos en el eje de babor para evitar que se produzca un defecto similar [a un problema existente con el eje de estribor]».
Se entiende que las investigaciones sobre la causa de estos defectos aún no han concluido. Según las fuentes, los ejes se probaron a fondo durante la construcción del buque y en pruebas posteriores, y no se detectó ningún problema.
Un eje de propulsión es el componente mecánico integral de un buque, similar al árbol de transmisión de un coche, que transfiere la potencia de los motores a las hélices.
Según un portavoz de Babcock: «Los portaaviones fueron diseñados y construidos por la Aircraft Carrier Alliance, una alianza de tres socios industriales, BAE Systems, Babcock y Thales junto con el Ministerio de Defensa.
«La alianza, uno de los programas de ingeniería marítima más complejos del Reino Unido, contó con el apoyo de una cadena de suministro formada por cientos de organizaciones de todo el país. Seguimos centrados en completar la reparación, trabajando con el Ministerio de Defensa y otros socios industriales».
The Times
Vaya, a ver si vamos a descubrir el origen de la inquina de los Noruegos con Navantia. Resulta que Kongsberg,
se dedica a fabricar los mismos sistemas de propulsion que criticaron en la fragata noruega. Y ademas, por lo que parece con no mucho exito.
A los australianos no les llega la camisa a tapar el cuerpo visto lo visto a la espera de sus fragatas..y este no es el único problema de los portaviones britanicos..le pusieron un windows XP como plataforma de sistemas informaticos..por lo que se dijo en su día…esto indirectamente le viene muy bien a Navantia
Windows XP Embedded, técnicamente es un XP más liviano pero con mejores características de seguridad. Se utiliza para procesos industriales y donde se programa en memorias flash.
Se me olvidaba, hoy Windows Embedded, se llama Windows IoT, puede ser Windows 10 o Windows 11 y como ya comente anteriormente, se usa en barcos, aviones, locomotoras, cajeros automáticos, robots y procesos industriales. En este no funcionan los paquetes de office y otros programas a no ser que los programen para su núcleo específico.
Konsberg también es el fabricante de las helices de las F110, el problema no está en las helices
Y aquí venga quejarnos con nuestros programas. La de años que lleva esta gente construyendo portaaviones y submarinos y casi siempre arrastran fallos a lo largo de su vida operativa. Ahora buscan el chivo expiatorio fuera porque son muchos millones, pero solo hay que recordar los errores en las nuevas fragatas a construir o los de los submarinos a sustituir. Seamos exigentes con nuestros proyectos, pero no catastrofistas. Todo cuesta.
contrato de buques de aprovisionamiento, primer paso, puede que no pare ahí