Las fuerzas rusas que luchan contra el asalto de Ucrania están descubriendo un desagradable peligro a sus espaldas.
Las tropas rusas que defienden las líneas del frente contra el avance ucraniano están descubriendo un peligro que les acecha y que amenaza con hacer más precarias sus posiciones.
«El enemigo está minando remotamente nuestra retaguardia, las rutas de suministro de munición y las reservas», escribió Alexander Sladkov, un destacado bloguero militar prorruso, en un post de Telegram el jueves.
Sladkov escribió que las fuerzas ucranianas estaban disparando el Sistema Remoto de Minas Antiblindaje, un proyectil de artillería de fabricación estadounidense que coloca minas antitanques lanzándolas por encima de la línea del frente. Estados Unidos ha enviado a Ucrania más de 10.000 de estos proyectiles junto con obuses de 155 mm que pueden dispararlos a una distancia de casi 11 millas.
El proyectil de artillería sembrador de minas está diseñado para forzar decisiones desesperadas. Los vehículos deben atravesar un camino sembrado de minas para llevar tropas frescas, munición, combustible y alimentos a las posiciones de primera línea. También puede utilizarse para tender trampas a lo largo de las rutas de escape de las fuerzas de primera línea.
Las minas se autodestruyen en determinados momentos dependiendo de la variante: algunas en menos de 24 horas y otras más de un día después. Sladkov afirmó que estas municiones, que Ucrania utilizó por primera vez en diciembre, pueden ser contrarrestadas o derrotadas.
«Estas minas se autodestruyen al cabo de 4 horas, la variante M73, al cabo de 48 horas», escribió. «Los ingenieros de reconocimiento (zapadores que comprueban las rutas) pueden hacerles frente fácilmente». Si es tan fácil como argumenta, esta voz prorrusa es discutible, porque esta comunidad tiende a restar importancia a las amenazas, al tiempo que exagera las capacidades rusas.
Los peligros para Rusia se multiplican, y la contraofensiva ucraniana parece estar en marcha. Las fuerzas de Kiev están atacando las posiciones rusas con tanques de fabricación occidental, vehículos de combate de infantería, artillería y otros sistemas de armas que podrían obligarles a retirarse por caminos que podrían estar minados.
Sam Fellman