La Marina alemana pretende reforzar la defensa antidrones con un nuevo cañón de 30 mm.
Un concurso público anunciado a través de la plataforma oficial alemana de contratación electrónica marca el inicio de un esfuerzo estratégico de modernización de las capacidades de defensa de corto alcance de la Marina alemana.
En un contexto en el que los drones y las amenazas asimétricas desempeñan un papel cada vez más destacado en los conflictos contemporáneos, la Bundeswehr está iniciando una transformación estructural de sus sistemas de armamento naval.
El núcleo de esta reforma es la introducción de un nuevo calibre 30×173 mm, destinado a sustituir progresivamente a los cañones navales ligeros de 27 mm actualmente desplegados. Este desarrollo pretende mejorar la eficacia contra objetivos aéreos ligeros, especialmente drones, pero también amenazas de superficie y terrestres, mediante el uso de municiones programables de estallido en el aire.
El cambio doctrinal refleja las necesidades operativas y señala un cambio duradero en la postura defensiva de los buques navales alemanes.
La licitación prevé la adquisición de hasta 175 sistemas completos, incluidos juegos de herramientas especiales, piezas de repuesto y servicios de formación, dentro de un contrato marco que abarca desde el 19 de octubre de 2026 hasta el 31 de agosto de 2041. El objetivo es dotar a los buques de superficie de sistemas de armas capaces de disparar municiones programables de estallido en el aire, diseñadas para contrarrestar más eficazmente amenazas dinámicas como los drones.
El sistema también debe contar con un conjunto integrado de sensores electroópticos con cámara de luz diurna, visión nocturna y telémetro láser, y cumplir un nivel de madurez tecnológica TRL 9, lo que demuestra que ya se ha desplegado con éxito en condiciones operativas reales. Este requisito excluye cualquier prototipo o concepto aún en desarrollo en favor de sistemas que estén disponibles comercialmente y probados sobre el terreno.
La iniciativa refleja una transformación más profunda en la planificación de la defensa. El actual MLG 27 de 27 mm sigue en servicio en las fragatas, corbetas y buques de apoyo F124 y F125, pero carece de capacidad de ataque aéreo. Ni siquiera el MLG27-4.0 mejorado, previsto para las fragatas F126, cumple este requisito. Las nuevas especificaciones exigen un avance cualitativo hacia sistemas capaces de desplegar efectos de fragmentación en la zona del objetivo, aumentando la probabilidad de interceptar drones ágiles y de baja signatura que son difíciles de detectar y atacar con munición cinética convencional.
Hasta la fecha, la Bundeswehr ha realizado un pedido en firme de 75 sistemas. Se incluye una opción de 100 unidades adicionales, para permitir tanto la sustitución de los equipos heredados como el equipamiento de futuras plataformas como las fragatas F127, las unidades MUsE y los buques de servicio de flota de la clase 424. Estos últimos, inicialmente diseñados como buques no armados, van a ser equipados con el nuevo sistema, lo que ilustra un cambio hacia la autoprotección sistemática, incluso para buques no combatientes con funciones delicadas.
Entre los contendientes de la industria se encuentran Rheinmetall con el Sea Snake 30 (30×173 mm, con capacidad ABM, actualmente en proceso de validación), Leonardo con el MARLIN 30 modular (certificado por la OTAN), BAE Systems con su MGS (centrado en la defensa contra drones) y, potencialmente, Elbit Systems con el NSG 30, aunque su capacidad de explosión en el aire sigue sin confirmarse. En comparación, el MLG27-4.0 de Rheinmetall, aunque ya se ha utilizado y probado, no cumple los criterios de calibre o de explosión definidos en la licitación actual.
La decisión de cambiar a un calibre de 30 mm representa un giro estratégico. La adopción de una munición más potente, junto con características de programación avanzadas, mejora la eficacia contra objetivos que de otro modo serían difíciles de atacar. También sienta las bases para la deseable estandarización de la logística, el mantenimiento y la formación de las tripulaciones. El sistema también podrá integrarse en el futuro en buques de superficie autónomos o en nuevas embarcaciones de intervención naval.
Este programa forma parte de un esfuerzo más amplio de modernización de la flota, en línea con tendencias recientes como el armamento sueco de las corbetas de la clase Visby con el sistema de defensa antiaérea Sea Ceptor, y una creciente atención a la defensa cuerpo a cuerpo en entornos operativos híbridos. La decisión de armar los buques de servicio de la flota de la clase 424, originalmente previstos para operar sin defensas activas, refleja el creciente reconocimiento de que incluso las plataformas no destinadas al combate necesitan una autoprotección creíble.
Así pues, el programa qNFMLG va más allá de la renovación técnica. Refleja un ajuste doctrinal impulsado por realidades operativas: los drones, aunque poco costosos, representan amenazas significativas que requieren contramedidas técnicamente maduras, de despliegue inmediato y estandarizadas. Con esta iniciativa, la Marina alemana inicia una nueva fase en su enfoque de la defensa a corta distancia, basada en la potencia de fuego, las municiones programables y una tecnología plenamente validada.
Hans-Uwe Mergener
La era de los cañones ha regresado.
A diferencia de los cañones terrestres en la artillería autopropulsada y piezas de artillería remolcadas, los marítimos no tienen las limitaciones de peso y suelen ser hasta tres veces más robustos, por lo que su munición utiliza mucho más propelente, ofreciéndole un mayor alcance efectivo. Además, con un enfriamiento de agua, la cadencia de tiro alcanza hasta 4 a 5 por segundo de forma automática sin sobrecalentarse.
Un cañón de 30 mm marítimo, tiene un alcance efectivo de entre 8 y 16 km dependiendo del tipo de munición, largo del cañón, carga del propelente y altura a la que vuele el objetivo.
A todo esto, no debemos olvidar el precio de cada ráfaga de tres disparos con municiones programables repletos de perdigones de 2,5 mm de tungsteno, alcanza hasta los 9,000 euros, pero es mucho más barato que los misiles guiados más económicos hasta hoy construidos, aprox. 25 mil euros.
Un gran inconveniente que tenemos en Europa, entre muchos, es que no producimos las bases químicas necesarias para fabricar explosivos, propelentes y combustible sólido, ni hablar, del acero, bronce y otros metales que hoy acostumbramos a compra en China.
Escribano no intentará presentarse al concurso con su torre Sentinel 30 lleva un 30×173 mm . Debería intentarlo. La competencia es dura pero debería probar
Y la Armada desojando la margarita CIWS desde hace lustros…menos mal que es un sistema barato y fácil de instalar en cualquier barco…
Es alucinante que un buque como el LHD no tenga ninguno, y de las fragatas mejor ni hablamos…
Pillan un modelo con munición estandar en casi toda la OTAN, nada más. La potencia va a ser despreciable para el cometido que tiene ese cañon